Cultura

La cultura: un pilar esencial para el futuro que queremos

La cultura es como el alma de un país o una comunidad. Nos conecta con nuestras raíces, nos hace sentir parte de algo más grande y nos ayuda a entender a otras personas.

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30
septiembre
2024

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Imagina un mundo donde todos vivimos en armonía, cuidamos el planeta y tenemos oportunidades iguales. Para lograr este futuro, necesitamos hablar de algo muy importante: la cultura.

La cultura es como el alma de un país o una comunidad. Nos conecta con nuestras raíces, nos hace sentir parte de algo más grande y nos ayuda a entender a otras personas. Además, la cultura nos enseña a valorar nuestro pasado y a construir un futuro mejor. Durante los momentos vividos en el confinamiento, quedó claro que nos ayudó a aliviar nuestro sufrimiento; llegaron declaraciones de Bien Esencial y la OMS también reconoció su importancia.

Cuando hablamos de problemas como el cambio climático o la pobreza, a menudo olvidamos que la cultura también juega un papel muy importante. Sin embargo, cada vez más personas están pidiendo que se reconozca el valor de la cultura y se incluya en las decisiones importantes que se toman a nivel mundial.

En estos días, se ha celebrado en el seno de las Naciones Unidas la Cumbre del Futuro, donde los líderes mundiales se han reunido para hablar sobre el futuro de nuestro planeta. Es una oportunidad única para que la cultura tenga un lugar destacado en esta conversación. Al reconocer el valor de la cultura, podemos construir un mundo más justo, más sostenible y más humano para todos.

Tras la petición de un Objetivo Cultura explícito en las futuras agendas de desarrollo en la Declaración de MONDIACULT 2022, convocada por la UNESCO, celebra el reconocimiento del papel esencial de la cultura por parte de los miembros de las Naciones Unidas, el G20 y los BRICS. Debemos recordar que más recientemente, durante la Presidencia de España, los Ministros de Cultura de la Unión Europea adoptaron la Declaración de Cáceres el 26 de septiembre de 2023, comprometiéndose a trabajar para que la cultura sea reconocida en sí misma como un nuevo Objetivo de Desarrollo Sostenible.

Al reconocer el valor de la cultura, podemos construir un mundo más justo, más sostenible y más humano para todos

El borrador inicial del pacto reconocía la importancia de la cultura como parte fundamental del desarrollo sostenible, subrayando su papel en la identidad, cohesión social y como motor para lograr los ODS. Se proponía integrar la cultura en todas las políticas, invertir en ella.

Sin embargo, la versión final, aunque reconoce estos aspectos, no otorga a la cultura un peso suficiente, limitando su papel a un aspecto más superficial. Ante esta situación, la sociedad civil organizada en #Culture2030Goal ha impulsado una campaña para que la cultura sea considerada un Objetivo de Desarrollo Sostenible independiente, reconociendo así su importancia como elemento transformador de las sociedades y como eje central para alcanzar un futuro más justo y sostenible.

Finalmente, llegado el momento de la firma del Pacto para el Futuro, tras diversas movilizaciones, el grupo del G7, y la intervención de UNESCO se recoge la Acción 11 del Pacto para el Futuro que se aprobó por 193 Estados, se comprometieron a proteger y promover la cultura y el deporte como componentes integrales del desarrollo sostenible pues se reconoce ese sentido identitario, el fomento de la cohesión social, contribuyen a la salud y el bienestar de las personas. Por lo que se decide que se integre la cultura en las políticas y estrategias de desarrollo económico, social y ambiental, se insta a que se garanticen las inversiones públicas suficientes.

Además, la Declaración sobre las Generaciones Futuras, que se ha firmado como anexo al pacto, reconoce que los principios fundamentales de los derechos humanos, que abarcan los derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, y las libertades fundamentales para todos, así como el derecho a ejercerlos y disfrutarlos, deben ser respetados y observados sin distinción ni discriminación de ningún tipo.

La cultura no es un adorno, es el alma de nuestras sociedades. Al incluir la cultura como un objetivo central en el Pacto para el Futuro, estaremos invirtiendo en un futuro más justo, más sostenible y más humano. Porque, como señala el filósofo Antonio Monegal, la cultura es como el aire que respiramos.


Irene Aláez Vasconcellos es doctoranda de Derecho de la Cultura en la Universidad Carlos III, fundadora de Una más una, codirectora del máster en Gestión Cultural Internacional e Innovación Social de la Universidad Complutense de Madrid e instructora del Programa Arte Ciudadano de la Fundación Daniel y Nina Carasso.

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