Siglo XXI

OFRECIDO POR
Banner

¿Qué fue primero, la tecnología o el progreso?

La innovación tecnológica ha marcado todos los grandes momentos de nuestra historia: su relación con el progreso es incuestionable, un dúo inseparable detrás de los grandes avances. Y sigue haciéndolo.

Ilustración

Marco Kindler
¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA

Ilustración

Marco Kindler

En los primeros meses de 1990 algo cambiaba en las televisiones de todos los hogares españoles: a la lista de canales de RTVE y algunas cadenas automáticas se les sumaron dos televisiones privadas. Cada vecino se esforzaba en sintonizar el televisor para dar con esas nuevas ventanas hacia un contenido nunca visto, pero ninguno era consciente de que, en ese preciso momento, estaban dando un paso clave hacia la revolución digital. Lo tecnológico, una vez más, marcaba el camino del progreso en España.

También en ese mismo año nuestro país protagonizó un hito aún mayor: su primera conexión a internet. Lo hizo utilizando IXI, la red paneuropea entonces considerada de alta velocidad —con tan solo 64 Kbps—. Un año después, ya había 1.000 ordenadores conectados en todo el país, vinculados a organizaciones educativas. Con la perspectiva que da el paso del tiempo, en aquella fotografía se percibe también un momento histórico, mucho más relevante para el futuro que aquella sintonización televisiva.

La tecnología ayuda a solucionar los grandes retos del ahora y a impulsar el progreso en derechos humanos o acción climática

Sin esas primeras conexiones a internet y sin los debates que protagonizaron —como el de si las redes debían estar (o no) en manos de empresas privadas— no se logra entender la transformación digital de las décadas siguientes. Ahora, la pregunta es: ¿la tecnología conduce hacia el progreso o, por el contrario, es el progreso de las sociedades el que hace que esta mejore? La respuesta es compleja, similar al eterno dilema entre el huevo y la gallina.

No obstante, lo incuestionable es que la relación es tan estrecha que resulta inseparable. Por ejemplo, la empresa tecnológica HP está constatando cómo a través de la innovación en soluciones tecnológicas facilita que muchas personas puedan tener acceso a la educación, el trabajo o la atención médica que les hace progresar. El binomio indisoluble tecnología-progreso —y viceversa— es algo presente a lo largo de toda la historia de la humanidad. Sin ir más lejos, la revolución cultural que arrancó al final de la Edad Media no se entendería sin la invención de la imprenta, entonces una tecnología revolucionaria. Y es que si el siglo XIX se conoce como «el siglo del progreso» no es únicamente por el interés de su ciudadanía en el cambio, también por las tecnologías que irrumpieron durante décadas transformando el paradigma: el tren y el telégrafo —como hizo internet un siglo después— acercaron todo a la mano humana, desde los productos y las personas hasta el conocimiento.

Y seguimos escribiendo la historia pues, las grandes innovaciones tecnológicas también están transformando la sociedad en todos los sentidos; lo que hace treinta años era revolucionario, ahora es parte del día a día: según datos de Red.es, el 96% de las viviendas en España ya tiene cobertura de internet y la frecuencia de uso de la red entre la población es del 92%.

La tecnología, en realidad, no solo crea nuevas oportunidades, también es clave para responder a los retos del mundo. Como recuerdan desde HP, las soluciones digitales son capaces de impulsar el progreso incluso en cuestiones clave como los derechos humanos, la igualdad digital o la acción climática. Dibujan el futuro, pero con trazos mucho más justos e inclusivos.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME