Medio Ambiente

El camino hacia el consumo sostenible

El cambio climático está cada vez más cerca, y según el informe elaborado por IMOP Insights e Impact HUB Madrid, la mayoría de la población considera que este ya afecta a sus vidas o que lo hará en un futuro cercano. Las medidas para contribuir a paliar sus efectos, sin embargo, son todavía muy laxas.

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05
octubre
2022

Los medios de comunicación hablan cada vez con más frecuencia del cambio climático y sus consecuencias a nivel mundial, aunque a veces perdure entre los escépticos la creencia de que se trata de una estrategia política o económica. ¿O puede que nos engañe nuestra percepción? A pesar de las apariencias, diversos estudios desarrollados en la actualidad muestran que la ciudadanía está concienciada con el mundo que viene y con la influencia de sus acciones –y el consumo especialmente– en el mismo.

Si tomamos como ejemplo el informe elaborado por el Instituto de Investigación Social IMOP Insights e Impact HUB Madrid, la mayoría de la población considera que el cambio climático está afectando a sus vidas o lo hará en un futuro cercano y que tendremos repercusiones importantes en poco tiempo. No es la única conclusión relevante: también consideran que esta nueva realidad les obligará a cambiar su estilo de vida.

Esto, inevitablemente, conlleva cambios cotidianos, si bien aún así, según el informe, el comportamiento sostenible real se limita a hábitos poco sacrificados: las medidas realizadas por los participantes se centraban principalmente en la utilización de bolsas de varios usos, no comprar más ropa de la necesaria y acudir a productos de alimentación de proximidad. En menor medida aparece la búsqueda de productos de cosmética respetuosos con los animales, así como emplear los medios de transporte menos contaminantes en los desplazamientos.

Tal como indica el informe, a la sociedad le cuesta ver las ventajas de pasar a la nueva realidad

Las conclusiones del estudio son relevantes, ya que los métodos empleados han sido heterogéneos. Los resultados se han obtenido a través de diferentes métodos, con la idea de emplear una investigación híbrida que penetrara en el complejo comportamiento de las personas ante el consumo. Así, se han organizado grupos de discusión con diferentes perfiles, se han realizado encuestas a más de 2.000 personas con las que se han creado perfiles psicosociales y se han analizado algunos sesgos cognitivos en las decisiones de consumo sostenible. Todo ello ha configurado un esquema de la situación actual en cuanto al comportamiento en el consumo y el medio ambiente.

Según el informe, es el componente psicológico el que determina la actuación posterior: la transición ecológica se percibe como una pérdida de comodidad y bienestar. «La sociedad está haciendo el duelo por lo que intuye ya como la pérdida de una sociedad de consumo que ha supuesto beneficios y gratificaciones individuales; cuesta ver las ventajas de pasar a una nueva realidad que nos exige comportamientos en búsqueda del beneficio común», apunta el documento. Por este motivo, en el proceso de asimilación de esta nueva realidad se dan algunas tensiones y cuestionamientos en los usos del transporte privado y el público. En general, las respuestas reflejan que la gente usaría más los medios colectivos si se implantaran medidas para reducir el tiempo de viaje. En cuanto al uso de la bicicleta, hay una tendencia a considerar que las ciudades donde más se usan tienen una mejor calidad de vida.

Otro ámbito importante es el de la alimentación. En este caso, existen diversas aplicaciones digitales capaces de localizar establecimientos donde se venden alimentos cercanos a su fecha de caducidad a precios reducidos. La mitad de la población entrevistada las conoce, pero solo un 19% las ha usado alguna vez, pese a que a un alto porcentaje les parece una solución idónea para no desechar comida y beneficiarse de algunas ofertas. Por último, en lo referente a la energía, hay un amplio consenso en cuanto a la necesidad de potenciar las energías renovables, si bien un 60% de las personas participantes no sabían si podían contratar el servicio de suministro de energías renovables en su hogar.

En definitiva, haría falta actuar en múltiples dimensiones al mismo tiempo para conseguir superar la brecha y dar un paso más, y es que son muchos los factores que se incluyen a la hora de tomar la decisión de tener un consumo más sostenible. A los valores y actitudes se unen las experiencias y emociones, la información absorbida, los discursos, las condiciones materiales de vida y la percepción de las normas institucionales. El último paso es el de emprender acciones: sin duda, la tarea más difícil.

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