Innovación
«El ‘big data’ puede dar el impulso definitivo al sector medioambiental»
«La transición hacia la economía circular únicamente será posible a través de un cambio social y de la colaboración público-privada», opina Óscar Martín, CEO de Ecoembes.
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COLABORA2018
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Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes, subraya en esta entrevista para Ethic la importancia de impulsar una economía circular y augura grandes avances en la conservación del medio ambiente y en la lucha contra el cambio climático gracias a la irrupción del ‘big data’.
«Nos enfrentamos a un problema global para el que no existen soluciones milagrosas ni cortoplacistas»
¿Crees que el nuevo Pacto para la Economía Circular firmado el pasado 18 de septiembre y apoyado por la UE acelera la transición hacia una economía circular? ¿Cómo trasladar los objetivos propuestos a nivel local?
Sin duda este pacto puede contribuir a la transición hacía la economía circular, y ejemplifica el compromiso de España con los objetivos marcados por Europa. En Ecoembes, como no podía ser de otra manera, hemos querido sumarnos para fomentar el uso de indicadores comunes, transparentes y accesibles, que permitan conocer el grado de implantación de la economía circular en todos los niveles de la administración. Valoramos muy positivamente que se trabaje en dos ministerios (MAPAMA y MINECO) porque no hay otra opción más que abordar la adopción de la economía circular desde todos los ámbitos. No obstante, esta transición únicamente será posible a través de un cambio social y la activación real y efectiva de medidas, a todos los niveles, y especialmente desde el ámbito público. Fomentar la compra verde pública, marcar objetivos exigentes en materia de reciclado para todos los tipos de residuos, extender la obligatoriedad de la recogida selectiva a ámbitos más allá del municipal (centros de trabajo, de ocio, eventos…), trabajar por estadísticas homogéneas y estandarizadas, o adoptar el pago por generación, son solo una muestra de las acciones que se pueden adoptar. Prueba de este compromiso es la firma de la ‘Declaración de Sevilla’ en la que se subrayan las líneas de actuación a las que se comprometen las ciudades para favorecer la economía circular, y que ha sido ya respaldada por cerca de 140 responsables locales nacionales y europeos. En el ámbito empresarial, las compañías también deben ser parte de esta transición. Apostar y fomentar el consumo responsable o aplicar la innovación para reducir el impacto ambiental de sus procesos y productos, haciéndolos más sostenibles, es un deber. En Ecoembes llevamos 20 años promoviendo la economía circular bajo el prisma de la colaboración público-privada e involucrando a ciudadanos, administraciones y empresas. Así hemos hecho posible no solo que nuestro país cumpla con los objetivos de reciclado de envases, si no también que se fomente la innovación, la educación medioambiental y la colaboración.
El análisis masivo de grandes volúmenes de información, una estrategia que ya se utiliza en infinidad de sectores, cambia radicalmente la relación de la empresa y el ser humano con el medio ambiente. ¿Entramos en la era del empleo verde?
Es cierto que España lleva ya años trabajando en la creación de empleo verde –sin ir más lejos, la actividad de Ecoembes en el sector del reciclaje de envases ha generado en nuestro país 42.000 puestos de trabajo- pero todo apunta a que la irrupción de las nuevas tecnologías en la gestión de grandes cantidades de información y datos puede dar el impulso definitivo al sector medioambiental. En este escenario, el uso que hagamos de la tecnología enfocada a la analítica de datos, la apuesta por el big data o el internet de las cosas (IoT) aplicados a la economía circular pueden ser claves. Aquí cobra especial relevancia la creación de TheCircularLab. Se trata de un centro de innovación que hemos lanzado este año, pionero en Europa, y que a través de la investigación colaborativa, centra su actividad en la economía circular. Para ello, apuesta por aplicar la innovación a áreas como la gestión inteligente de los residuos o los envases del futuro, pasando por estudiar nuevas soluciones que ayuden a la ciudadanía a reciclar mejor, así como el fomento del emprendimiento a través de una incubadora de start-ups. En este marco, estamos desarrollado iniciativas como SmartWaste, una plataforma integral que aglutina datos provenientes de diferentes fuentes tecnológicas (como contenedores inteligentes o caminos conectados por GPS) para mejorar la recogida, el tratamiento y el reciclado en las ciudades inteligentes; o un chatbot, basado en la inteligencia artificial y el machine learning, que ayudará a los ciudadanos a reciclar a través de reconocimiento por voz e imagen y podrá implantarse en diferentes aplicaciones.
«El 70% del impacto ambiental de un producto es evitable en su fase de diseño»
De seguir instalados en la era del plástico, en 2050 habrá más de 12.000 millones de toneladas de estos residuos. Los Gobiernos empiezan a tomar medidas para limitar su uso. ¿En qué punto está España?
En materia de residuos, bien sean de plástico o de otros materiales, nos enfrentamos a un problema global para el que no existen soluciones milagrosas ni cortoplacistas, por lo que solo cabe aunar esfuerzos de forma coordinada a nivel social, institucional y empresarial, para plantear soluciones que permitan actuar globalmente. Hay muchos tipos de residuos, plásticos y no plásticos, que a día de hoy no se gestionan adecuadamente porque no hay obligación ni sistemas destinados a hacerlo. Queda, por tanto, un largo camino por recorrer en esta materia. No obstante, en España se van dando pasos en este ámbito, como una propuesta del MAPAMA para la reducción de las bolsas de plástico, proveniente de la Directiva 2015/720. Además, el Pacto por la Economía Circular recoge distintas acciones para trabajar en el desarrollo de productos responsables con el entorno favoreciendo su reutilización y facilitando su reciclado. En lo que se refiere a Ecoembes, llevamos dos décadas trabajando en materia de reciclaje y prevención y cumpliendo muy por encima los objetivos que fija la Unión Europea para este tipo de residuos. Pero no podemos hacerlo solos: hay que tener en cuenta que, dentro de todos los residuos sólidos urbanos, los envases que gestionamos tan solo representan un 8%. En el caso de los envases de plástico, sirva de ejemplo, ya se está reciclando el 66,5% del total que se pone en el mercado, cifra que está por encima de los objetivos marcados en el Paquete de Economía Circular (55%). Estos buenos resultados son una muestra de que el modelo que coordinamos desde Ecoembes es eficiente y sostenible, y por eso debería ser trasladado a otros flujos sobre los que a día de hoy no existe ningún tipo de responsabilidad. Además, nos hemos propuesto ir un paso más allá y contribuir a mejorar el reto medioambiental de la gestión de residuos también desde el ámbito del abandono de residuos –hasta ahora conocido como littering y recientemente bautizado con el término de basuraleza– en entornos naturales. A través del Proyecto Libera, trabajamos para generar una movilización social que promueva un cambio real para combatir este problema, al que hemos dado visibilidad con la convocatoria de ‘1m2’, acción que se ha convertido en la primera gran limpieza de este tipo en toda España.
«Necesitamos un marco legal que permita estandarizar el eco etiquetado»
El mundo del envase está alcanzando exigencias muy altas en cuanto a prestaciones (permeabilidad/impermeabilidad, durabilidad, resistencia, flexibilidad/dureza, etc.), cumplimiento legislativo (contacto alimentario, exigencias de compatibilidad de producto, etc.) y precio competitivo. ¿Qué papel cumple el ecodiseño? ¿Qué avances se están dando en este terreno?
El ecodiseño es una respuesta que viene dada por este nuevo modelo de consumo del que venimos hablando y su importancia es clave, ya que hay que tener en cuenta que el 70% del impacto ambiental de un producto se puede evitar en su fase de diseño. Podemos apoyarnos en las soluciones operativas para alcanzar mejores tasas de reciclado pero, desde el punto de vista de la eficiencia energética y la descarbonización de la economía, es necesario adoptar medidas que impulsen el consumo responsable y el ecodiseño. No debemos olvidar que el mejor residuo es el que no se genera y gracias a este concepto de producción se pueden fabricar envases reduciendo el consumo de materia prima y de energía utilizadas pero manteniendo las prestaciones necesarias para que el producto mantenga la calidad que requerida. Todo ello teniendo en mente desde el principio la introducción de materiales reciclados, una menor generación de residuos y la mejora de la reciclabilidad. Desde Ecoembes concebimos el ecodiseño como una de las líneas estratégicas que sustenta la economía circular y por eso llevamos dos décadas trabajando con las empresas españolas, asesorándolas para que los envases que ponen en el mercado sean cada vez más sostenibles y consiguiendo un ahorro de más de 400.000 toneladas de materias primas. Gracias a los planes de prevención que hemos puesto en marcha, el peso de los envases se ha reducido un 17,9%. Desde TheCircularLab, estamos trabajando en el primer observatorio del envase del futuro, un espacio que permitirá elaborar mapas tecnológicos de tendencias del mercado en envases sostenibles, gestionando en tiempo real la información de fuentes públicas y privadas sobre esta materia. Asimismo, se está desarrollando Ecoimpact, una metodología pionera que evalúa el comportamiento de los envases en todo su ciclo de vida. Con esto estamos sentando las bases para que esta metodología resulte aplicable a nivel europeo, porque si de verdad queremos promover hábitos de compra sostenibles y comprometidos, necesitamos un marco legal que permita estandarizar el eco etiquetado. Aún así, debemos ser conscientes de que es necesario que más agentes se sumen a esta corriente de cambio. El planeta lo requiere.
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