Economía
Invertir en mujeres: un compromiso urgente
La conversación sobre la igualdad de género, especialmente en el ámbito empresarial, debe ser constante a lo largo del año. Porque, al ritmo de hoy, harían falta 131 años para lograr la paridad real.
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Pasado un mes del 8M, es vital recalcar que la conversación sobre la igualdad de género, especialmente en el ámbito empresarial, debe ser constante a lo largo del año. Porque si bien las mujeres hemos conseguido derribar barreras y conquistar derechos que hasta hace unas décadas eran inimaginables, todavía hay un largo camino por recorrer. Recordemos que, al ritmo actual, harían falta 131 años para lograr la paridad real. Tiempo que solo podrá restarse si cerramos el déficit anual en la financiación de medidas para promover la igualdad de género, el cual asciende a aproximadamente 360.000 millones de dólares. Es por ello que, de forma muy acertada, el lema elegido este año para reivindicar el Día Internacional de la Mujer fue «invertir en las mujeres, acelerar el progreso».
Este llamado a la acción no es solo una cuestión de justicia social, sino también de desarrollo económico. Las empresas que invierten en la igualdad de género no solo están haciendo lo correcto desde un punto de vista ético, sino que también están sentando las bases para un crecimiento sostenible y equitativo. La diversidad de género en todos los niveles de una organización conlleva una mayor creatividad, innovación y rendimiento económico. Es un hecho respaldado por numerosos estudios que demuestran los beneficios tangibles de la inclusión de las mujeres en la fuerza laboral y en posiciones de liderazgo.
Numerosos estudios demuestran los beneficios tangibles de la inclusión de las mujeres en la fuerza laboral y en posiciones de liderazgo
Sin embargo, para lograr una verdadera igualdad de género en el ámbito empresarial, se requiere un compromiso firme y acciones concretas. En este sentido, desde el Pacto Mundial de la ONU España insistimos a las empresas en la importancia de establecer objetivos de representación de mujeres tanto en la plantilla como en la alta dirección, con el objetivo de romper el techo de cristal al que se enfrentan las mujeres. Para ello, contamos con el programa acelerador Target Gender Equality, en el que, a través de talleres prácticos, análisis de desempeño y aprendizaje entre iguales, ayudamos a las empresas en el establecimiento de medidas para alcanzar la igualdad de género.
Y si hablamos de techos de cristal, no podemos olvidar el otro término tan sonado estos días: la brecha salarial. Esta persiste como un desafío en España, situándose en el 19,89%, y está directamente relacionada con la posición de poder de la mujer dentro de las organizaciones y con su baja representación en sectores masculinizados de la economía. En este aspecto, las empresas tienen una triple misión: realizar un ejercicio de transparencia respecto a la remuneración de sus plantillas por sexo; establecer objetivos para fomentar la igualdad de retribución por un trabajo de igual valor; y de igual forma, ejercer medidas de sensibilización para destacar el papel de las mujeres y casos de éxito que rompan con esas creencias sociales cada vez más obsoletas.
Además, es fundamental abordar la conciliación laboral y familiar, ya que sigue siendo un obstáculo importante para muchas mujeres en el ámbito laboral. En concreto, según la última Encuesta de Estructura Salarial (2021) del INE, 7 de cada 10 personas que trabajan a tiempo parcial son mujeres, siendo las responsabilidades de cuidados la causa principal para el 16,5% de estas mujeres. En este sentido, las empresas pueden poner de su parte ofreciendo políticas de flexibilidad que permitan a sus empleadas equilibrar sus responsabilidades profesionales y personales de manera efectiva.
Afortunadamente, año tras año vemos cómo estas medidas se van popularizando entre las empresas españolas. De hecho, según nuestro análisis, un 46% de las entidades del IBEX 35 reporta el ODS 5 como un objetivo prioritario para la organización y el 83% establece objetivos y acciones para promover la igualdad de retribución por un trabajo de igual valor. Esto pone de manifiesto la voluntad de las empresas en España a seguir avanzando para lograr un ecosistema empresarial equitativo y justo. Pero aún podemos dar más pasos hacia delante para lograrlo convirtiendo los compromisos en acciones tangibles. Transformando las palabras en resultados concretos.
Es hora de redoblar nuestros esfuerzos, de dedicar recursos y energía a crear un entorno laboral donde todas las personas, independientemente de su género, puedan prosperar y alcanzar su pleno potencial. Es hora de invertir en las mujeres y acelerar el progreso hacia la igualdad de género.
Cristina Sánchez es directora ejecutiva de Pacto Mundial de la ONU España.
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