Economía

La hazaña de Wall Street Bets: ¿revolución o una nueva manera de enriquecerse?

Una decena de ciudadanos de un foro de Reddit ha puesto en jaque al sistema financiero estadounidense en esta última semana. Los expertos temen que siente un precedente, también en el uso de plataformas para este tipo de movimientos.

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03
febrero
2021

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Las redes sociales son la culminación del mundo globalizado. La Primavera Árabe, cocinada en teléfonos móviles, comenzó en Túnez y a los pocos meses estallaba en Manhattan, después de haber dejado patas arriba la madrileña Puerta del Sol. Una correlación confirmada poco después por el sociólogo estadounidense Charles Tilly, que demostró la resonancia de la Primavera Árabe en los sucesos del 15-M, y por el investigador de la Universidad de Princeton, Jeff Lawrence, que estableció una causalidad científica entre las protestas de Madrid y el movimiento Occupy Wall Street de Nueva York. Es fácil ver el paralelismo entre esas iniciativas populares y la que acaba de convulsionar a los medios de comunicación, primero a los económicos, y después a todos los demás, por su repercusión social: los miembros del foro Wall Street Bets –dentro de la enorme red social Reddit–, espontáneamente, se pusieron a comprar acciones de una empresa a la baja, Game Stop, desbaratando las operaciones en corto del fondo de cobertura Melvin Capital. Esta hedge fund había empezado el año con 12.500 millones de dólares –al cambio, unos 13.000 millones de euros– en acciones, y la semana pasada bajó a 8.000 millones, con un descalabro del 53% de sus inversiones. El tuit de uno de los miembros de Melvin Capital no dejaba lugar a dudas: «We are fucked».

El movimiento, en este caso, no ha sido político –al menos, en apariencia– pero coincide con los antes mencionados en que gente de a pie, valiéndose de las redes sociales, ha impactado la línea de flotación del establishment. Un giro de guion inesperado en el que por una vez no ganan los poderosos y que, inevitablemente, se gana ciertas simpatías entre la sociedad: el manido símil de David y Goliat encarnado esta vez en un foro de aficionados contra las élites de Wall Street.

Con el gigante aturdido y en plena resaca de la euforia inicial –incluida la mediática–, empiezan a surgir algunas voces reflexivas que ponen en duda la heroicidad de los perpetradores de la hazaña o que, al menos, advierten de las peligrosas consecuencias de sentar un precedente así. El móvil de los miembros de Wall Street Bets no queda claro del todo, aunque algunos lo achacan a que entre ellos hay un gran número de aficionados a los videojuegos como los que se venden en Game Stop, una cadena de tiendas físicas en peligro de extinción por el auge de las ventas online y el streaming.

El móvil de los miembros de Wall Street Bets no queda claro del todo

Los comentarios de varios foreros que participaron en la iniciativa sugieren también un afán activista contra los desmanes del sector financiero, tan ajeno a veces a la economía real y, sobre todo, tan dado a enriquecerse en tiempos de crisis mientras el resto se empobrece. Vender en corto significa apostar a que a un activo, a una empresa o incluso a un país, le va a ir mal: se venden sus acciones para comprarlas después a un precio menor y obtener de ello un beneficio. Asumiendo esto, hay un hecho indudable: quienes participaron en la compra –a priori, desinteresada– de acciones de Game Stop para anular esas operaciones, salvar a la empresa y perjudicar al desalmado hedge fund, también ganaron mucho dinero.

Una prueba de que iniciativas así pueden tener una índole puramente crematística es que, hace dos días, el valor de la empresa alavesa Tubacex –fabricante de tubos de acero–, se disparó un 19% después de que un grupo de Telegram emulara en nuestro país al foro de Reddit. No tuvo mucho efecto disuasorio que la CNMV se apresurase a recordar que la legislación española no es la estadounidense y advirtiera el jueves pasado de que aumentar el valor de una acción a niveles artificiales en España equivale a una «manipulación del mercado» y puede acarrear hasta seis años de prisión y multas que alcanzan los 30 millones de euros. Dejando eso aparte, esto es una muestra más de que las acciones promovidas en redes sociales no conocen fronteras, ni geográficas, ni institucionales: empresas británicas a la baja como Pearson y Cineworld, también han tenido una imprevista subida en bolsa estos días.

Por otro lado, si el objetivo fuera meramente idealista –acabar con las operaciones que pueden llevar a la quiebra a una empresa por el enriquecimiento de unos pocos–, también revestiría un peligro, como han advertido varios economistas. Si bien las operaciones en corto no son populares –y menos los fondos que las practican con habitualidad–, ofrecen una visión alternativa de una empresa y mantienen los precios de las acciones en un cierto equilibrio, sin el cual las valoraciones del mercado de valores tendrían poca semejanza con la realidad, y eso sería perjudicial para quienes tienen sus ahorros invertidos.

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¿Heroicidad o delito?

Muchos expertos coinciden en que todo se resume a aclarar si se trata de compras individuales por particulares sin condicionar en el libre ejercicio de su derecho o de un movimiento orquestado para inflar las acciones. En este segundo caso, sí estarían incurriendo en una intencionalidad de variar artificialmente el valor de una empresa y se expondrían a las consecuencias penales que apunta la CNMV.

En este sentido, el diario londinense Evening Standard se preguntaba en una de sus columnas qué pasaría si fuera la propia publicación la que alentara en sus páginas a sus lectores a comprar acciones de una determinada empresa. «Muy posiblemente incurriríamos en un delito de manipulación bursátil, pero eso no sucede en el caso de un foro y su moderador», escribe la articulista.

La CNMV recuerda que aumentar el valor de una acción a niveles artificiales en España equivale a una «manipulación del mercado»

No está tan claro todavía que la acción de Wall Street Bets no vaya a tener consecuencias para Reddit. Si bien la plataforma tiene muchas normas internas referidas a «dirigir invectivas no deseadas a alguien» o «enviar grandes cantidades de mensajes privados a usuarios que no los esperan», no hay menciones expresas a publicaciones que pudieran incitar a hacer algo ilegal, una decisión que suele dejarse en manos de los moderadores. El cofundador de la red, Alexis Ohanian, no parecía muy preocupado la semana pasada cuando publicaba en un hilo de Twitter: «Es una tormenta perfecta en un momento en que mucha gente está sufriendo y se avecinan deudas ineludibles. Esto es algo en lo que creer».

También para quienes solo creen en el dinero. «La manipulación de Wall Street Bets es ahora el mejor punto de partida para monetizar una operación de influencia», tuiteó el investigador de Stanford Alex Stamos, exdirector de seguridad de Facebook. «No sé si se rompió alguna ley esta vez, pero Reddit ahora tiene un problema: es el hogar de una comunidad de cientos de miles de personas que han demostrado la capacidad de mover miles de millones de dólares basándose en la insistencia de, como máximo, un par de docenas de cuentas anónimas», añadía. El actual director de seguridad de la misma plataforma, Nathaniel Gleicher, no tardó en sumarse con otro tuit: «Avanzar en cómo estas tácticas permiten el fraude es esencial para desincentivar a los malos».

No hay evidencia, en cualquier caso y la menos por ahora, de que la iniciativa espontánea con las acciones de Game Stop tenga vínculos con una operación de influencia maliciosa. Más allá de las voces alarmistas, lo cierto es que Wall Street Bets no ha puesto en jaque a la bolsa y, como mucho, ha perjudicado a unos pocos fondos que actuaban en corto. Pero en la última década ha quedado claro que las mismas herramientas de internet que sirven para construir movimientos sociales –ya sean políticos, financieros o de economía colaborativa–, suelen tener inicios muy románticos… y finales que pueden no serlo tanto. En manos de malos actores, existe un riesgo de que terminen convertidos en medios de manipulación o de mero enriquecimiento. Ya lo advertía Marta Peirano, autora de El enemigo conoce el sistema, en una entrevista para Ethic, refiriéndose a Apple, Amazon y Google: «Todas empiezan por un buen motivo».

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