Economía

La ciudadanía, protagonista de la nueva transformación empresarial

Vivimos en una profunda crisis ecosocial de la que las compañías deben formar una parte positiva: la ética y la responsabilidad empresarial tienen que dejar de situarse en los márgenes de nuestro tejido productivo y constituir la norma del futuro inmediato.

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
20
mayo
2023

El mundo que habitamos es la historia que decidimos contarnos. El poder reside en la narración y, como en cualquier otra historia, la pugna por el relato está viva y a nuestro alcance para disputársela a quienes no quieren que nada cambie. Para escribir la crónica que nos exige un tiempo en transición y de policrisis como el que atravesamos ahora, es necesario imaginar qué mundo queremos. ¿Quién mejor que la propia ciudadanía para hacerlo (y dónde mejor que en las empresas para empezar a crearlo)?

Vivimos un contexto de profunda crisis ecosocial: si el mundo se redujera a 100 personas, solo 10 serían responsables de la mitad de las emisiones de CO2 vertidas a la atmósfera desde el año 1999, 75 vivirían en pobreza moderada (con menos de 30$ al día) y 10 vivirían en pobreza extrema (con menos de 1,90$ al día). La democracia representativa, que debería ayudarnos a transformar esta realidad, también está en crisis, como revelan los crecientes niveles de abstención y apatía, los suspensos generalizados con los cuales la opinión pública evalúa a nuestros gobernantes y la infrarrepresentación de la sociedad civil en los procesos legislativos. 

Ante esta realidad, la democracia representativa requiere de complementos que acerquen la voluntad de quienes tienen la titularidad del poder, las personas y quienes la ejercen, sus autoridades políticas. Esta es precisamente la propuesta que vertebra el proyecto de innovación democrática El Futuro Es Ser B, que busca darle a la ciudadanía (35 personas aleatoriamente seleccionadas de toda España) el poder de definir cómo las empresas pueden mejorar la vida de las personas

Cuidar significa ser consciente de las condiciones de vida de quien trabaja y de que desde 2008, por ejemplo, el alquiler ha subido ocho veces más que el salario de los jóvenes

Porque si hay un asunto que debemos someter a juicio y control ciudadano es la gobernanza del aire que respiramos y la calidad de vida que disfrutamos. Necesitamos una misión-país, un pacto intergeneracional que aúne los esfuerzos reales de la ciudadanía, de las empresas y de las instituciones, para que sea posible ponerse a los mandos de esta transformación necesaria con la visión y el propósito inexcusable de la justicia social. Las empresas B Corp ya han recorrido parte de este camino y ahora, con El Futuro Es Ser B, llaman a sumar a la sociedad civil para que la ética y la responsabilidad empresarial dejen de situarse en los márgenes de nuestro tejido productivo y constituyan la norma del futuro inmediato. 

Actualmente, la empresa debe impulsar  dos grandes transformaciones: una interna, como órgano con vida propia y generador de comunidad, y otra externa, como agente que forma parte de un gran sistema en crisis. En este primer ámbito interno, la ciudadanía participante en El Futuro Es Ser B observa una revolución silenciosa, que se va extendiendo y que demanda trabajar menos para ganar más tiempo de vida. El pasado 1 de mayo las calles gritaban: «Lucharemos hasta que veamos más a nuestros hijos que a nuestro jefe». 

Irrumpe así en el debate la transformación de los cuidados, que podría evitar hasta el 60% de las bajas laborales y del consumo de ansiolíticos en nuestro país. Cuidar significa ser consciente de las condiciones de vida de quien trabaja; ser consciente, por ejemplo, de que desde 2008 el alquiler ha subido ocho veces más que el salario de las personas jóvenes. Cuidar significa comprometerse con la diversidad y la inclusión para que personas cuyas vidas se ven atravesadas por una o varias discriminaciones encuentren en la empresa un lugar seguro para ser quienes son. Cuidar es –y aquí se sonrojarán muchas más empresas de las que podríamos imaginar– comprometerse con un derecho laboral fundamental, conquistado en España en 1919, y aún vulnerado en muchos espacios: la jornada laboral de 8 horas. En definitiva, reconocer y dignificar el verdadero valor de la empresa: las personas. 

En el ámbito de la transformación externa solo hay dos posibilidades: que una empresa sea aliada de la transición ecosocial o que no lo sea. Es decir, que con su acción contribuya a generar un modelo sostenible o que con ella esté hipotecando el futuro de las generaciones más jóvenes y de las personas que menos tienen. La empresa no es un ente estanco y ajeno a su entorno social, por lo que es fundamental que en momentos de policrisis asuma un liderazgo transformador. Es una buena forma, además, de ganarse la legitimidad de su poder cada día y de responder ante las crecientes exigencias éticas de trabajadores y consumidores. Como estructura que opera en un entramado cultural complejo, necesitamos mecanismos de gobernanza que reflejen esta naturaleza relacional de la empresa, que incorpore a los stakeholders y que asuma los principios democráticos de transparencia, participación y rendición de cuentas.

Todas estas cuestiones han sido debatidas por la ciudadanía de El Futuro Es Ser B, que no solo busca incidir en las políticas públicas, sino transformar a las propias empresas. Un proyecto que, en el fondo, propone dejar de hablar del espacio público como una suma de actores inconexos o como un espacio de disputa entre la administración, las empresas y la ciudadanía, para empezar a considerarlo una arena de convergencia y de colaboración social-público-privada. En definitiva, se trata de generar una transición democrática y económica que desde la participación y la cooperación produzca modelos empresariales garantistas con los derechos laborales y verdaderamente posibles ante una crisis climática incontestable.


María Caso es Socia y Directora de Demos Lab y El Futuro Es Ahora.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Vivir con conciencia

Mapi Merchante

Ser sostenible no es una opción: el 76% de los españoles ha adaptado sus hábitos para luchar contra el cambio climático.

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME