Cambio Climático

Glaciares, el lento deshielo del mundo

En los últimos años, se ha registrado una pérdida irreversible de 200.000 glaciares en el planeta. Se prevé que al menos la mitad de los que existen actualmente podría desaparecer para finales de este siglo.

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16
enero
2024

Hace apenas unos meses veíamos cómo el glaciar del Monte Perdido, ubicado en el Pirineo Aragonés, se partía finalmente en dos. El hecho se suma a la larga reducción de superficie glaciar que hemos visto en los Pirineos, pero también en otras grandes cadenas montañosas como los Alpes, los Andes y el Himalaya. Alrededor del mundo, en los últimos meses, hemos visto constantemente noticias de glaciares que pierden su hielo y reducen sus superficies. El causante señalado ya se hace evidente: el cambio climático.

Los glaciares son masas de hielo que se acumulan en las cordilleras de las montañas, encima del límite de las nieves perpetuas, cuya parte inferior se desliza muy lentamente, como un río de hielo. Estas formaciones se originan en la superficie terrestre, debido a la acumulación, compactación y recristalización de la nieve. En total, los glaciares representan hoy en día un 10% de la superficie terrestre, pero debido a los derretimientos que hemos observado en los últimos años esta cifra está en descenso.

En los últimos 10 años, hemos superado un 20% la pérdida masiva de glaciares de montaña que en la década anterior. Así, se han perdido de casi manera irreversible más de 200.000 glaciares entre Europa, Oceanía, Asia, América y África. Si se siguen las predicciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), para 2100 la mitad de estos glaciares podría desaparecer.

Los glaciares representan el 10% de la superficie terrestre, pero su derretimiento está disminuyendo ese porcentaje

Algunos de los glaciares que se encuentran ahora mismo en mayor peligro son el Glaciar Athabasca (Parque de Jasper, Canadá), el Glaciar Pasterze (Austria) y el Glaciar de Aletsch (Suiza), ambos parte de Los Alpes; el Glaciar de la laguna Negra (Bolivia), el Glaciar Upsala (Parque Nacional Los Glaciares en Argentina) y el Glaciar Gangotri (India). Todos ellos han visto su masa derretida en grandes cantidades en los últimos años, aunque existen múltiples científicos y proyectos de restauración que procuran su supervivencia.

Uno de ellos es el Proyecto de Ley de Protección y Preservación de Glaciares que ha impulsado el Gobierno de Chile, que podría sentar precedentes para la legislación climática en favor de estos entornos y reconocerlos como espacios de cuidado, y alejar a aquellos que quieran abusar de sus recursos o seguir contaminando sin represalias. Porque sí, no hay que olvidar que la riqueza natural de estos fenómenos también resulta altamente atractivos a empresas y negocios que buscan la obtención de agua rápida.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) afirma que es altamente seguro que el «deshielo de las dos grandes capas de hielo, en Groenlandia y en la Antártida, así como en los muchos miles de glaciares de todo el mundo, seguirá elevando el nivel del mar a nivel global durante el resto del siglo actual».

Así, ya estamos notando algunas de sus principales consecuencias, como el aumento del nivel del mar, la desaparición de algunas especies y la menor disponibilidad de agua dulce. Además, los cambios en el clima pueden tener severas consecuencias para las comunidades locales, que pueden ver alteraciones fuertes en los ritmos de la agricultura o ver modificada su disponibilidad de agua.

Algunos expertos también afirman que estas consecuencias podrían tener un impacto sobre aspectos como la generación de la electricidad o los movimientos de personas entre territorios. Sin embargo, como afirma el climatólogo neerlandés Johannes Oerlemans, ganador del Premio Internacional Balzan 2022, «la única forma de salvar a los glaciares es frenar el calentamiento global».

Por ello, la protección de los glaciares debe ser parte de una estrategia holística de protección del medio ambiente y reducción de su contaminación, incorporada de forma directa e indirecta en planes de mitigación y adaptación regionales, nacionales e internacionales que nos dirijan a lo que parece ser el objetivo más importante de nuestros tiempos: acabar con el cambio climático. Y por ello es imperativo actuar.

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