#Ecólatras, la suma de acciones ciudadanas que están salvando el planeta

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Borja Martiarena

«Merece la pena ir más deprisa en las cuestiones ambientales, pero solo se puede ir más deprisa si contamos con las personas». Así definió la Vicepresidenta Tercera, Teresa Ribera, durante la última edición de los Premios Ecovidrio el papel clave de los ciudadanos en la transición hacia un mundo más sostenible. Precisamente, la ciudadanía es uno de esos agentes a los que las Naciones Unidas apelan en lo que han llamado La Década de la Acción. En estos diez años, nuestra sociedad tendrá que hacer cambios profundos y rápidos para mitigar el aumento de la temperatura planetaria a los límites que establece la ciencia y, además, adaptarse a un futuro marcado en el que algunos efectos del cambio climático son ya irreversibles.

En esta Década de la Acción se están poniendo en marcha acciones ambiciosas a escala global y local por parte de Gobiernos, instituciones y sector privado. Además, la legislación sigue dando pasos para trazar las líneas maestras de nuestra relación con el medio ambiente y, por primera vez, la recuperación en clave verde es uno de los ejes principales de la financiación que contempla la Unión Europea. Pero ¿es posible una transformación auténtica sin el convencimiento de la ciudadanía?

Tras el Acuerdo de París, en Ecovidrio descubrimos que había un sector de la población, con una notable conciencia ecológica, que actuaba y movilizaba voluntades en su entorno más cercano –familias, barrios, colegios, lugares de trabajo, etc.– y que estaba reclamando soluciones a las instituciones. Para dar un espacio propio a estos ciudadanos con un gran eco, en 2017 creamos #Ecólatras, la primera plataforma digital de eco-movilización.

Los ecólatras pueden crear su iniciativa movilizada y convocar a otros internautas para trabajar juntos por el medioambiente

Esta comunidad, que ya cuenta con más de 127.000 usuarios en España, es un punto de encuentro de personas anónimas que quieren cambiar las cosas a través del desarrollo de proyectos personales capaces de generar un impacto positivo en su entorno. Desde cosméticos naturales y zapatillas fabricadas con productos reciclados hasta colchones elaborados con residuos plásticos procedentes del Mediterráneo, huertos urbanos, centros de protección de la biodiversidad local o iniciativas de reforestación, las áreas en las que podemos poner nuestro granito de arena por el planeta son muy diversas. Así lo demuestran los más de 1.200 proyectos registrados. Los ecólatras también pueden crear su propia iniciativa movilizadora y convocar a otros internautas en una fecha concreta para trabajar juntos por el medio ambiente en acciones como una recogida de residuos o un taller de concienciación. Gracias a estas convocatorias, cualquier ciudadano puede unirse a proyectos ya existentes y participar en la lucha contra el cambio climático.

Pero nuestro compromiso con la acción local va más allá de reunir a estos ecologistas activos: a lo largo del año ofrecemos recursos y materiales prácticos a los proyectos con mayor proyección, les ayudamos a continuar difundiendo su eco y ser inspiración para la sociedad. Tal como exige la Década de la Acción, desde Ecovidrio promovemos la educación ambiental y #Ecólatras es una de nuestras herramientas más eficaces. A través de la publicación de contenidos en redes sociales somos testigos de un debate ambiental enriquecedor, interesante y que construye en positivo.

Estoy convencido de que la revolución ecólatra ha llegado para quedarse. Estos activistas, que no dudan en remangarse y sacar adelante su proyecto por la defensa de su entorno, son un soplo de aire fresco en la lucha contra el cambio climático y una muestra de que la movilización colectiva es una herramienta poderosa. #Ecólatras es una prueba irrefutable de que los cambios pueden surgir en cualquier lugar: una pedanía que alberga un centro de conservación de una especie local fundado por sus propios habitantes, una comunidad de vecinos que se propone crear un espacio verde en plena ciudad, un colegio rural que promueve la sostenibilidad desde los primeros cursos… Personas normales y corrientes que hacen cosas extraordinarias, una suma de acciones locales que nos ayudarán a conseguir los objetivos globales recogidos en la Agenda 2030.

¿Para qué sirve reciclar? ¿Importa realmente si me desplazo en coche en lugar de usar la bicicleta? ¿Los productos de proximidad no son más caros? Continuamente escucho preguntas de este tipo procedentes de personas que no creen en la transición ecológica. Dejemos de dar la espalda y hacer oídos sordos a la llamada de emergencia de nuestro planeta, sigamos la senda de los ecólatras y comencemos a cambiar nuestros hábitos. Solo así conseguiremos el verdadero cambio que reequilibrará nuestra relación con la naturaleza.

Borja Martiarena es director de Marketing de Ecovidrio