El liderazgo transformador

Si hablamos de conceptos que necesitan evolucionar en las organizaciones, uno fundamental es el liderazgo. Hay tanta literatura y prácticas sobre él que podríamos escribir enciclopedias infinitas. No obstante, un nuevo hilo de conversación surge si exploramos el vínculo entre propósito y liderazgo, su interdependencia, así como las formas en las que pueden generar transformaciones positivas.

CANVAS Estrategias Sostenibles ha investigado esa interrelación en la última edición del estudio Propósito y Liderazgo Transformador. Con una investigación ad hoc enfocada en la población en general, buscamos analizar las necesidades de transformación del sistema en que vivimos, el rol de las empresas y los nuevos formatos de liderazgo que puedan movilizar la transformación.

Las organizaciones que realmente tienen un propósito —entendido como su razón de ser, su aporte más allá del económico—  integran qué hacen con cómo lo hacen desde el compromiso con un impacto positivo. Esto implica posicionarse desde valores que se conviertan en intención, determinación y acción. De ahí su potencia si se enfocan en ser fuerza para el bien.

En ese sentido, es vital el liderazgo como palanca para activar esta forma de ser y actuar en las organizaciones. Necesitamos conocer más sobre cómo se despliega el liderazgo que genera transformaciones de impacto positivo y que es valorado por la ciudadanía. Esto permite profundizar en nuevas formas de responder a la realidad y movilizar cambios.

El liderazgo transformador se define como una forma de estar en el mundo que es comprometida y consciente del entorno. Distintos del modelo tradicional, este tipo de líderes manifiestan un compromiso real y tangible con los retos y las necesidades del mundo actual.

Dos tercios de los encuestados perciben que el liderazgo transformador puede contribuir a la mejora del sistema socioeconómico

Tanto las personas como las organizaciones que responden a este arquetipo proponen formas más integradoras, conscientes de los cambios del entorno y con capacidad para adaptarse a las disrupciones económicas, políticas y sociales. Paradigmas de ser y estar en la realidad que no solo responden a un requerimiento social y natural, sino también activadores de la ética y la sostenibilidad.

Muchas veces son los momentos de crisis los que brindan oportunidades para el cambio y la innovación. ¿Sería posible aprovechar la inestabilidad que parece amenazarnos? El liderazgo que sea capaz de alinearse con esta mentalidad se convierte en un activo de alto valor para las organizaciones y para la sociedad.

Entre las principales conclusiones del estudio, hay tres ideas clave. Primero, la relevancia y la necesidad de un nuevo liderazgo transformador. La descripción de este nuevo modelo de liderazgo es atractiva para prácticamente todos los segmentos consultados. Se considera con mucho potencial de impacto positivo y diferenciación para las empresas. Además, dos tercios de la población encuestada percibe que el liderazgo transformador tiene la capacidad de contribuir a mejorar el sistema socioeconómico, regenerándolo para que resulte más beneficioso para todos.

Segundo, la ciudadanía prioriza el cuidado como la dimensión prioritaria para un liderazgo transformador, caracterizado por tener valores y velar por el bienestar, siendo la mejor valorada y más relevante para todos los segmentos de población.

Tercero, la ciudadanía activa es altamente permeable al liderazgo transformador. La ciudadanía con mayor nivel de sensibilización alcanza un 24% del total consultado y se considera más satisfecha con sus acciones que el resto de los perfiles. Un 76,8% de los encuestados declara que sus elecciones de consumo estarían influenciadas si reconocieran características de liderazgo transformador.

Siempre decimos que podemos no tener muchas respuestas, pero que lo importante es hacer buenas preguntas. ¿Qué aportamos? ¿Qué proponemos? ¿A qué contribuimos como organizaciones? Ponerse en disposición de ser mejores y cultivar la fuerza del impacto positivo que puede tener cada persona, cada empresa, cada decisión. Ser esa mente que vendrá.