Digitalización sostenible: medición y gestión de emisiones de CO₂ en la economía digital

La tecnología digital, cuando se piensa en materia de contaminación, es lo que se conoce como un arma de doble filo. Mientras se estima que genera entre el 1,8% y el 6% de las emisiones globales, esta también puede convertirse, mediante la regulación y el uso responsable, en una de las vías fundamentales hacia una economía y una sociedad más sostenibles. Según el World Economic Forum, la digitalización puede contribuir a descarbonizar el planeta reduciendo las emisiones de dióxido de carbono hasta en un 35% en la próxima década.

Es por ello que, aunque las empresas digitales no se encuentren entre los sectores que más contaminan –a diferencia de otros como la aviación, el transporte marítimo o la industria–, sí que juegan un papel importante en el impacto ambiental de otras actividades económicas. Aquí radica la importancia de medir la huella de carbono digital: si estas empresas hacen las cosas bien, ayudan a que otros contaminen menos. Sin embargo, a día de hoy no contamos con un método claro para determinar estas emisiones. 

Es por ello que Adigital ha creado un documento que adapta los principales estándares internacionales de contabilidad climática a la diversidad de modelos de negocio digitales, desde plataformas y marketplaces hasta pymes tecnológicas y empresas de infraestructura digital.

Esta iniciativa, presentada durante la celebración de la COP30, responde a un contexto en el que la economía digital se sitúa en el centro de la twin transition, es decir, la forma en que la transición tecnológica y transición ecológica logren trabajar juntas para construir un mundo más eficiente y sostenible.

Esta iniciativa responde a un contexto en el que la economía digital se sitúa en el centro de las twin transitions: la tecnológica y la ecológica

En esta línea, medir y gestionar la huella de carbono digital con metodologías robustas se ha convertido en un requisito clave de competitividad, cumplimiento normativo y reputación empresarial en Europa. Porque el riesgo de no actuar es triple: económico, por aumentos de costes energéticos o de cumplimiento a futuro; reputacional, por falta de transparencia o percepción de greenwashing («eco-blanqueo»); y regulatorio, por posibles normativas punitivas relacionadas con obligaciones de transparencia y gestión del impacto climático.

Durante el encuentro, Amadeus y Trainline, dos de las empresas participantes, compartieron algunas de sus estrategias avanzadas de medición, reducción y comunicación climática para demostrar cómo aplican este marco de gobernanza propuesto.

En concreto, el white paper, que ha contado con la colaboración de instituciones como Pacto Mundial y Green Web Foundation junto a diversas empresas digitales como Amadeus, Cabify, Filmin, Ikea, Glovo, Milanuncios, Paack, Tekman, Trainline, Veepee y Wallapop, propone un enfoque metodológico propio para la economía digital que integra las emisiones generadas (directas e indirectas) así como las emisiones evitadas gracias a la digitalización o al uso de inteligencia artificial. 

¿De dónde vienen las emisiones?

Aunque solemos asociar la contaminación digital al consumo energético de los centros de datos, este no refleja el impacto real del sector. También hay que contabilizar la producción y uso de dispositivos electrónicos, la logística asociada a la venta online (transporte, almacenamiento, última milla etc.) y el uso de los productos o servicios vendidos cuando implica un consumo energético o de recursos relevante. Además, hay que tener en cuenta los recursos y energía utilizados a lo largo de la cadena de valor y el fin de vida de los productos vendidos, incluyendo su reciclaje, eliminación o disposición final, que también generan emisiones.

Medir y gestionar la huella de carbono digital con metodologías robustas se ha convertido en un requisito clave

El white paper logra calcular todo ello, destacando entre sus principales aportaciones una clasificación inédita de los tipos de emisiones más relevantes para el ecosistema digital. Desde el consumo energético de centros de datos hasta el procesamiento de modelos de IA o la logística asociada al comercio electrónico; un marco conceptual para contabilizar las emisiones evitadas, con criterios de legitimidad, verificabilidad y transparencia; y un conjunto de indicadores prácticos y herramientas operativas que permiten a pymes, scaleups y corporaciones medir, gestionar y reducir sus emisiones.

El sistema incluirá una calculadora sectorial de emisiones que automatizará el cálculo de la huella de carbono en función de las fuentes de emisiones digitales. Además, contará con un sello de reconocimiento que certifique el cumplimiento del sistema por parte de las empresas participantes lo que permitirá compartir metodologías, estandarizar indicadores y mejorar la transparencia y la comparabilidad de los datos.

Avanzar en la twin transition

Con la guía Digitalización sostenible: medición y gestión de emisiones de CO₂ en la economía digital, Adigital pretende anticiparse al despliegue del nuevo marco regulatorio europeo en sostenibilidad y apoyar su implementación, acompañando a las empresas en la mejora de sus capacidades internas en medición y gestión de emisiones y reforzando un enfoque sectorial que aumente la credibilidad y la ambición climática de la economía digital en España.

«La digitalización no solo debe ser eficiente, también debe ser sostenible. Este white paper es el primer paso para dotar a la economía digital española de un marco propio, riguroso y alineado con Europa para competir gracias a la sostenibilidad», señala César Tello, director general de Adigital.

A través de esta iniciativa, Adigital asume un rol de liderazgo en la construcción de un marco de gobernanza climática para la economía digital española, facilitando a las empresas del país herramientas para la toma de decisiones, el cumplimiento normativo y el liderazgo público en sostenibilidad.