El coste de la inacción
En el actual contexto empresarial, la integración de la sostenibilidad no es solo una tendencia, sino una necesidad que puede determinar el éxito corporativo, y no solo a largo plazo sino hoy mismo.
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La sostenibilidad, entendida como el equilibrio entre el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente, debe ser una parte esencial del rendimiento empresarial en toda la cadena de valor. La inacción frente a estos desafíos no solo implica un alto coste ecológico y social, sino que también puede ocasionar pérdidas económicas significativas a largo plazo, que afectan a la reputación y la viabilidad de las empresas.
Esta es la conclusión a la que, tras décadas de aprendizaje y evolución, ha llegado Unilever. Aunque la sostenibilidad ha estado en la esencia de la compañía desde sus orígenes, hoy comienza una nueva etapa convirtiendo la sostenibilidad en una parte integral del desempeño empresarial, y se ha centrado en la consecución de objetivos realistas y ambiciosos a corto y mediano plazo en toda su cadena de valor.
Este planteamiento ha supuesto toda una evolución, pues de esta forma pueden establecerse metas que impulsen el progreso sin la desmotivación de querer llegar a objetivos inalcanzables. Estos objetivos no solo facilitan la implementación de cambios significativos y medibles, sino que además pretenden inspirar la innovación y el liderazgo en materia de sostenibilidad, lo que posiciona a Unilever como pionera en prácticas responsables, lo que puede atraer a los consumidores, los inversores y el talento que valoran la sostenibilidad.
Unilever ha convertido la sostenibilidad en parte integral de su desempeño, y se ha centrado en la consecución de objetivos realistas y ambiciosos a corto y mediano plazo
En palabras de Ana Palencia, directora de Sostenibilidad y Comunicación de Unilever España, «entramos en una nueva era de liderazgo empresarial sostenible centrando la atención en generar impacto positivo con objetivos a corto plazo, pero igualmente ambiciosos y realistas. Queremos seguir compartiendo nuestra visión de cómo trabajar juntos para crear un futuro mejor cada día promoviendo un estilo de vida sostenible en la sociedad».
Para llevar a cabo lo que ha denominado «el camino de la sostenibilidad», Unilever ha puesto el foco en cuatro grandes áreas sobre las que orientar recursos y esfuerzos de la compañía: clima, naturaleza, plásticos y medios de vida.
El área Clima Unilever se ha comprometido, entre otros objetivos, a reducir el 100% de sus emisiones operativas absolutas de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2030.
En el ámbito de la explotación de recursos naturales, la compañía quiere implementar prácticas de agricultura regenerativa en un millón de hectáreas para 2030 y mantener la no deforestación en todos sus productos primarios vinculados a la actividad.
Por su parte, uno de sus principales desafíos lo plantea el plástico, utilizado en envases y recipientes. Unilever se ha propuesto reducir su huella de plástico virgen en un 30% para 2026 y en un 40% para 2028 respecto a las cifras de 2019. Asimismo, todos sus envases plásticos deberán ser reutilizables, reciclables o compostables para 2030.
Por último, respecto al impacto en la calidad de vida de las personas que forman parte de la compañía o de su cadena de suministro, para 2026, Unilever está decidida a ayudar a 250.000 pequeños agricultores a acceder a programas de medios de vida, a que el 50% de sus proveedores firmen la promesa de salario digno para 2026 y a ayudar a 2,5 millones de pymes a hacer crecer sus negocios.
«Si algo hemos aprendido es que las marcas con propósito crecen, las compañías con propósito perduran y las personas con propósito prosperan. Para nosotros una marca que tiene propósito es aquella que marca una diferencia a nivel social o a nivel medioambiental de una manera que es relevante para sí y también motivante para el consumidor», asegura Palencia. Así, se juntan el propósito, los objetivos y la decisión, porque «no hacer nada es mucho más costoso que hacer algo desde el punto de vista económico pero también ambiental».
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