¿Qué queda de la Puerta del Sol de Mecano?

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Esmeralda R. Vaquero

@EsmeRVaquero

Un año más se marcha. Y así, Un año más, se llama el tema de Mecano que suena en hogares, locales, reuniones y eventos de Nochevieja para despedir la etapa que queda atrás y recibir una nueva. La canción, tercer sencillo del álbum Descanso dominical (1988), se promocionó en la radio a principios de diciembre de ese año, al mismo tiempo que la famosísima Mujer contra mujer. Ana Torroja, junto a los hermanos Nacho y José María Cano sonaban en aquel entonces por todas partes. Incluso lanzaron una adaptación en italiano, Un anno di pú.

Y es que esta canción que se ancla en la memoria colectiva de miles de personas se trata de una fotografía precisa de esos minutos que oscilan entre el 31 de diciembre y el 1 de enero: «En la Puerta del Sol, como el año que fue, otra vez el champán, y las uvas, y el alquitrán de alfombra están». Este año lo del alquitrán tiene más fundamento que nunca: los alrededores del Oso y el Madroño están en plenas obras de remodelación.

Pero la letra también hace referencia a la cotidianeidad y a la concordia, aunque sea durante un momento: «Entre gritos y pitos, los españolitos, enormes, bajitos, hacemos por una vez algo a la vez». Mecano se refiere a la costumbre de acudir a la Puerta del Sol a inaugurar el nuevo año, pero también a esa supuesta paz característica de estas fechas, porque en 1988 habían ocurrido diversos acontecimientos: el empresario Emiliano Revilla estuvo secuestrado por ETA más de ocho meses y España se paralizó con una macro huelga general contra las políticas económicas de Felipe González, elegido presidente del Gobierno seis años antes.

«En 1988, el empresario Emiliano Revilla estuvo secuestrado por ETA más de ocho meses y España se paralizó con una macro huelga general contra las políticas económicas de Felipe González»

Los posicionamientos y decisiones políticas siempre provocan discrepancias y movimientos de tierra. Eso continúa sucediendo en la actualidad. El año que se marcha ha visto arduos enfrentamientos en torno a la tramitación de la Ley Trans y la revisión de penas tras la aprobación de la Ley de Libertad Sexual (o ley del solo sí es sí). También, en los últimos días, la reforma impulsada por el Gobierno para la renovación del Tribunal Constitucional ha acaparado titulares y ha derivado en crudas confrontaciones, no siempre pacíficas. Debates, sí, pero también falta de respeto y vejaciones hacia responsables políticos.

Quizá se podría proponer que en las últimas sesiones del Congreso sonara Un año más para que los ánimos se apaciguarían un poco. La canción promueve todos esos buenos deseos que, si bien parecen de obligado florecimiento en fechas navideñas, no acaban de calar en la clase política. ¿No hay descanso navideño para las acusaciones y la irascibilidad?

«A veces no está de más recordar que estamos de paso y que no hay ninguna certeza de que lleguemos a la próxima Nochevieja»

Parece haber llegado un punto en el que solo un acontecimiento sin retorno puede calmar los ánimos. De eso también hablaba Mecano en su canción; de quienes ya se marcharon. «Y aunque para las uvas hay algunos nuevos, a los que ya no están echaremos de menos, y a ver si espabilamos los que estamos vivos y en el año que viene nos reímos». Nos dice la letra que ya que estamos aquí, nos tomemos la vida con humor, que hay quienes ya no pueden disfrutar de todo esto porque han fallecido. A veces no está de más recordar que estamos de paso y que no hay ninguna certeza de que lleguemos a la próxima Nochevieja.

«Y decimos adiós y pedimos a Dios que en año que viene a ver si en vez de un millón, pueden ser dos». También hacían referencia Ana Torroja y los hermanos Cano a la preocupación por la economía, una constante en nuestras vidas. Pero su pretensión era de altos vuelos. ¿Cuántas personas tienen un millón? Cerca de un 30% de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social. Quizá al cierre de este 2022, con la subida de los precios, para mucha gente ya es bastante si les llega para comprar las uvas, un roscón de Reyes y algo rico para celebrar. Pero eso ya es harina de otro costal.