«Los que inician las guerras civiles son aquellos que fueron dominantes y están en declive»

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13
septiembre
2023

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Barbara F. Walter lleva más de 20 años estudiando guerras civiles en diversas partes del mundo, sus causas, consecuencias y sus características más importantes. Y ha encontrado reveladores patrones para determinar cómo de cerca está un país de entrar en conflicto y qué hacer para evitarlo. Actualmente, Walter es profesora de la Universidad de California, pero también asesora al Banco Mundial, a Naciones Unidas y a los departamentos de Estado y de Defensa de los EE. UU. Es autora de varios libros sobre violencia y resolución de conflictos. El más reciente ha estado en la lista de los más vendidos del New York Times y se titula ‘How Civil Wars Start and How to Stop Them‘.


Ha estudiado las guerras civiles en todo el mundo y entiende bien las condiciones que las provocan. ¿Cuáles son algunos de los patrones, de las condiciones, las circunstancias que ha encontrado que conducen o que aumentan la probabilidad de una guerra civil?

Además de haber estudiado las guerras civiles durante décadas, en 2017 el gobierno de EE.UU. me invitó a ser parte de una fuerza especial llamada la Fuerza Especial para la Inestabilidad Política. Estaba compuesta por expertos en conflicto y analistas de datos. Y una de nuestras metas era diseñar un modelo para ayudar a pronosticar qué países tenían más probabilidad de volverse inestables y de caer en violencia política. Los expertos identificamos alrededor de 38 potenciales factores que podrían llevar a un país a la guerra civil, como el nivel de pobreza o de desigualdad salarial o su diversidad étnica y religiosa. Y resulta que de todos esos factores, solo dos son determinantes cuando se trata de pronosticar la guerra civil. El primer factor es lo que en ciencia política llamamos «anocracia», que se refiere a un gobierno que no es ni completamente democrático, ni completamente autocrático. Es algo intermedio. El segundo factor determinante es lo que llamamos faccionalismo étnico. Se trata de países en los que los partidos políticos se organizan alrededor de identidades étnicas, religiosas o raciales, en lugar de alrededor de ideas políticas. Si un país tiene estas dos características, consideramos que está en alto riesgo de sufrir inestabilidad, violencia política o guerra civil.

«Cuando hablo con personas que han vivido guerras civiles, ya sea en Sarajevo, en Bagdad o en Belfast, la mayoría dice «no lo vimos venir»»

Usted menciona el concepto de anocracia. Se trata de regímenes políticos, de sistemas de gobierno que no son totalitarios, pero tampoco son perfectamente democráticos. No son países como Corea del Norte, una dictadura que causa oprobio, pero tampoco son como Suiza, una democracia muy eficiente. Son más bien naciones en el medio de estos dos extremos, lo cual significa que la gran mayoría de los países están dentro de esa categoría. Y usted mantiene que la anocracia aumenta el peligro de una guerra civil. ¿Están la mayoría de los países del mundo en riesgo de entrar en una guerra civil?

Sí. Me alegra que haya mencionado esto porque hay muchos tipos diferentes de anocracias. La anocracia más antigua del mundo es Singapur, un país extremadamente estable. Creo que la probabilidad de que Singapur tenga una guerra civil es muy baja. De modo que las anocracias que suelen tener problemas son aquellas que fueron autocráticas y están intentando democratizar de manera rápida. Por ejemplo, una de las metas de la invasión de Irak por los EE.UU. y del derrocamiento del gobierno de Saddam Hussein era traer la democracia a ese país. Y EE.UU. intentó hacerlo de manera rápida. Pero fue muy inestable: había facciones enfrentadas que de repente se dieron cuenta que había una oportunidad para tomar el poder. El gobierno era débil y no quedaba claro quién estaba al mando. Así que aquellos países donde las instituciones políticas no son fuertes o donde los límites al presidente no existen o pueden ser fácilmente ignorados son las anocracias que están en riesgo.

En el libro, usted tiene una sección fascinante sobre los protagonistas que suelen iniciar las guerras civiles. Cuéntenos…

Sí, cuando la mayoría de la gente piensa en las guerras civiles creen que los grupos que van a recurrir a la violencia son aquellos que están más desesperados por un cambio. Es decir, los más discriminados, como los inmigrantes de un país. Pero la realidad es que estos grupos no tienden a rebelarse. Suelen ser pobres y no se les hace fácil organizar una resistencia. Los gobiernos suelen monitorearlos y reprimirlos hasta cierto punto. En cambio, los grupos que suelen dar inicio a las guerras civiles, especialmente las guerras civiles étnicas o religiosas, son aquellos que fueron políticamente dominantes y están en declive. Ven alta la probabilidad de continuar perdiendo poder en el futuro. Y al haber dominado socialmente, tienen la habilidad de organizar una resistencia. Además, se sienten en gran parte justificados porque creen que el país les pertenece y que es su derecho retomar lo que siempre ha sido suyo.

«Los algoritmos están empujando a los ciudadanos estadounidenses cada vez más hacia los extremos políticos, lo cual es muy poco saludable»

Le quiero preguntar por Estados Unidos. Usted cree que la probabilidad de que ocurra una guerra civil hoy en EE.UU. es mayor de la que había hace 20 años? ¿Está más en peligro EE.UU. y su democracia que antes? 

Definitivamente. La fuerza especial (que mencioné al comienzo) utiliza un ranking que va del -10 al +10. En -10 tenemos a los países más autoritarios, como Arabia Saudita o Bahrain. En +10 tenemos a los países más democráticos, como Dinamarca o Canadá.  La zona de anocracia va del -5 al +5. Y durante las últimas décadas, los EE.UU. estuvieron en un +10. Luego en 2016, la organización que mide la anocracia, llamada el Centro para la Paz Sistémica, bajó la calificación de EE.UU. a +8. La razón fue que los observadores internacionales determinaron que la elección presidencial de 2016 fue libre, pero no del todo justa. Luego volvimos a bajar a +7 en 2019, cuando teníamos a un presidente que se negaba a colaborar con el Congreso, lo cual sugería que el poder ejecutivo se estaba volviendo más poderoso de lo que se supone. Y en diciembre de 2020 llegamos a +5, lo cual puso a EE.UU. en la zona de anocracia por primera vez desde 1800. La razón es que teníamos a un presidente que se rehusaba a aceptar los resultados de la elección presidencial de 2020 y estaba tomando acciones para revertirlos.

Desde entonces, hemos vuelto a +8, pues Donald Trump abandonó el poder y tenemos a un nuevo gobierno que ha estado respetando el estado de derecho. Pero nuestra democracia no se ha vuelto más fuerte. A Donald Trump le encantaría volver a la presidencia y dijo que, si volviera al poder, no lo dejaría marchar. Por otro lado, hace 15 o 20 años, los estadounidenses blancos tenían la misma probabilidad de identificarse con el Partido Demócrata que con el Partido Republicano. Pero hoy el Partido Republicano está compuesto en casi el 80% por gente blanca y por cristianos evangélicos. Esto está ocurriendo en un país que es multiétnico, multirracial y multirreligioso. Así que, según la definición de la Fuerza Especial para la Inestabilidad Política, el Partido Republicano sería considerado una facción étnica.

¿Qué le recomendaría usted a un ciudadano de EE.UU. que considera que la democracia está en peligro y que existe riesgo de una guerra civil? Además de decirle que vaya a votar, qué más puede hacer un ciudadano normal preocupado por la democracia en su país?

Cuando hablo con personas que han vivido guerras civiles, ya sea en Sarajevo, en Bagdad o en Belfast, la mayoría dice «no lo vimos venir». Yo creo que la insurrección en el Capitolio que ocurrió el 6 de enero de 2021 fue un regalo para los estadounidenses porque sacó a relucir un cáncer que había estado creciendo a escondidas, dándonos tiempo para hacer algo al respecto. Y pienso que las elecciones de medio mandato que se celebraron en noviembre de 2022 fueron extraordinarias. Desde 1980, no habíamos tenido elecciones de midterm en las que el oficialismo no sufriera grandes derrotas. Por primera vez en mucho tiempo, vimos un gran número de jóvenes de entre 18 y 25 años de edad que salieron a votar, principalmente por candidatos del Partido Demócrata. Votaron en contra de los candidatos que habían sido apoyados por Donald Trump y que habían estado negando los resultados de la elección presidencial de 2020. Así que creo que los estadounidenses están prestando más atención. Salir a votar es muy importante. Además diría que los algoritmos están empujando a los ciudadanos estadounidenses cada vez más hacia los extremos políticos, lo cual es muy poco saludable para nuestra sociedad y sistema de gobierno. Así que tendremos que reformar las redes sociales y encontrar una manera de manejarlas sin que nos destruyan.


Este contenido fue emitido en formato audiovisual por el programa de televisión ‘Efecto Naím’ , una producción de Naím Media y NTN24. Forma parte de un acuerdo de colaboración de este programa con la revista Ethic.

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