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«La solución a la crisis pasa por reducir la dependencia de los combustibles fósiles»

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Noemí del Val
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22
enero
2022

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Noemí del Val

La CEO de Iberdrola España, Ángeles Santamaría, analiza los riesgos y oportunidades de la transición ecológica en un momento de convulsión para el mercado energético, que se ha visto sacudido por la guerra de Ucrania y una escalada de precios que hace mella en el ánimo del consumidor.


El ataque de Rusia a Ucrania pone sobre la mesa un viejo problema nunca resuelto: la excesiva dependencia energética de Europa. ¿Cuál es su valoración?

La recuperación pospandemia a nivel global y, ahora, la guerra en Ucrania, han vuelto a poner en el centro del debate la necesidad de un suministro energético seguro y lo más independiente posible de terceros países, especialmente independiente de zonas geopolíticamente inestables. En línea con el principal mensaje de la Comisión Europea, la solución a la actual crisis, y también para conseguir un sistema energético más competitivo y autosuficiente y menos vulnerable a futuros desequilibrios potenciales, pasa por reducir la dependencia de los combustibles fósiles a través de la aceleración de la transición energética. Europa no solo busca una energía sostenible y libre de emisiones, sino autóctona. Las energías renovables tienen ese doble valor: la sostenibilidad medioambiental y la independencia energética, además de ser las fuentes más competitivas.

Se produce, además, una dependencia doblemente negativa: dependemos de países autócratas que nos suministran combustibles fósiles.

Sí, por ello es de vital importancia acelerar la transición energética e introducir la mayor cantidad de renovables posible en la electricidad, que son, hoy por hoy, las tecnologías más maduras y competitivas para descarbonizar, y son energías autóctonas. Europa, por suerte, cuenta con diferentes zonas geográficas ricas en recurso natural: viento en tierra, en el mar y sol. A partir de ahí, la clave es aumentar la electrificación, sustituyendo el uso de combustibles fósiles en tantos usos finales como sea posible. Este es el caso de la movilidad eléctrica o la climatización. Todo ello representa una enorme transformación a nivel tecnológico, industrial y social, a la que vamos a asistir en los próximos años, a la que ya estamos asistiendo. En Iberdrola comenzamos esta transformación hace veinte años, basando nuestro crecimiento en renovables, redes y almacenamiento, invirtiendo en este periodo más de 130.000 millones de euros en todo el mundo. Sabemos que se puede hacer y que es una fuente de oportunidades y de crecimiento.

«Bruselas reconoce que el gas es el origen de la actual situación de precios»

¿Cómo afecta esta guerra a los planes de descarbonización de la economía?

Solucionar la crisis actual de los precios energéticos requiere, en primer lugar, atajar su causa real. Con ello, maximizaremos la efectividad de las medidas y evitaremos intervenciones e impactos colaterales indeseados, como podrían ser retrasar o inviabilizar la transición energética. La Comisión Europea reconoce en sus comunicaciones claramente que el gas es el origen de la actual situación de precios en el mercado eléctrico y que es necesario avanzar y acelerar en los objetivos de renovables, avanzar en la descarbonización. Esta situación debe representar un impulso decidido y fuerte a la aceleración de la transición energética, es una autentica oportunidad para alcanzar cuanto antes un sistema energético autosuficiente, competitivo y limpio. La respuesta es más renovables y más electricidad renovable. Esta es la solución, no más gas y petróleo. 

Y España, ¿qué obstáculos debe vencer para avanzar en su transición energética?

España tiene condiciones muy favorables para acometer la transición energética, en la que hemos avanzado positivamente en los últimos años. Tenemos todo para ganar: viento, sol, terreno, industria y capacitación. Tenemos todas las condiciones para ser un ejemplo y un caso de éxito. Hay que reconocer que también hay obstáculos que salvar: el largo proceso de tramitación y obtención de permisos se ha convertido en una enorme dificultad que está demorando la instalación de nueva capacidad renovable. Hay una total coincidencia en el sector en cuanto a que o bien se reforman y aceleran estos procesos, o se pueden convertir en el mayor obstáculo para alcanzar los objetivos del 2030. Por otra parte, ya hemos visto en el pasado como el riesgo regulatorio ha mermado la confianza de inversiones y disminuido el apetito inversor en el sector energético. Por eso, es muy relevante que todas las medidas que se puedan tomar en estos momentos para amortiguar o mitigar el efecto de esta crisis no rompan con la necesaria estabilidad y mantengan las señales económicas claras para atraer las ingentes inversiones imprescindibles para el cambio de modelo energético.

El precio de la electricidad ha alcanzado récords históricos y está haciendo mella en el ánimo del consumidor. Este problema, ¿qué solución tiene en un contexto inflacionista?

El precio que ha alcanzado récords no es el precio que percibe el consumidor final, sino el precio del mercado mayorista. Es muy importante entender este hecho. La inmensa mayoría de los consumidores no ha visto impacto en sus facturas, ya que tienen contratos con precios fijos y razonables. El problema es el diseño de la tarifa regulada en España, que somete a una parte de los consumidores (de menos de 10kW) y a aquellas industrias que tienen contratos indexados al pool, a los vaivenes del mercado. La reforma del diseño de la tarifa regulada se ha hecho urgente. No hay ningún país de nuestro entorno que tenga un diseño semejante. La tarifa regulada en Portugal, con el que compartimos mercado mayorista, no ha impactado a sus consumidores de esta forma, ni se ha generado esta alarma, ya que tienen precio fijo anual. 

«En España tenemos todo para ganar la transición energética: viento, sol, terreno, industria y capacitación»

Se habla mucho sobre la transición justa. ¿Cómo podemos amortiguar los impactos sociales provocados por el cambio de modelo energético?

La transición energética representa una transformación de muchos sectores de la economía. En mi opinión, el objetivo hacía donde vamos es claro: un sistema energético sostenible, más eficiente, competitivo y seguro. Sin duda este escenario próximo impactará positivamente en consumidores domésticos e industriales. No es la transición la responsable de la actual crisis energética, sino todo lo contrario, es la dependencia de los combustibles fósiles que debemos eliminar. Y en este proceso se nos ofrecen muchas oportunidades. La transición creará más empleo del que puede destruir (por ejemplo, según la OIT, en relación de 4 a 1), pero hay que posicionarse y cuanto antes mejor. El desarrollo de las tecnologías asociadas a la transición, renovables, redes, movilidad y almacenamiento es una oportunidad de creación y transformación de empleo y crecimiento económico. Si no lo hacemos en nuestro país, lo harán otros. 

Las dos palancas que están transformando nuestras vidas y nuestra economía son la digitalización y la sostenibilidad. ¿Qué innovaciones nos pueden permitir ser más efectivos en la batalla por el clima?

La digitalización es una palanca imprescindible para alcanzar los objetivos. Como ejemplo, podemos ver el importante papel de la digitalización de las redes, que son el eje vertebral de los nuevos modelos derivados de la transición energética, tales como autoconsumo, almacenamiento en diferente escala, gestión activa de la demanda… La digitalización en este caso abre la puerta a una gestión diferente que hace las redes mucho más flexibles y eficientes.

Una de las grandes apuestas de Iberdrola es el hidrógeno verde, una alternativa energética incipiente y sobre la que todavía planean algunas dudas por los altos costes de producción y los problemas de almacenaje. ¿Cuál es su papel en la transición a un modelo de energías renovables?

La sustitución de los combustibles fósiles por electricidad tiene un enorme potencial. Se considera que es posible electrificar más del 60% del consumo final de energía. El hidrógeno es una tecnología muy interesante para aquellos nichos donde la electrificación no puede llegar, especialmente en algunos procesos industriales y en el transporte. Por otra parte, representa una enorme oportunidad para España, como decía anteriormente, en desarrollo de tecnología, de know-how, de cadena de valor y de oportunidad de inversión. Pero es una tecnología emergente y todavía no es competitiva (a fecha de hoy) a nivel comercial. Es preciso un impulso a la colaboración público-privada para acelerar su implantación. Inicialmente, mientras la tecnología alcanza la madurez suficiente, vemos una clarísima aplicación para descarbonizar los usos actuales de hidrógeno que actualmente se produce a partir de gas natural para producción de amoniaco.

«En los pueblos donde se instalan renovables se nota menor caída de la población»

Otro debate candente es el de la energía nuclear. ¿Qué papel cree que debe jugar la en esta transición?

El mix energético es responsabilidad y competencia exclusiva de cada estado miembro en Europa. El papel de la energía nuclear, como hemos visto, puede ser radicalmente diferente en cada país. Francia y Bélgica han tomado decisiones de incluir la energía nuclear en su mix en el presente y en el futuro. Alemania mantiene su decisión de cierre, por el momento. Vamos a ver casos muy diferentes en los que la opinión pública tendrá mucho peso en las decisiones de los Gobiernos. En cualquier caso, no podemos olvidar que las decisiones en materia de energía nuclear son difíciles de reorientar en el futuro.

Más del 70% de la capacidad renovable total instalada está en municipios de menos de 10.000 habitantes. ¿En qué medida esta industria puede ser una palanca de cambio para esa España rural cada vez más abandonada?

Las renovables aportan numerosos beneficios al territorio en el que se implantan. Según el estudio METYS, existe una relación positiva y permanente entre las renovables en municipios de menos de 10.000 habitantes y la evolución de la población, el desempleo y la renta en esos municipios en la última década. En municipios donde se instalaron renovables se nota menor caída de la población (2,9% vs 6,6%), mejor evolución del desempleo (10%, de descenso vs 7,5%) y mayor crecimiento de la renta media bruta (2013-18, +16,5%, vs 13%). Pero no basta con medir estos beneficios, hay que hacer populares y atractivos los proyectos para los vecinos. Tenemos auténticos casos de éxito, municipios que han visto una clara ventaja en tener de vecinos plantas eólicas o fotovoltaicas, y seguimos trabajando para que todos lo sean.

Una última cuestión. Las mujeres que presiden empresas del Ibex se cuentan con los dedos de una mano. ¿Se siente usted una rara avis?

No en Iberdrola, donde somos cada vez más mujeres en puestos directivos gracias a una clara apuesta por la igualdad de oportunidades. Lo que cuenta son las personas y sus méritos. Pero sí debo admitir que en algunos encuentros y reuniones del sector energético se pone de manifiesto que estamos en minoría.

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