Economía

Veneno en la oficina: el lastre del jefe tóxico

Un líder que cuide a sus empleados puede aumentar la productividad y retener a los mejores trabajadores. Uno pésimo, en cambio, puede crear grietas fatales en los equipos de trabajadores.

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24
marzo
2023

Autoritario, controlador, mal gestor, manipulador: hay tantos jefes tóxicos como tipos de personas. Puede que compartan diferentes rasgos o que cueste ubicarlos en una sola categoría, pero todos tienen algo en común: el lastre que pueden ocasionar a su equipo y a la propia empresa. 

La famosa Gran Renuncia de Estados Unidos, surgida tras la pandemia y donde miles de empleados dejaron sus trabajos, puede tener entre sus causas más directas, precisamente, a los jefes. Según la encuesta realizada por Tent Spot, el 46% de los empleados a los que preguntaron deseaban dejar su trabajo a causa de su superior. Lo sorprendente es que el 81% de los que ya ocupan una posición de autoridad también querían renunciar por la misma causa.

Aunque no parece que sea algo que se haya desatado tras la crisis de la pandemia y el teletrabajo. En 2019, un estudio realizado por la consultora DDI señalaba que un 57% de los trabajadores dejó su empleo debido a su jefe (mientras que el 32% se lo estaba pensando seriamente). La fuga de talento o la falta de retención del mismo es una de las primeras consecuencias de una persona tóxica que, además, tiene capacidad de decisión sobre las acciones de los demás.

El llamado «jefe tóxico» es capaz de lastrar el talento de sus empleados por el estrés y depresión que pueden generar en el equipo. Un mal ambiente laboral, al fin y al cabo, no es capaz de generar el clima necesario para explotar e incentivar el talento. Un estudio de la Universidad de Australia del Sur, por ejemplo, estima que trabajar en un ambiente que no cuida la salud mental significa tener tres veces más posibilidades de sufrir problemas mentales.

La cualidad más valorada para el 47% de los españoles es saber reconocer y apreciar los logros de los trabajadores, además de tratar bien al equipo

«La evidencia muestra que las empresas que no reconocen el trabajo duro de sus empleados, imponen demandas irrazonables a los trabajadores y no les dan autonomía, exponen a su personal a un riesgo mucho mayor de depresión», apunta Amy Zadow, autora principal del estudio. Esto tiene profundas connotaciones: un líder que cuide a sus empleados puede aumentar no solo la productividad, sino retener a los mejores trabajadores.

«El talento crece cuando la gente sabe que es valorada y respetada por la persona que es cuando realiza su mejor trabajo y es reconocida por su desempeño profesional, su capacidad y por la contribución que hace a la organización», apuntaba hace tres años Luis Javier Fernández, entonces socio líder de Talento de Deloitte, en una publicación de la compañía sobre liderazgo. Y recordaba que «las compañías que descuidan los retos de desarrollo y las oportunidades de promoción corren mayor riesgo de perder a su mejor personal».

Los líderes de las grandes compañías son cada vez más conscientes de cómo un mal liderazgo puede lastrar el equipo humano, razón por la que parecen estar pensando en cambiar cierta cultura empresarial. La fuga de talento es el síntoma que ha alertado de un problema aparentemente intrínseco. «Necesitamos pensar de forma diferente sobre el trabajo», llegó a decir Martine Ferland, CEO de la consultora Mercer en un encuentro que se realizó en el Foro Económico de Davos, La renuncia silenciosa y el significado en el trabajo. Ferland explicó que es el momento de darle a los empleados la oportunidad de moverse de un puesto a otro y tener movilidad en sus carreras para fomentar el compromiso con la empresa y retener el talento. «Nos tenemos que dar cuenta de que las compañías ya no pueden ser tan verticales como eran y que la gente quiere empoderarse», añadió Thierry Delaporte, CEO de la compañía de servicios tecnológicos Wipro.

En situaciones de crisis «quien ha sembrado un buen equipo de trabajo basado en el talento recoge el fruto de los empleos proactivos, innovadores y unidos», apunta también Roberto Luna, catedrático de Dirección de Empresas de la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia.

Pero ¿qué debería tener un jefe ideal para potenciar a sus propios empleados? Según una encuesta elaborada por InfoJobs, la cualidad más valorada para el 47% de los españoles es saber reconocer, felicitar y apreciar los logros de los trabajadores, además de tratar bien el equipo. A ello se suman los atributos relacionados con la inteligencia emocional, que son cada vez más importantes. Y sin olvidar aquellos rasgos que más han crecido en valoración: la empatía, la humildad, la capacidad de comunicar y la escucha activa. 

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