¿Dónde están los artistas del mañana?

Imagine un mundo en el que no se escriban libros. En el que no se creen piezas musicales ni se realicen nuevas combinaciones de color en un lienzo. Un mundo sin arte sería nefasto: la cultura es un bien social y un modo de vida que debemos cuidar. Detrás de cada cuadro, película u obra de teatro hay un grupo de personas que trabaja para que podamos disfrutar, cuestionarnos, empatizar e imaginar otros mundos. 

Como pudimos corroborar durante los peores momentos de la pandemia, la cultura beneficia a la salud física y mental, tal como lo recoge el informe Report on the evidence base for arts and health interventions de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, la cultura contribuye al desarrollo económico y a la riqueza de los países y, en el caso de Iberoamérica, aporta más de un 2% del PIB y el 1,7% de los empleos en la región, de acuerdo con un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (Cepal).

Es un engranaje que se mueve porque hay quienes crean y quienes están dispuestos a ver, escuchar y disfrutar. Pero ¿qué podemos hacer para seguir generando cultura? ¿Cómo fomentar las vocaciones artísticas para que un mundo sin cultura no exista?

Durante el II Seminario Iberoamericano de Primera Infancia, Lectura, Lenguajes Artísticos y Familias Lectoras en la Primera Infancia, realizado en abril de 2022 por la OEI y CERLALC, se mencionó a la familia como el primer germen del hábito lector y escritor. El hogar es donde se produce el desarrollo inicial de los niños y niñas. Ytambién el espacio donde se origina al artista.

La cultura contribuye al desarrollo económico de los países y, en el caso de Latinoamérica, aporta más de un 2% del PIB

Sin embargo, el centro educativo también tiene un rol decisivo para alentar la capacidad creativa. Las artes permiten desarrollar en los más pequeños competencias como la creatividad y la innovación, y por eso, del 23 al 29 de mayo de este año se celebra la Semana de la Educación Artística. Desde 2012, la Unesco invita con esta fecha a reflexionar sobre la importancia de educar en las artes, una disciplina que para su directora general, Audrey Azouley, «no solo es un medio para hacer frente a las situaciones de crisis, sino que también contribuye al bienestar socioemocional y a la mejora de los resultados del aprendizaje».

Después de la escuela, las bibliotecas, los teatros, los museos y los centros culturales son los siguientes eslabones en esta cadena por mantener viva la cultura y generar aficiones artísticas durante la infancia. Conscientes del papel de la escuela en la cultura y las artes, trabajamos en varias direcciones para que la educación artística tenga el papel que merece en la enseñanza.

Una de las últimas iniciativas ha sido la plataforma de experiencias artísticas, un espacio web que recopila buenas prácticas y actividades llevadas a cabo por gestores culturales, instituciones y educadores a fin de que puedan replicarse y servir de ejemplo para otros educadores Por su parte, la Escuela de Cultura, del recién lanzado Instituto Iberoamericano para la formación y el aprendizaje para la cooperación de la OEI, oferta un programa virtual de educación artística del presente, una propuesta formativa que tiene como objetivo debatir en torno a la educación artística iberoamericana actual y generar un proceso de reflexión para contribuir al desarrollo de una educación artística conectada con el ahora.

En España, el Reina Sofía o el Museo Cerralbo incluyen en sus programaciones el trabajo sobre cultura visual con jóvenes y docentes

Vivimos en un mundo lleno de imágenes, vídeos, sonidos y, en definitiva, estímulos sensoriales que nos asaltan. Ser niña o niño en un contexto como el actual es acceder a esa gran cantidad de información que resulta atractiva pero que no se sabe interpretar. La educación artística resulta clave para saber mirar y educar en la cultura visual.

En España, instituciones como el Museo Reina Sofía o el Museo Cerralbo incluyen en sus programaciones el trabajo sobre cultura visual con jóvenes y docentes. Recientemente, el Reina Sofía ha trabajado con profesorado talleres sobre creación contemporánea, a partir de los fondos documentales del museo, y el Museo Cerralbo, por otra parte, ha impartido Cerralbo en memes, un taller sobre sexualidad, afectividad y género a partir de las obras del museo, memes y música actual.

Si queremos un mundo con arte y cultura en el que seguir enriqueciendo las miradas y alimentando la curiosidad y capacidad de imaginar, la educación artística debe estar presente en los currículos educativos. Educar a los artistas y a los públicos del mañana es una labor que comienza en la familia, pero que se desarrolla en el resto de las etapas de la vida y en la que los educadores son esenciales. Formar a los educadores en lenguajes artísticos ayudará a generar miradas críticas en los niños para entender la sociedad visual.

Cristina Ortiz es experta en Comunicación de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).