La sostenibilidad (también) está en la caja

Champú, gel, acondicionador, crema hidratante, barra de labios… ¿Te has parado a pensar cuántos envases tienes en el cuarto de baño y cuántos recursos se emplean para fabricarlos? O, dándole la vuelta a la pregunta, ¿cuántos materiales se ahorrarían si los botes y frascos que pueblan nuestras repisas estuvieran fabricados de manera más eficiente?

Para saberlo, L’Oréal ha analizado el ciclo de vida de sus productos para medir su impacto en el medio ambiente. Las conclusiones de diversos estudios han demostrado que, en promedio, el 50% de la huella ambiental de un producto está vinculado a su packaging. Por ello, diseñar unos envases más eficientes es un paso fundamental para garantizar que cumplen los máximos estándares de respeto al planeta. Dentro de la estrategia de sostenibilidad Sharing beauty with all, la compañía adoptó hace más de diez años una política de optimización de sus envases basada en ‘3Rs’ o principios básicos de actuación: respetar la salud y seguridad del consumidor y la biodiversidad; reducir el peso y tamaño de los envases y reemplazar los materiales por otros con menor impacto ambiental que promuevan la economía circular.

L’Oréal evitó el consumo de 8.705 toneladas de materiales vírgenes en 2018, un 19% más que el año anterior

«Desde 2007 hemos estado mejorando constantemente la huella medioambiental de nuestros envases a través de una estrategia integral de packaging. Nuestro objetivo es que el 100% de los productos de L’Oréal mejoren su perfil medioambiental y/o social para 2020 y la optimización del packaging es esencial para alcanzarlo», explica Juan Alonso de Lomas, presidente de L’Oréal España. «Por ello, innovamos cada día para eco-diseñar nuevos envases, optimizando su peso y tamaño para utilizar menos materiales o reemplazarlos con alternativas de fuentes recicladas o renovables, además de forjar alianzas estratégicas con organizaciones relevantes que nos ayuden a desarrollar las últimas innovaciones en packaging de la industria, destacando la Fundación Ellen MacArthur para la iniciativa global New Plastics Economy, Carbios, Spice o Albéa», añade.

Todas estas acciones ayudaron a la compañía a evitar el consumo de 8.705 toneladas de materiales vírgenes en 2018, lo que supone un aumento del 19% con respecto al año anterior. Son especialmente importantes los datos sobre la integración de materiales reciclados en el componente plástico de los envases, que se han incrementado en un 38% si los comparamos con las cifras de 2017. El desarrollo de la herramienta pionera en el sector SPOT (Sustainable Product Optimization Tool) para medir los impactos ambientales y sociales de un cosmético y la revisión continua del proceso de ecodiseño son otras de las claves para garantizar la sostenibilidad del continente y del contenido del producto.