Siglo XXI

La filosofía delulu y la búsqueda de sentido en TikTok

A golpe de vídeos virales se ha ido asentado una nueva «corriente filosófica» que llama a imaginar que las cosas son mejores para lograr que lo sean. «Ser delulu es la solulu», proclaman sus adeptos en TikTok.

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12
marzo
2024

En medio de las múltiples corrientes académicas y los libros de Filosofía, hablar de «filosofía delulu», a primera vista, parece poco serio. Sin embargo, esta es la última corriente viral sobre cómo ver la vida que además captura el zeitgeist, ayudando a entender qué nos preocupa actualmente y cómo se afronta la existencia colectiva.

El origen de «delulu» proviene de las redes sociales, en particular de las tendencias de TikTok. Fue abrazada con pasión por la Generación Z en sus vídeos de corta duración antes de dar el salto a las think pieces y los análisis de medios y analistas.

«Delulu» empezó a ganar tracción en internet a lo largo del último año. Viene, como apunta The New York Times, de la palabra en inglés delusional —delirante o iluso— y arrancó en el universo de la comunidad k-pop. Desde ahí saltó al mainstream y se convirtió en una nueva «filosofía de vida». Meses después, se ha convertido en una especie de eslogan: «Delulu es la solulu», que viene a decir que ser «delulu» es la forma de solucionar los problemas.

Consiste en ser un poco iluso, vivir una realidad que no es la que hay pero sí la que se quiere

Pero, ¿qué es exactamente? No se puede recurrir a una definición canónica, porque la corriente se ha asentado vídeo a vídeo y viral a viral. Sin embargo, se podría decir que consiste en abrazar un poco ese ser iluso, el vivir en una realidad que no es exactamente la que es pero sí la que quieres. «Quiero que solo hables de tu vida como si vivieras en la realidad donde quieres estar», defiende la tiktoker Alexa Rae Smith, según recoge la BBC. Se podría decir que es creer que puedes ser aquello que quieras y también que es una manera de quitarles hierro a las cosas. «Nada bueno viene de pensar de forma realista», dice @romaneexvirgara, evangelista delulu, a Euronews. «Necesitas pensar que eres la puta ama y que todo el mundo está obsesionado contigo. Si piensas que lo están, lo estarán», añade.

La suma de todos estos puntos es lo que, según los expertos, ha hecho que la idea triunfe. La cultura actual vende inocencia y optimismo, defiende el analista de juventud en Fashion Snoops Peter Kecskés. «Flota en el aire una sensación de falta de seriedad y optimismo que las marcas están decididas a traducir en productos», le dice a la televisión pública británica. En un contexto en el que se impulsa lo poco serio, lo delulu tiene un terreno abonado.

Puede que en los medios se hable de lo «delulu» gracias a la magia de lo viral —y de las necesidades SEO—, pero lo cierto es que el término y lo que significa dice mucho sobre la Generación Z, el mundo en el que vive y el hecho de que hoy abordar los retos de la vida pasa por los efímeros temas del momento en internet. Premiar ese optimismo naif que está en la base de lo «delulu» está conectado con un contexto que, como le pasó a la generación millennial, ha complicado su entrada en la edad adulta. La vida es cada vez más dura y lo «delulu» es un parche: ante la precariedad, la falta de acceso a la vivienda o incluso la polarización política, ofrece algo distinto y mucho menos agónico.

Incluso, puede servir, como recuerdan en el Times, para sentir que se tiene cierto control sobre la propia existencia, como ya ocurrió con algunas tendencias previas (y un poco filosóficas también) que arrasaron en TikTok, como la de romantizar el día a día o el síndrome de la protagonista; esto es, darle un aura más color de rosa a las cosas cotidianas o afrontar el mundo como si se fuese la estrella de una película. Antes del boom «delulu», ya existió el «síndrome de la chica afortunada»: si te repites una y otra vez que tienes buena suerte, te pasarán cosas buenas.

Por supuesto, todas estas corrientes no se deben tomar de forma literal. Uno de los elementos de la cultura de internet es que no todo es serio.

Aun así, y al final, ni siquiera lo «delulu» —con su nombre salido de la era del meme— es algo tan distinto a corrientes de pensamiento previas, desde el pensamiento mágico a las manifestaciones positivas que estuvieron de moda hace unos años, hasta –según piensan algunas voces– los estoicos. El estoicismo es, de hecho, otra de las tendencias de la búsqueda del sentido de la vida en TikTok.

Lo que cambia ahora es que esas respuestas se buscan en un feed de vídeos de corta duración. Tiene sentido: es el escenario de consumo de contenidos de ese grupo demográfico y también, cada vez más, su puerta de acceso a internet. De hecho, los análisis de patrones de navegación llevan ya unos años alertando de un cambio: la Generación Z ya no busca en Google, sino en el buscador de TikTok.

 

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