'La gran oportunidad'

Artículo

Cristina Monge

@TinaMonge

La crisis climática está aquí y, como recuerda Naomi Klein en uno de sus libros más conocidos, Esto lo cambia todo, podría pensarse que es tarde y que vamos directos al abismo, pero la ciencia no sostiene esta afirmación. Más bien al contrario, lo que parece corroborado por la evidencia científica es que el futuro no está escrito y que en función de lo que hagamos y de lo que no, nos situaremos en unos escenarios o en otros. Cada 0,1ºC de calentamiento que consigamos evitar, estaremos salvando millones de vidas humanas.

La transición ecológica, por tanto, no es una opción, sino la única opción, una Gran Oportunidad para remover cimientos tan profundos como los propios conceptos de bienestar, progreso y desarrollo. Ha llegado ya el momento, por consiguiente, de dejar de debatir sobre la existencia o no del cambio climático y la necesidad o no de acometer una transición ecológica; no queda duda alguna. El debate actual necesita profundizar en las distintas vías que se plantean para abordar este desafío y hacerlo confrontando modelos distintos, que encontraremos anclados en propuestas ideológicas diversas. Ya no es el momento del «qué», sino del «cómo».

Ese cómo es una disputa política que enfrentará las distintas propuestas. En esa batalla no solo se juega la posibilidad de que la vida siga siendo posible tal como la conocemos, sino el modelo de sociedad que resulte. Todo puede estar en cuestión, la democracia incluida.

Cada 0,1ºC de calentamiento que consigamos evitar, estaremos salvando millones de vidas humanas

Si la transición ecológica se ralentiza y las peores consecuencias de la crisis climática se acumulan sin haber avanzado en las políticas de adaptación, se puede llevar por delante millones de vidas humanas, la cohesión social de la que Europa ha hecho gala y cualquier cosa que se asemeje a una democracia. La Dana de Valencia de 2024 que acabó con la vida de 228 personas nos deja unas cuantas lecciones, con la ultraderecha creciendo en las encuestas y ganando adeptos en el caldo de cultivo de la desesperación bajo el grito «solo el pueblo salva al pueblo».

Por otro lado, si la transición ecológica avanza a buen ritmo, pero lo hace con el paradigma conservador que llama a operar a la tecnología y los mercados sin tener en cuenta la justicia social, no es mucho aventurar pensar que el conflicto estará servido, la desigualdad se disparará y con ella el malestar.

La opción ganadora pasa por hacer de esta Gran Transición una Gran Oportunidad para vivir mejor, generar mejores empleos, desarrollar una tecnología al servicio de las personas, etcétera. En definitiva, poner en marcha una transición justa que consiga redefinir las ideas de progreso, desarrollo y bienestar, trascendiendo el tiempo y el espacio, abarcando a las que estamos y las que vendrán, en el conjunto del planeta. De esta forma, existe una posibilidad de acelerar la transición ecológica y fortalecer la democracia. Por pequeña que sea, merece la pena dar esta batalla. Nos va la vida en ello.

Este texto es un fragmento del libro ‘La gran oportunidad’ (Editorial Tirant Lo Blanch, 2025), de Cristina Monge.