Salud

Encienda el móvil, tiene una cita con el psicólogo

El aumento de trastornos mentales entre la población y la escasez de recursos públicos para atenderlos han llevado a muchos profesionales a ofrecer sus servicios clínicos de forma virtual. Ahora bien, ¿funciona la terapia a través de la pantalla?

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03
febrero
2023

¿Ha intentado solicitar apoyo psicológico a la Seguridad Social? La lista de espera ronda los cuatro meses y para la sesión de seguimiento hay que esperar entre uno y dos meses más. De momento, el sistema público español no tiene fondos para atender la salud mental de los ciudadanos y el sistema privado solamente es accesible para los que pueden gastarse 250 euros al mes.

En 2023, más del 4% de la población nacional sufre depresión. Más del 10% sufre ansiedad, y una de cada cuatro personas reconoce haber empezado a tomar ansiolíticos durante el año pasado. Además, la pandemia de COVID-19 provocó, en niños y adolescentes, un aumento significativo de los trastornos de alimentación, pensamiento suicida, autolesiones y tristeza generalizada.

Para hacer frente a esta situación, muchos psicólogos decidieron ya en pleno confinamiento trasladar sus servicios profesionales a la esfera virtual, mediante video, llamada, chat o similar. Si bien es cierto que las limitaciones tecnológicas podían afectar a la comunicación entre psicólogo y paciente, fue precisamente la tecnología la que permitió, cuando no se podía salir de casa, brindar atención ininterrumpida a mucha gente que lo necesitaba. Desde entonces, las consultas online de psicoterapia son cada vez más frecuentes, dado que reducen barreras geográficas, ahorran tiempo, flexibilizan horarios y proporcionan un servicio similar pero más barato.

Más del 4% de la población mundial sufre depresión y más del 10% ansiedad

Algunos estudios y metaanálisis concluyen que, para reducir los síntomas de depresión, las intervenciones a través de internet son tan efectivas como las intervenciones habituales. Además, también funcionan como método de prevención. Otro metaanálisis del Journal of Anxiety Disorders determinó que la terapia cognitivo-conductual (TCC) online reduce los síntomas de ansiedad social de forma equivalente a la cara a cara. Por contextualizar, la TCC es probablemente el tipo de terapia más estudiado y extendido en psicología clínica.

Por otro lado, hay estudios sociales que afirman que la psicoterapia online puede ser beneficiosa para individuos que viven en zonas rurales, con movilidad reducida o con acceso limitado a psicólogos en persona.

Los resultados de los estudios que hay hasta el momento son optimistas. Sin embargo, aunque los hallazgos son prometedores, han de mirarse con precaución, pues la efectividad de este sistema depende del paciente y no es adecuada para todo el mundo. Algunas investigaciones muestran que la terapia online es menos efectiva que el cara a cara, por ejemplo, en pacientes con trastornos avanzados, como depresión severa o traumas complejos. Asimismo, la falta de interacción «real» puede dificultar la generación de confianza entre psicólogo y paciente, sobre todo en las primeras sesiones.

También es un obstáculo la cantidad de información no verbal que se pierde o malinterpreta cuando se reflexiona mediante texto o videollamada. Finalmente, cuando se democratiza una práctica, los practicantes aumentan exponencialmente, lo que da pie a intrusismo laboral o posibles estafas. Por eso, si se ha de contactar con un psicólogo para solicitar una cita online, lo ideal es asegurarse de que utiliza métodos basados en evidencia científica.

En definitiva, la psicoterapia digital funciona mucho mejor que la ausencia de terapia, al menos en trastornos tan prevalentes como la depresión y ansiedad. No obstante, este tipo de prácticas funcionan cuando están altamente supervisadas, o sea, que no cualquier persona al otro lado de la pantalla sirve. Dicho lo cual, la terapia «tradicional» sigue siendo la mejor opción si se dispone de los recursos necesarios. Si no, su versión online es la solución inmediatamente posterior.

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