Innovación

Innovar para cambiar el futuro

Transformar las empresas e industrias es una obligación cada vez más evidente: la limitación de los recursos y la creciente conciencia ecológica y social mueve a las compañías hacia modelos cada vez más sostenibles y disruptivos.

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06
octubre
2022

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Es al escritor Miguel de Unamuno a quien se atribuye la frase «el progreso consiste en renovarse», que posteriormente dio pie al dicho que reza «renovarse o morir». Esto es aplicable a múltiples ámbitos, también al empresarial, pues igual que nuestra naturaleza humana nos invita a evolucionar e innovar para sobrevivir en el planeta, los negocios han de hacerlo para adaptarse a los cambios del contexto y las diferentes demandas de los grupos de interés. Y en un contexto dominado por la presión normativa en materia de sostenibilidad, la disponibilidad cada vez más limitada de materias primas y recursos y, por supuesto, la creciente conciencia ecológica y social, es imperativo que las empresas se renueven hacia modelos más sostenibles.

Y para ello, la mayoría de las veces no es necesario empezar de cero, pero sí repensar desde la raíz y hacerlo desde un enfoque innovador que aporte las soluciones necesarias a los problemas actuales. Hace poco, en nuestro evento de celebración del séptimo aniversario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tuve el placer de escuchar las intervenciones de empresas disruptivas que apuestan por la transformación de los negocios tradicionales en negocios del futuro. En una de ellas, perteneciente al sector textil, se trataba de dar solución a uno de los principales problemas de la industria: reducir el consumo de agua durante el proceso de fabricación de ropa. ¿Cómo? A través de procesos innovadores, como la tecnología de ozono para limpiar y envejecer las prendas o la tecnología e-flow para teñirlas y aplicar los químicos necesarios mediante nanoburbujas. 

Este es un claro ejemplo de la filosofía que promovemos: aportar soluciones innovadoras capaces de revolucionar los sectores empresariales. Los desafíos actuales no deberían suprimir empresas, sino impulsar su transformación a través de la innovación. De hecho, se calcula que los modelos ligados al desarrollo sostenible, como el de las energías renovables, podrían crear hasta 900.000 puestos de trabajo en la Unión Europea: se trata de sectores con gran potencial de crecimiento.

Necesitamos innovar para que los negocios tradicionales puedan responder a los desafíos interrelacionados

En nuestra publicación ODS Año 7. Innovación para lograr la Agenda 2030: nuevos modelos de negocio sostenibles, hablamos precisamente de esos modelos de negocio emergentes que están surgiendo a partir de los retos que propone el desarrollo sostenible. El sector de la alimentación saludable, por ejemplo, es uno de los que mejor acoge estas respuestas. Hablamos de un sector que responde a las demandas de un consumidor concienciado –el 80% de los españoles son más conscientes de su estado sanitario y de la necesidad de llevar una dieta más saludable tras la crisis de la covid-19– tanto con su salud como con la del planeta; que apuesta por productos de proximidad que reduzcan las distancias de los transportes y las emisiones derivadas de los mismos; que está implementando tecnologías para mejorar la trazabilidad de los productos y reducir el desperdicio alimentario; y, por supuesto, que se adapta a la normativa y estrategias vigentes, como la estrategia europea De la granja a la mesa, que pretende alcanzar el 25% del uso de las tierras agrícolas de la Unión Europea de aquí a 2030.

No es el único: otros, como el sector de transportes y movilidad sostenible o el sector de la edificación e instalaciones resilientes, han ganado un gran peso en la economía en los últimos años y se proponen contribuir con sus soluciones a la reducción de emisiones de CO2 a nivel nacional.

Todos ellos marcan el futuro de los negocios tradicionales y, como hemos visto, tienen un denominador común: la innovación. Esta no es exclusiva de las start-up o las incubadoras de proyectos, sino que se puede trasladar a todos los niveles de las compañías y en diferentes grados, ya sea con recursos propios o mediante alianzas. De hecho, es necesario que las empresas interioricen este mensaje y se pongan a trabajar en consecuencia: para alcanzar las metas propuestas en la Agenda 2030 necesitamos una innovación completamente disruptiva; una innovación que traiga consigo una transformación exponencial de las empresas, de su forma de desarrollar modelos de negocio y de relacionarse con sus grupos de interés, impactando positivamente de esta forma en miles de personas. 

En definitiva, necesitamos innovar para renovar los negocios tradicionales, de modo que respondan a los desafíos interrelacionados a la vez que encuentran múltiples oportunidades de negocio. No debemos olvidar que el futuro del desarrollo sostenible también es el de las empresas. Es el futuro de todos. Y debemos trabajar con todas las herramientas a nuestra disposición para conseguirlo.


Cristina Sánchez es directora ejecutiva de Pacto Mundial de Naciones Unidas España.

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