Medio Ambiente

A medio camino del 2030

Por segundo año consecutivo, el mundo ya no está realizando avances en los ODS. Para restaurar y acelerar el progreso, necesitamos la cooperación global de todos los agentes, especialmente de las empresas. Por ese motivo, el ‘movimiento B Corp’ es pionero en su trabajo hacia cumplir las metas de la Agenda 2030.

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10
agosto
2022

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A cada segundo que pasa nos acercamos un poco más a la mitad del camino hacia la meta transformacional de la Agenda 2030 y, sin embargo, no estamos en camino de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en todo el mundo. Incluso en las regiones más prósperas. Por segundo año consecutivo, el mundo ya no está realizando avances en los ODS.

Y eso teniendo en cuenta que, siete años después que la Agenda oficialmente entrara en vigencia, los principios básicos de los ODS de inclusión social, energía limpia, consumo responsable y acceso universal a los servicios públicos son más necesarios que nunca para responder a los grandes desafíos de nuestros tiempos.

Los países vulnerables, de hecho, se están viendo particularmente afectados por múltiples crisis sanitarias, geopolíticas y climáticas, así como por sus efectos colaterales. Para restaurar y acelerar el progreso de los ODS, necesitamos la cooperación global de cara a múltiples retos: el fin a la pandemia, el fin de la guerra en Ucrania, el financiamiento necesario para lograr los ODS y la urgencia de una gobernanza de las partes interesadas en las empresas para consolidar una economía regenerativa e inclusiva.

Las crisis sanitarias, climáticas, de biodiversidad, geopolíticas y militares, que están teniendo lugar simultáneamente, son importantes contratiempos para el desarrollo sostenible a nivel mundial. Como ya se ha advertido al inicio de este artículo, el promedio mundial del Índice ODS ha disminuido ligeramente en 2021, en gran parte debido al impacto de la pandemia en el ODS 1 (Fin de la pobreza) y el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y el bajo desempeño en los ODS 11-15 (el clima, la biodiversidad y el desarrollo urbano sostenible). Además de sus costes humanitarios masivos, los conflictos militares –incluida la guerra en Ucrania– tienen importantes efectos secundarios internacionales en la seguridad alimentaria y los precios de la energía, que se ven amplificados por las crisis climática y de biodiversidad.

Urge un plan mundial para financiar el desarrollo sostenible

Alcanzar los ODS es fundamentalmente una inversión en infraestructura física y en capital humano. Sin embargo, la mitad más pobre del mundo carece de acceso al mercado de capital en condiciones aceptables. Por un lado, los países pobres y vulnerables se han visto muy afectados por las múltiples crisis y sus efectos secundarios. Por otro, las crecientes presiones presupuestarias, el aumento del gasto militar y los cambios importantes en las prioridades estratégicas, especialmente en los países europeos, podrían reducir los fondos disponibles para apoyar el desarrollo sostenible a nivel mundial. El G20, el Fondo Monetario Internacional y los Bancos Multilaterales de Desarrollo desempeñan un papel fundamental para ampliar la financiación de los ODS.

Es necesario acelerar los esfuerzos políticos y la gobernanza. ​​Un desempeño negativo antes de llegar al punto intermedio ante la próxima Cumbre de los ODS en el 2023 crea un sentimiento de «ir a lo grande o irse a casa». Pero cuando queda menos de la mitad del tiempo para alcanzar la fecha límite de los ODS, ¿qué significa ir a lo grande? ¿Deberíamos seguir intentando acelerar la Agenda bajo la bandera de la Década de Acción? ¿Deberíamos ampliar el alcance y apuntar a alcanzar todos los ODS, incluso si no lo hacemos por completo? ¿O deberíamos simplemente olvidarnos de los ODS ahora y comenzar a diseñar el próximo esfuerzo? El rumbo que tomemos a partir de ahora será determinante.

La paz, la diplomacia y la cooperación internacional son, por su parte, condiciones críticas para que el mundo avance en los ODS hacia 2030

Por eso la adopción de una gobernanza de las partes interesadas en las organizaciones es fundamental. Los afanes individuales deben ir más allá del marketing y la generación de memorias sobre los ODS. Es una transformación que debe suceder no solo en los aspectos operativos más asequibles de modificar, sino también en las materias estratégicas y de mayor impacto –entre ellas, sus cadenas de valor y sus modelos de negocios, idealmente de impacto–. Deben poner sus esfuerzos al servicio de una acción colectiva para tener impacto más allá de sus compañías, tal y como está realizando la comunidad de empresas B Corp. Conclusión: la gobernanza multilateral, bilateral, y empresarial son piedras angulares.

La paz, la diplomacia y la cooperación internacional son, por su parte, condiciones críticas para que el mundo avance en los ODS hacia 2030 y más allá. La guerra en Ucrania y otros conflictos militares también impactan la prosperidad y los resultados sociales en el resto del mundo, lo que incluye exacerbar la pobreza, la inseguridad alimentaria y el acceso a energía asequible. Y, además, la crisis climática y de biodiversidad amplifica el impacto.

Sin embargo, está claro que estas crisis múltiples y simultáneas han desviado la atención y las prioridades políticas de los objetivos a medio y largo plazo, como los ODS y el Acuerdo Climático de París: un cambio de enfoque hacia cuestiones a corto plazo que amenaza con desacelerar o incluso estancar la adopción de planes nacionales e internacionales ambiciosos y creíbles, pero también reduce la financiación internacional disponible para el desarrollo sostenible. Por lo tanto, la cooperación global y el compromiso con los principios fundamentales de los ODS son primordiales. A pesar de estos tiempos difíciles, los ODS deben seguir siendo la hoja de ruta para lograr el desarrollo sostenible para 2030 y más allá.

No olvidemos la gran relevancia de las empresas. Es necesario adoptar un encauzamiento sistémico para ocasionar la transformación tanto dentro de las entidades como en el sistema económico más amplio, para prosperar hacia una gobernanza de las partes interesadas en vez de una primacía de los accionistas y dar lugar a la acción irrebatible que se necesita para alcanzar los ODS. El movimiento B Corp es pionero en su trabajo hacia la agenda 2030, desde la misma comunidad B Corp pero también las comunidades B locales, instituciones académicas, comunidades de consultores, inversores, alianzas y usuarios del SDG Action Manager. Esperamos que encuentres inspiración y sigas tomando acción para contribuir al cumplimiento de los ODS, tal y como lo están realizando todas las personas involucradas en el movimiento B Corp.


Joan Olivella es B Corp Certification Lead en B Lab Spain.

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