Medio Ambiente

¿Por qué Aragón puede liderar la transformación hacia un modo de vida más sostenible?

«Vete de aquí, que aquí no hay nada», escuchaban los jóvenes en los pueblos. Nada más lejos de eso: la España rural puede tener la clave para desarrollar ese futuro sostenible.

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del rodaje de 'Huellas en la Tierra'
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08
junio
2023

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del rodaje de 'Huellas en la Tierra'

Cuando yo era pequeño, todo el mundo me decía que tenía que marcharme del pueblo porque allí no había nada para mí. «Vete de aquí, que aquí no hay nada», era una de las expresiones más repetidas a medida que se acercaba el momento de elegir lo que querías estudiar.

La mayor parte de los jóvenes nos marchamos. Si no había nada para nosotros, no habría tampoco un nosotros para nadie. Así que los pueblos, que ya habían perdido población en las décadas anteriores, perdieron su contacto con una nueva generación de españoles que se marcharon (nos marchamos) a las ciudades a buscar aquello tan prometedor que nos estaba esperando.

No seré yo quien describa el desengaño de una generación de jóvenes que aún sigue buscando ese futuro prometedor porque lo hace maravillosamente bien la escritora leonesa Violeta Serrano en su libro Flores en la basura.

Sí me gustaría dedicar estas líneas, en cambio, a explicar por qué, tras grabar con la periodista Marta Fernández la segunda temporada de la serie Huellas en la Tierra (disponible en Prime Video), he llegado a la conclusión de que Aragón puede liderar la transformación que necesita nuestro planeta para dar un impulso definitivo hacia la sostenibilidad.

Marta y yo hemos recorrido más de 30 localizaciones diferentes de Aragón en las que hemos podido conocer a 40 personas diferentes que han sido una auténtica inspiración para nosotros y que han demostrado el potencial de esta comunidad autónoma en cinco áreas diferentes.

¿Por qué Aragón puede liderar la transformación hacia un modo de vida más sostenible?

En primer lugar, el medio rural aragonés, como también ocurre en tantos otros pueblos de España, necesita mano de obra. Hace falta gente. Hay trabajo. Y ese trabajo que hay es un empleo cada vez más verde, más sostenible, con necesidad de que se produzca un relevo generacional.

Jóvenes como Andrés han viajado desde Argentina hasta San Juan de Plan, en Huesca, para formarse en la escuela de pastores La Estiva, abierta gracias al empeño personal de Roberto, su impulsor, y poder llevar la ganadería extensiva a sus territorios. Allí, tanto él como el resto de los alumnos aprenden gracias a otros pastores, que les transmiten sus conocimientos.

En segundo lugar, la riqueza productiva de Aragón me ha desbordado. Rosa, que es la coordinadora del proyecto Pon Aragón en tu Mesa, nos llevó hasta la comarca de las Cinco Villas, en Zaragoza, para demostrar que es posible llenar la cesta de la compra con productos kilómetro cero, que son los que sacan adelante con su esfuerzo nuestros amigos, vecinos y conocidos.

Compramos huevos, harina, queso, carne, hortalizas o aceite producidos en la propia comarca y, además, conocimos a quienes están detrás de todo ese trabajo y cuáles son sus métodos de trabajo. Solo en esta iniciativa hay más de 1.500 productores de todo tipo agrupados para poner en valor todo tipo de alimentos de proximidad.

En tercer lugar, Marta y yo viajamos hasta Andorra, en Teruel. Allí, acaban de derribar los últimos restos de la central térmica de carbón que suponía el sustento para buena parte de la comarca, como parte del proceso de transición justa hacia fuentes de energía renovable. Nos lo contaron, entre otros, el teniente de alcalde, Alejo, que ha sido muchos años uno de los líderes sindicales de la central.

Hay mucho que hacer en los pueblos: todo un planeta esperando soluciones, medidas, acciones

Durante dos años, se ha trabajado intensamente en definir un proyecto que implique al sector público, al sector privado y a una treintena de entidades sociales. Todos ellos van a trabajar de manera conjunta en un proyecto que va a llevar energía renovable a los antiguos terrenos de la central y va a desarrollar otras iniciativas como la apertura de un centro de formación a desempleados o la creación de huertos solares en un pueblo cercano.

Fue enormemente satisfactorio juntar en la misma sala a instituciones y entidades de orígenes e intereses tan diversos y ver cómo, mediante el diálogo, habían sido capaces de encontrar un punto en común para buscar, a partir de la energía renovable, nuevas oportunidades para la comarca.

El cuarto ámbito con gran potencial es el de la movilidad sostenible. Especialmente en una comunidad que cuenta con una población muy concentrada alrededor de Zaragoza capital y, por tanto, con bajas densidades de población en otros puntos del territorio autonómico.

Allí conocemos la reordenación del transporte público en la que se lleva trabajando desde hace años para garantizar la conexión de autobús incluso en los pueblos más pequeños, así como algunas otras iniciativas como el transporte social que lleva a las personas mayores a las cabeceras de comarca o la Ciclorez que se ha creado en el alfoz de Zaragoza para señalizar los caminos parcelarios y poder utilizarlos también para unir unos pueblos con otros o incluso los pueblos con los polígonos industriales a los que cada van tantas personas a trabajar.

Por último, conocimos en primera persona la trascendencia del cambio climático en los Pirineos, una de las zonas montañosas españolas más afectadas por el calentamiento global. Eva, responsable del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático, nos dio las claves. Después, nos marchamos a ver cómo el medio rural aragonés está, poco a poco, reinventándose para frenar este cambio y adaptarse a la nueva realidad resultante del mismo.

Comprobamos cómo el turismo se está reinventando para ir más allá de la nieve y dar más visibilidad al turismo de montaña, cómo está ganando presencia el vino en altura o cómo algunas casas rurales están buscando soluciones respetuosas con el medio ambiente como la aerotermia para refrigerarse, puesto que el calor, también allí, es cada vez mayor.

Ricardo, Isabel, Nita, Sergio, Carmen son solo algunas de las personas que nos han guiado en este viaje. Ellos, y el resto de los protagonistas de Huellas en la Tierra, son el mejor ejemplo del modo en que está innovando el medio rural en Aragón. Su liderazgo debe ser el liderazgo de toda una comunidad que tiene potencial y capacidad más que suficientes para encabezar esta transformación.

Tras conocer sus historias, nadie más podrá decir que en los pueblos no hay nada para quienes tienen ideas, ganas y motivación. Al contrario. Hay mucho que hacer. Hay todo un planeta esperando soluciones, medidas, acciones. Y Aragón tiene la llave para abrir muchas puertas. Y muchas mentalidades que aún permanecen cerradas.

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