El origen del pensamiento
El origen este fenómeno intelectual lo encontramos en la cultura griega del siglo VI a. C., aunque se desarrolla hasta hoy.
Artículo
Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).
COLABORA2024
Artículo
Cuando hablamos del origen del pensamiento, por lo general, nos referimos al pensamiento desarrollado que trata de explicar la realidad del mundo desde una perspectiva racional. Podemos afirmar que el origen de tal fenómeno lo encontramos en la cultura griega del siglo VI a. C. Se sobreentiende que con la palabra «pensamiento» no hacemos mención, al menos en este caso, a un pensamiento religioso o poético.
Previamente al pensamiento está la conciencia. Sin conciencia no hay pensamiento, ya que el pensamiento, como es natural, es siempre consciente. Por ello, sería interesante comprender primero el origen de la conciencia. Una interpretación fascinante (y alternativa) al respecto la encontramos en la obra del psicólogo junguiano Erich Neumann, Orígenes e historia de la conciencia. Si la explicación biológica interpreta este proceso como fruto de la selección natural, de la ventaja que tal atributo ofrece para la supervivencia (originado, a su vez, en una mutación genética aleatoria), la teoría de Neumann va por otros derroteros. Neumann explica el desarrollo de la conciencia como una lucha de esta frente a los apetitos e impulsos animales que nos acechan desde dentro. El autor judío interpreta diversos mitos antiguos como ejemplos de ello. Perseo, que lucha contra la Medusa, o San Jorge, que se enfrenta al dragón, representan ambos (como personajes) la luz de la conciencia que trata de sobrevivir ante los empellones de las destructivas pulsiones inconscientes. La victoria de este tipo de héroes vendría a representar la victoria de la conciencia por sobrevivir, una lucha que se sostiene en distintas fases de evolución. Podríamos decir que grandes figuras autodestructivas de la historia reciente (pensemos en Marilyn Monroe, Jim Morrison o Jimi Hendrix) no supieron luchar como lo hizo Perseo, pues sucumbieron a esa destrucción interna.
Grecia representa el origen de la filosofía
Una vez la conciencia logró asentarse, el siguiente paso en su desarrollo fue instaurar un pensamiento intelectual, práctico y realista. Sin despreciar otras formas de pensamiento, esa forma de idear, el pensamiento intelectual, es prioritaria para la supervivencia de la especie humana (quizá, también, para su potencial destrucción). Grecia representa el origen de la filosofía, lo que también implica un enorme avance científico. La ciencia antigua contó también con una enorme importancia. Como afirma Arthur Koestler en su obra En busca de lo absoluto: «Los únicos periodos de la historia europea en que hubo realmente un crecimiento acumulativo del conocimiento científico fueron los tres grandes siglos de la Grecia anterior a la conquista macedonia y los cuatro siglos que van del Renacimiento a nuestros días […] la Europa del año 1500 sabía menos que Arquímedes, quien murió en el año 212 a. C. Visto el asunto en retrospectiva, solo un paso separaba a Arquímedes de Galileo, y a Aristarco de Samos (padre del sistema heliocéntrico) de Copérnico. Pero para dar ese paso fueron necesarios casi 2000 años, y durante ese largo periodo la ciencia permaneció en estado de hibernación. Tras los tres cortos y gloriosos siglos de ciencia griega, que coinciden aproximadamente con el periodo acumulativo del arte, viene una época de animación suspendida que dura casi seis veces más; luego, un nuevo y frenético despertar que hasta ahora solo ha durado diez generaciones».
Posteriormente, el pensamiento griego fue difundido en múltiples direcciones. Por poner un ejemplo, la influencia del pensamiento griego en la antigua Roma fue enorme. La plebe romana adoptó la religión y comedia griegas; las clases pudientes, su moral, arte y filosofía. Muchos esclavos griegos hacían las veces de instructores privados en las familias romanas adineradas, algo que contribuyó a la difusión recién comentada. Como nos dice el historiador estadounidense Will Durant, la cultura griega se expandió con el triunfo de Constantinopla y, con su posterior caída, la literatura griega, su filosofía y arte reconquistaron Italia y Europa durante el Renacimiento. Esto es lo que tradicionalmente ha sido considerado la corriente central de la civilización europea.
Las obras de Platón y Aristóteles fueron descubiertas en Europa gracias a traducciones del árabe.
Pero antes del Renacimiento, la Europa medieval descubrió a los grandes pensadores griegos gracias a su recuperación por parte los árabes. Así, las obras de autores como Platón y Aristóteles fueron descubiertas en Europa gracias a traducciones del árabe.
Hay que decir, por otra parte, que el origen del pensamiento surge necesariamente de un debilitamiento de la fe religiosa, puesto que, solo en tales circunstancias, puede alguien dejar de lado los prejuicios religiosos en favor de otros modelos de interpretación de la realidad. Es por ello que todos los grandes procesos de ilustración, como el pensamiento griego, el Renacimiento o la Ilustración francesa vienen precedidos de una decadencia religiosa que hace perder a la visión sagrada su dominancia interpretativa.
COMENTARIOS