Derechos Humanos

Nepal: un mes tras el terremoto

Tras los terremotos que sacudieron Nepal, las organizaciones humanitarias trabajan contrarreloj para llevar esa ayuda que puede salvar vidas.

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20
marzo
2015

Tras los terremotos que sacudieron Nepal, las organizaciones humanitarias trabajan contrarreloj para llevar ayuda que pueda salvar vidas en los pueblos más remotos antes de que las lluvias monzónicas lleguen al país. A partir de junio y durante aproximadamente  tres meses, el país espera recibir el  80% de sus precipitaciones anuales.

Ahora la principal prioridad es hacer que las personas tengan un refugio seguro y poder empezar a distribuir semillas a los agricultores para que puedan plantar una nueva cosecha antes de que la lluvia empiece a cubrir carreteras, caminos y campos. Por si fuera poco, existe un riesgo de enfermedades transmitidas por el agua si no se subministra a tiempo agua limpia y saneamiento así que actuar rápidamente es vital.

Muchas de estas personas no sólo han perdido a sus seres queridos en el terremoto, sino también sus viviendas, cultivos de reserva y sus semillas. Si no se actúa rápidamente, se arriesgan a perder también la cosecha del próximo año y convertirse en dependientes de la ayuda. Por eso hay que mantener la ayuda de emergencia y al mismo tiempo empezar a apoyarles hacia la recuperación a largo plazo; la gente tiene que ser capaz de empezar de nuevo reconstruir sus vidas.

Enormes dificultades

En algunas áreas remotas hay una grave escasez de alimentos. Tras el terremoto, se cree que más de 3 millones de personas necesitan asistencia alimentaria.

Hay enormes dificultades para llegar a las comunidades rurales en las laderas empinadas que cubren gran parte del país, como la zona en la que se produjo el segundo seísmo, especialmente en los distritos Dolakha y Sindhupalchok.

Muchos de ellos sólo están conectados con el mundo exterior por un solo camino de tierra, algunos de los cuales son bloqueados por deslizamientos de tierra. Ayudar a los más vulnerables es una prioridad ahora: asegurarse de que los heridos, las mujeres embarazadas, los bebés y los ancianos reciban la atención que necesitan.

Durante los primeros días, las organizaciones alertaron de las enormes dificultades que estaban encontrando junto con los servicios de emergencia  para asistir a los supervivientes del terremoto, debido al  cuello de botella en el que se había convertido el aeropuerto de Katmandú por el gran flujo de personas y mercancías. A esta difícil situación se unió, además, la escasez de combustible en el país, los cortes en las carreteras y el accidentado terreno montañoso.

Antes de que la tierra temblara

La situación que vive la población de Nepal se vio agravada por los sucesivos seísmos que se han producido a lo largo de estas últimas semanas. El primer terremoto y las sucesivas réplicas dejaron a 8 millones de personas afectadas, un cuarto del total de la población de un país que ya de por si cuenta con unas infraestructuras débiles y altos niveles de pobreza. La mitad de los 28 millones de habitantes de Nepal no tiene acceso a saneamiento y vive por debajo del umbral de la pobreza, una de cada tres personas en condiciones de pobreza severa

En Nepal, dos de cada tres personas dependen de la agricultura a pequeña escala para ganarse la vida. Según el ranking de Programa Mundial de Alimentos, Nepal es el país decimosexto con mayor escasez de alimentos del mundo y 30 por ciento de la población rural vive con menos de 190 dólares al año

El país ha sufrido 94 terremotos en los últimos 40 años, lo que supone una media anual de 2.5 terremotos. Esto lo sitúa  en el número 11 del ranking de países más vulnerables a los movimientos sísmicos. Pero la ristra de amenazas naturales que sacuden el país es alarmante. Sequías, inundaciones, incendios, derrumbamientos de tierra son sólo algunos de ellos.

[Desde el inicio de la crisis provocada por el terremoto, Oxfam ha proporcionado ayuda a más de 100.000 personas, dando acceso a agua potable a cerca de 50.000 personas, y refugio a 9.000. También ha distribuido 925 kits familiares de higiene e instalar letrinas para evitar la propagación de enfermedades y ha repartido soluciones de potabilización de agua a cerca de 6.200 personas. El objetivo es atender a 400.000 personas en los próximos seis meses]

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