La contaminación provoca 400.000 muertes prematuras en Europa cada año

A comienzos de año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo público un listado con las diez principales amenazas que nuestra salud deberá resistir durante este 2019. Aunque en el ranking entran nuevos peligros como el auge del movimiento antivacunas o, cada vez más, el cambio climático, ninguno se acerca al riesgo que supone la contaminación: según las cifras de la organización, nueve de cada diez personas respiran a diario aire contaminado, algo que causa la muerte prematura de más de siete millones de personas cada año por enfermedades directamente relacionadas con ello.

Más de 3.000 millones de personas cocinan a diario con fuentes contaminantes en sus casas

Ese mismo –y aterrador– dato lo repetía la coordinadora de Contaminación Atmosférica y Salud Urbana de la OMS, Nathalie Roebbel, que alertó sobre las consecuencias de la calidad del aire en las ciudades –y su incidencia en el aumento accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón e infecciones respiratorias agudas–, en el marco de un seminario sobre liderazgo en gestión de calidad del aire organizado por la Fundación Naturgy en Bruselas. Roebbel recordó que el 91% de la población mundial respira aire contaminado y que más de 3.000 millones de personas cocinan con fuentes energéticas contaminantes en sus casas. «Las ciudades del mundo están creciendo rápidamente, y por ello las políticas para mejorar el aire urbano deben hacer frente a esta mayor exposición de las personas que viven en entornos urbanos», aseveró. Además, aprovechó su intervención para hacer un llamamiento a las instituciones públicas para invertir más en medidas de prevención, que hoy apenas representan un 4% del gasto en salud pública.

«No hay una solución única para tratar de mitigar la contaminación en las ciudades, que proviene principalmente del tráfico rodado, por lo que es imprescindible analizar con detalle cada área urbana para aplicar las medidas óptimas que permitan alcanzar los resultados deseados de reducción de emisiones contaminantes», afirmó por su parte María Eugenia Coronado, directora general de la Fundación Naturgy, que destacó la necesidad de establecer medidas adecuadas para cada ciudad, considerando, entre otros factores, las características geográficas y climáticas, los hábitos y necesidades de sus habitantes y las alternativas tecnológicas y de combustible que permitan mayor sostenibilidad.

Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea (CE), enfatizó en la mejora de la calidad del aire en zonas urbanas a través de acciones a nivel europeo, nacional, regional, local y por parte del sector privado. Aterrizando las cifras globales al territorio europeo, Calleja señaló que, dentro de la UE, la deficiente calidad del aire causa 400.000 muertes prematuras y supone un coste de 24.000 millones de euros cada año. De hecho, la calidad del aire es la segunda preocupación de los ciudadanos de la UE, sólo por detrás del cambio climático.

La contaminación del aire en Madrid, Lombardía y Berlín

Las diferentes ciudades y países europeos ya están tomando medidas para combatir la contaminación y mejorar la calidad del aire y de la vida de sus habitantes. En la jornada participaron representantes de tres de las zonas europeas más activas en la lucha contra la polución, como Berlín, la región italiana de Lombardía y Madrid.

Madrid busca una reducción del 50% de sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2030

El subdirector de Energía y Cambio Climático del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Juan Azcárate, explicó minuciosamente el Plan de Madrid para la Calidad del Aire y el Cambio Climático (conocido como Plan A), que tiene por objeto promover vehículos más limpios en sectores clave que tienen un impacto significativo en las emisiones derivadas del tráfico rodado. «El transporte es la principal fuente de contaminantes atmosféricos y de emisiones directas de gases de efecto invernadero en la ciudad, y el Plan A incluye acciones e instrumentos combinados hacia una movilidad de bajas emisiones, que permitan a Madrid alcanzar los objetivos de calidad del aire y clima», explicó. Además, incidió en las medidas centradas en la redistribución del espacio urbano, como la creación de Madrid Central –que abarca 480 hectáreas de bajas emisiones– y la apertura de más espacio para ciclistas y peatones.

En este sentido, también destacó la incorporación de nuevos vehículos a las flotas municipales, y puso como ejemplo que el 65% de la flota de autobuses –1.340 vehículos– se mueven con gas natural, que ya cuentan con una cuarentena de autobuses y minubuses eléctricos y que este año 2019 está previsto incorporar 35 autobuses eléctricos más. «Tenemos el compromiso local para conseguir una reducción del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes del tráfico rodado en 2030 con respecto a 2012», concluyó Azcárate.

Por su parte, el jefe de Gestión de la Calidad del Aire en el Departamento de Medio Ambiente, Transporte y Protección del Clima de Berlín, Martin Lutz, presentó los resultados del programa No diesel without a filter, gracias al que los niveles de partículas de la capital alemana se han reducido de forma considerable. Sin embargo, explicó que, a pesar de los esfuerzos realizados, Berlín sigue luchando para cumplir la norma de calidad del aire para el dióxido de nitrógeno (NO2) –al igual que sucede en muchas otras grandes ciudades de Europa– y se refirió al incumplimiento de las normas de control de emisiones de la UE para los vehículos diesel y la creciente presión para que se actúe con rapidez a raíz de las sentencias de los tribunales germanos.

El nuevo plan berlinés de lucha contra la contaminación incluye restricciones a vehículos diésel que superan el valor límite de emisiones de NO2

«Berlín cumple los valores límite de partículas, pero dadas las crecientes pruebas del efecto sobre la salud a niveles de contaminación aún más bajos, sigue habiendo buenas razones para adoptar nuevas medidas para aproximarse a los niveles de referencia más protectores de la OMS en 2030», afirmó Lutz, que destacó asimismo algunas medidas clave del nuevo proyecto de plan de calidad del aire de Berlín, presentado hace apenas dos semanas a consulta pública y que incluye restricciones de acceso a vehículos diésel que aún superan el valor límite de NO2.

Para finalizar, Guido Lanzani, jefe de la Unidad de Calidad del Aire de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de la Región de Lombardía, explicó que las características orográficas y meteorológicas de la región italiana determinan unas condiciones de dispersión muy deficientes y que, a pesar de una tendencia significativa a la disminución de las emisiones durante años, es habitual superar el límite diario de partículas y el límite anual de NO2. «El tráfico rodado es la principal fuente de emisión de óxidos de nitrógeno en todo el valle del Po, mientras que la quema de madera es responsable del 44% de la emisión de partículas», explicó Lanzani, que puso énfasis también en los programas de información y sensibilización de los vecinos lombardos para que, en 2025, se respeten plenamente las normas medioambientales en este aspecto. «Hemos sentado las bases para reducir esta fuente de contaminantes, con una clasificación de las calefacciones, la prohibición progresiva del uso de las peores y requisitos cada vez más ambiciosos para las nuevas instalaciones» , concluyó.