Impulsar ideas y compartir conocimiento

Artículo

Pablo Cerezal

@pablo_cerezal

Ilustración

Yvonne Redín

Estamos muy acostumbrados a decir y escuchar que compartir es amar. Una de esas frases hechas que se repiten a lo largo y ancho del planeta y que cada persona, en mayor o menor medida, asimila como cierta. Pero el amor no es un sentimiento estanco y detenido, sino que cambia y evoluciona. Y compartir, si es amar, también es progresar.

Cuando se formularon los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la humanidad asimiló la necesidad que tenemos, como sociedad global, de progresar hacia el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Progresar, al fin, hacia un futuro sostenible. Para lograrlo, el actual modelo socioeconómico ha de progresar hacia otro más justo y circular. Y sin compartir, difícilmente podremos alcanzarlo.

Recientemente, expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicaban un artículo en el que, refiriéndose a la necesaria consecución de los ODS, ponían el foco en la necesidad de la participación del sector privado. Aludían a iniciativas impulsadas por empresas como pueden ser asociaciones de investigación y desarrollo, plataformas de intercambio de conocimientos, transferencia de habilidades y tecnología o inversión en infraestructuras. Todas ellas cuentan con el necesario potencial para mejorar la productividad, generar empleo de calidad, avanzar tecnológicamente y detener el deterioro medioambiental.

Expertos de la OCDE aluden a la imprescindible participación del sector privado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible

El sector privado, por tanto, puede convertirse en actor principal de la evolución hacia un futuro más justo y sostenible: puede promover el apoyo a proyectos emprendedores que tengan impacto social positivo, así como un intercambio de conocimientos que redunde en mejoras para el conjunto de la sociedad. Potenciar, al fin, el espíritu colaborativo. Compartir para progresar.

Este espíritu es el que animó a la empresa multinacional Bayer, clave en los ámbitos biocientíficos de la salud y la alimentación. En 2021, Bayer España puso en marcha su iniciativa Semillero de Ideas, una iniciativa cuyo principal objetivo es impulsar la acción social y medioambiental en el ámbito local.

El germen de la iniciativa de Bayer España es progresar gracias al intercambio de conocimientos y habilidades que la OCDE reclama al sector privado. Porque el Semillero de Ideas implica directamente a los trabajadores de la compañía. Son ellos quienes proponen, a un jurado compuesto por expertos del ámbito social y de la sostenibilidad junto con miembros de la propia compañía, proyectos de ámbito local centrados en lograr la transformación social y el equilibrio medioambiental.

El pasado 22 de abril, coincidiendo con el Día de la Tierra, Bayer España convocó la tercera edición de su Semillero de Ideas, en el que es imprescindible el compromiso de su plantilla tanto con el medio ambiente como con el apoyo a grupos de población vulnerables. En esta nueva edición, los más de 2.300 empleados de Bayer en España serán los encargados de identificar en sus entornos cercanos proyectos o acciones de impacto social y medioambiental desarrolladas por ONG y entidades sin ánimo de lucro.

El Semillero de Ideas de Bayer España promueve proyectos que impulsan la acción social y medioambiental en el entorno local

En 2021, el Semillero de Ideas donó 65.000 euros a tres proyectos distintos, sin hacer distinciones entre el foco principal de los mismos. Ya en la segunda edición, las donaciones fueron destinadas, en igual cantidad, a cada uno de los proyectos ganadores en tres categorías diferenciadas: salud, alimentación y cuidado del medio ambiente. El hecho de situar al mismo nivel de apoyo económico las tres categorías pretende concienciar acerca de que solo un avance conjunto logrará un mundo más sostenible.

En pasadas ediciones, la categoría de salud ha apoyado proyectos de soporte sanitario a personas con discapacidad, o de acompañamiento a niños y jóvenes con enfermedades oncológicas. En la categoría de alimentación, destacó el pasado año un proyecto que reunía la lucha contra el desperdicio alimentario y la exclusión social, fomentando un modelo sostenible de economía circular. En cuanto a la categoría de medio ambiente, se premió un proyecto de preservación del ecosistema cantábrico, no solo por sus buenos resultados en la protección de especies como el oso, el águila y el lobo, sino por presentar un modelo perfectamente replicable.

Este año, el lanzamiento del Semillero de Ideas ha contado con una serie de acciones de apoyo a la biodiversidad y la protección de la fauna cantábrica desarrolladas por los empleados de Bayer en La Felguera (Asturias). Ayudados por el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), entidad ganadora en la categoría de medio ambiente del pasado año, los empleados han construido casas para pájaros y las han distribuido en los árboles que rodean las instalaciones de la compañía.

Acciones simbólicas que se han compartido con el resto de empleados de la compañía en España para que las repliquen en sus distintos centros de trabajo. Porque compartir es progresar, y solo compartiendo ideas y acciones podremos lograr una sociedad más cohesionada y un planeta sano.