Educación
Cómo convertir la lectura en un hábito
A pesar de que España es, en términos generales, un país lector, aún queda mucho espacio para el fomento de la lectura. Leer en casa y en la escuela, así como el impulso de las bibliotecas públicas, podrían ser las claves para fortalecer el hábito lector.
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El barómetro de hábitos de lectura y compra de libros 2023 ha lanzado de nuevo datos alentadores: los jóvenes siguen a la cabeza en la población lectora española. En la franja de edad entre 14 y 24 años, el porcentaje de lectores es del 74%. Además, entre aquellos que tienen entre 25 y 65 años, el porcentaje es de 65,8%. No obstante, la era digital presenta grandes retos para que la lectura no se pierda como hábito. ¿Cómo fomentarla entonces?
En primer lugar, es esencial destacar la importancia de la familia como promotora cultural. El contacto inmediato de un niño con los libros suele ser en casa; si los padres son ávidos lectores, las posibilidades de que los hijos lo sean también se incrementan potencialmente, de acuerdo con un informe del Ministerio de Cultura. A este respecto, hablamos de organizar tiempos específicos para la lectura en familia o, quizá, discutir alguna lectura compartida, ya que en ese sentido es posible crear un vínculo emocional además del fomento cultural.
En paralelo, las escuelas también juegan un papel fundamental para el cumplimiento de este objetivo, especialmente con las bibliotecas. Este tándem pone a disposición de los alumnos no solo las herramientas de lectura obligatorias en los programas escolares, sino que también adquieren el elemento lúdico que puede encontrarse en la biblioteca. Cabe mencionar que las bondades electrónicas que estas facilitan, como los libros electrónicos o las plataformas de lectura en línea, sin duda alguna, refuerzan y estimulan el interés.
Cuando los padres son lectores, se incrementan las posibilidades de que los hijos lo sean también
Es cierto que las 4.570 bibliotecas públicas que hay en España han estado recibiendo cada vez más visitantes: en 2023 la cifra llegó a los 969.000 usuarios. Desafortunadamente, ese número sigue siendo inferior a las cifras de la época prepandémica, cuando cada año se registraba más de un millón de visitantes.
Sin embargo, el gran reto que tienen tanto las escuelas, como los centros culturales y las bibliotecas es que tres de cada diez españoles no leen nunca. Y el 44% de ellos argumenta la falta de tiempo libre. Entonces, ¿cómo reforzar el hábito de la lectura?
Una de las claves públicas está en un programa del Ministerio de Cultura llamado «Lectura Infinita. Plan de fomento a la lectura 2021-2024». Este plan incluye 12 desafíos para cumplir la meta en el tiempo previsto. Entre ellos destaca la promoción de la lectura como un motor para la innovación y el desarrollo, además de la internacionalización de los lectores. Otro de los puntos importantes es que se borre la gran brecha que hay entre comunidades autónomas y los hábitos lectores que en ellas imperan. Es decir, que en comunidades como Castilla-La Mancha, Murcia o Extremadura se eleven los índices de lectura a los que hay, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, Euskadi, Navarra o Cataluña. Recordemos que, de acuerdo con la UNESCO, la lectura debe ser vista como una prioridad nacional para el desarrollo de las sociedades.
Leer es un hábito y una elección personal. Se puede comenzar por algunos autores o piezas clásicas, pero, sobre todo, es de vital importancia crear un tiempo y un espacio propicios y definidos para que la lectura adquiera el grado de prioridad y no admita distracciones. Ya lo decía Borges: «Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; también los hay quienes no pueden imaginar el mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros».
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