Héctor Hernández Álvarez

Para Aristóteles, esta es la base para el buen actuar y el camino para alcanzar la virtud.

La causa final del ser humano es el pensamiento racional, columna vertebral de la filosofía y del humanismo.

En la 'República', Platón desglosó la importancia de los tres principales bienes que puede poseer el ser humano.

Séneca, que acabó quitándose la vida, reflexionó en su obra sobre el suicidio y el sentido de la vida.

A través del diálogo, Sócrates planteaba preguntas que llevaran a la generación de ideas nuevas.

¿Cómo saber si algo debe o no hacerse? De esta pregunta surge la disyuntiva kantiana entre el ser y el deber ser.

Un axioma aristotélico apunta que «una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo». Es el principio de no contradicción.

En 'El príncipe', Maquiavelo reflexiona sobre cómo se debe gobernar.

La dicotomía entre filosofía y filosofía edificante demuestra que el camino para encontrar la verdad diverge.