Una mejor diligencia debida en Europa, clave para la sostenibilidad

Las prácticas de responsabilidad social corporativa (RSC) y sostenibilidad empresarial siguen avanzando en todo el mundo a pesar de la situación de crisis derivada de la pandemia de la covid-19. El Barómetro 2021 de las compras sostenibles de EcoVadis confirma que el cumplimiento de los objetivos en sostenibilidad corporativa ha pasado a ser una prioridad para una mayoría de los ejecutivos y directivos, de los cuales un 63% los considera muy importantes, frente al 25% de 2019. A esta situación se suma el desarrollo y entrada en vigor de nuevas normativas nacionales e internacionales de diligencia debida, que buscan impulsar la responsabilidad empresarial a lo largo de las cadenas de suministro globales. La estandarización de las legislaciones debe mejorar las prácticas sostenibles y ayudar a las organizaciones de todos los tamaños a potenciar su RSC de forma conjunta con sus socios, clientes y proveedores con tal de tener un impacto real. Este es el objetivo que persigue Europa a través del Pacto Verde, adoptado por la Comisión Europea en enero de 2020. Con este pacto se busca el desarrollo de un marco legislativo comunitario que establezca una base de exigencias de diligencia debida.

No obstante, después de trabajar con más de 700 equipos de compras de empresas líderes en distintos sectores, hemos detectado que garantizar la sostenibilidad en los proveedores de nivel 1 y más allá resulta un reto mayúsculo para muchas compañías. Esta falta de transparencia puede solventarse con la implementación de programas de diligencia debida robustos basados en la recopilación de datos mediante tecnología y conocimientos avanzados. Queremos compartir algunas recomendaciones que creemos que pueden ayudar a la Comisión Europea y los países miembros en el desarrollo de normativas de diligencia debida más completas y eficaces. 

Extender la diligencia debida a todas las compañías de más de 250 empleados

Para tener un impacto real en las organizaciones y cadenas de suministro, la diligencia debida obligatoria debe aplicarse de forma amplia. La sostenibilidad debe ser una prioridad y una obligación para las grandes compañías dado su impacto global, pero también para las pequeñas y medianas empresas, que conforman la mayoría del tejido empresarial de los países. Más allá de los ingresos o el número de empleados, lo que determina el impacto sostenible de una compañía son las compras y la externalización de actividades. Por ello, es necesario que la diligencia debida sea obligatoria, por lo menos, para compañías de más de 250 empleados, a no ser que pueda demostrar que su gasto en aprovisionamiento externo es reducido.

Exigir a las empresas mecanismos de reclamación eficaces para los ‘stakeholders’

Involucrar a las partes interesadas de las empresas en el impulso de la sostenibilidad es clave para asegurar un compromiso real. Incorporar a las normativas de diligencia debida la exigencia de que las compañías dispongan de mecanismos de reclamación eficaces ayudaría a mejorar el control y la monitorización de las prácticas responsables. Estas herramientas deben permitir reportar problemas, riesgos o amenazas para la sostenibilidad empresarial de forma sencilla, directa y transparente, sin que el informante sufra consecuencias personales. Además, para que el sistema sea realmente eficaz se necesita la implicación de trabajadores y ONGs en su desarrollo, y estar a disposición de los legisladores en caso de necesidad.

Desarrollar informes directivos sobre estrategia en sostenibilidad a largo plazo

La gobernanza y estrategia a medio y largo plazo debe reflejar el compromiso en sostenibilidad a nivel tanto interno como en la cadena de suministro. Los consejos directivos deben incorporar la responsabilidad empresarial a sus agendas con tal de complementar los esfuerzos de los departamentos de compras y priorizar la sostenibilidad como misión corporativa. Para asegurar el compromiso, la dirección debe hacer pública la estrategia en sostenibilidad de la empresa a largo plazo, señalando las medidas tomadas para implicar a las partes interesadas, mostrando el mapeo de riesgos realizado y la estrategia a seguir. De esta forma no solamente se prueba el compromiso de la compañía, también se implica a los trabajadores, proveedores y otras partes interesadas en el seguimiento de un objetivo común.

La diligencia debida obligatoria, clave para una Europa sostenible

El desarrollo de un marco legislativo común que impulse la diligencia debida obligatoria en la Unión Europea es esencial para fomentar la sostenibilidad empresarial y mejorar las buenas prácticas sociales y medioambientales. Extender la normativa más allá del sector privado para que también regule las compras y actividades comerciales del sector público, que representa 2 billones de euros anuales en Europa, permitiría expandir todavía más el impacto. Contar con una legislación comunitaria de referencia ayudará además a los países de la Unión Europea a desarrollar sus propias normativas en diligencia debida. Así podrán asegurar que la responsabilidad social corporativa y la sostenibilidad empresarial son una prioridad real para las organizaciones de toda Europa y sus socios comerciales.

Esta es una tribuna firmada por Ecovadis, una plataforma de calificación para evaluar la responsabilidad social empresarial y las compras sostenibles de las empresas