20 años caminando de manera sostenible

Residuos, plásticos, contaminación atmosférica y acuática, deforestación… el planeta se enfrenta a un amplio abanico de retos medioambientales que difícilmente se podrán solucionar si no nos implicamos todos de manera activa. Las empresas, por su capacidad de influencia y por el impacto de su actividad, tienen una oportunidad única para marcar la diferencia trabajando por y para el planeta. La conservación de los ecosistemas es una parte indivisible del ADN de El Naturalista, marca riojana de calzado, que hace de la consigna «Producto + Planeta + Personas» su leit motiv.

En 1998, comenzaba su andadura una nueva forma de producir y diseñar. El calzado de El Naturalista se inspira en la naturaleza y utiliza materiales respetuosos con el medio ambiente que provienen de residuos a los que se les da una segunda vida contribuyendo a la construcción de la economía circular. Para celebrar sus 20 años, han lanzado las colecciones Tierra y Aire con suelas que incluyen redes de pesca recicladas o conchas marinas y han conseguido que el interior de los zapatos esté limpio de cromo y sea, por tanto, un forro mucho más sostenible.

Cuentan con una colección 100% vegana hecha con velas de barco y algo marinas

El maltrato animal y la sobreexplotación ganadera son dos problemáticas actuales que cada vez son más determinantes a la hora de cambiar de hábitos de vida y alimentación. Al mismo tiempo que, según un estudio de World Animal Protection, más del 60% de los españoles se opone a las fiestas taurinas -el 80% en el caso de los jóvenes de hasta 25 años-, casi uno de cada diez españoles mayores de edad se declaran veggies, de acuerdo al informe The green revolution de la consultora Lantern. En sintonía con esta creciente tendencia, El Naturalista ha lanzado una colección cápsula 100% vegana.

«Hemos querido ser fieles a nuestros principios y lanzar una colección totalmente friendly donde todos los materiales son reciclados y veganos gracias a un tejido producido con materiales de origen no animal, imitando un aspecto y textura de piel con las características y prestaciones de alta calidad y durabilidad», explican. Entre esos materiales destacan la tela procedente de velas de barco recicladas y el seacell, una fibra concebida a partir de algas. Se fabrica según un proceso ecológico que permite obtener una fibra pura, natural y degradable a partir de un 83 % de algodón y un 17% de hilatura de alga marina. Para las plantillas usan granulado de corcho reciclado.

El 2,14% de las ventas de cada par de zapatos se destina a proyectos de ayuda a la infancia

La sostenibilidad no es solo ambiental. Un planeta muy limpio con desigualdades sociales graves, por ejemplo, no es un mundo sostenible. Unicef asegura que uno de cada cuatro niños viven en países afectados por situaciones de emergencia, como conflictos y desastres naturales, que pueden amenazar sus vidas. Para contribuir a crear una sociedad más igualitaria, El Naturalista destina el 2,14% de cada par de zapatos a programas de atención y asistencia a la infancia. En Etiopía, junto a la ONG Ambessa, ya han podido atender a 110 niños. Hasta ahora, no podían quedarse a dormir en el orfanato porque el gobierno etíope no se lo permitía al ser una casa en alquiler, cuentan. El dinero recaudado con la venta de sus productos se está destinando a la construcción de un hogar para estos niños.