Sociedad

Este artículo ya lo he leído (y otros déja vù)

La sensación de enfrentarse a algo que ya se ha vivido no es nada rara, pero ¿qué explica los déjà vu y cuál es la ciencia tras este fenómeno?

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
01
agosto
2023

Alrededor del 97% de las personas lo han experimentado alguna vez, y de todos ellos, más de la mitad dicen experimentarlo regularmente. El déjà vu (del francés, «ya visto») es la sensación intensa de ya haber vivido una situación en el pasado, aunque sea ahora la primera vez que se vive en realidad. Este fenómeno misterioso se siente como una especie de fallo en Matrix, como una superposición de los recuerdos del presente y el pasado. El filósofo decimonónico Gaston Bachelard, al que le encantaba aprender sobre la psicología de la imaginación, creía que los déjà vu eran el reflejo de cómo nuestras mentes construyen un sentido de continuidad frente a nuevas experiencias, por lo que recurren a recuerdos pasados para dar sentido al presente.

Una de las teorías científicas que intentan explicar los déjà vu habla de ellos como si fueran un hipo de la consciencia. Cuando una persona va por la calle y se topa con nueva información del entorno, el cerebro, que quiere integrar esa información, atraviesa un proceso de codificación y almacenamiento de memoria. Entonces, puede ser que de repente haya un malentendido entre las regiones cerebrales responsables de ese procesamiento, y como resultado, una experiencia nueva que debería almacenarse en la memoria a corto plazo, va directamente a la memoria a largo plazo. En consecuencia, cuando esa información es recordada –los humanos estamos continuamente recordando– parece que sea familiar, que venga de un pasado más lejano.

Otra teoría sugiere que los déjà vu están relacionados con la atención: cuando estamos nos enfrentamos a una situación, a veces, sin darnos cuenta, enfocamos nuestra atención en un solo elemento de ella, ignorando el resto de la escena hasta que desaparece. En el momento que despegamos nuestra atención más absoluta de ese único elemento, los alrededores de la escena vuelven, y parece que los estemos viendo por primera vez. No obstante, ya los habíamos visto antes, pues no prestar atención no significa no percibirlo. De esta manera, en nuestra cabeza surge un conflicto: «¿Es esto nuevo o ya la he vivido antes?».

El estrés, ser joven o tener un salario elevado son factores que hacen más posible enfrentarse al déjà vu

Existen muchas más teorías al respecto, incluso el físico Michio Kaku juega con la remota posibilidad de que el déjà vu sea causado por la capacidad del cerebro de pasear entre varios universos paralelos. Aunque es solo especulativo, Kaku utiliza una analogía con las ondas de radio: no podemos verlas, pero hay miles y miles que llenan nuestro espacio. Asimismo, «en la radio solo se puede sintonizar una emisora a la vez debido a las leyes de la gravedad, del mismo modo que nuestra mente podría sintonizarse en una sola frecuencia de la realidad», asegura. De esta forma, cuando percibimos una realidad demasiado familiar para ser nueva, podría significar que estamos vibrando al unísono con un universo paralelo.

Indudablemente, este tipo de ideas paracientíficas mantienen el debate vivo entre investigadores y psicólogos, a la vez que se intenta buscar un significado a estas experiencias. Algunos consideran los déjà vu como meros trucos de la mente, un producto común de las limitaciones de la memoria. Sin embargo, otros exploran la posibilidad de un porqué más profundo, algún significado más espiritual. Ahora bien, no existe evidencia científica que apoye esa idea, por lo que las posibles interpretaciones místicas de los déjà vu quedan reservadas para la ficción.

A nivel clínico, y a pesar de que los déjà vu no son signo de nada serio (como enfermedades mentales), sí existen algunos factores que están correlacionados con la aparición de déjà vu, como por ejemplo el cansancio o el estrés. Se dice que esto sucede porque la fatiga puede afectar tanto a la memoria a corto plazo como a largo plazo. Otros factores asociados a un mayor índice de episodios son el salario elevado, tener educación superior, ser una persona muy viajera, tener sueños vívidos y sobre todo estar entre los 15 y 25 años.

¿Por qué esta gente y no otra? Una de las hipótesis apunta a un exceso de niveles de dopamina, pero también podría ser por cómo se desarrolla el cerebro en el tiempo, de ahí que los adolescentes y jóvenes adultos sean los más propensos a experimentarlos. De todos modos, hay que ser precavido con las conclusiones anticipadas, pues el déjà vu es un fenómeno subjetivo, que no se puede inducir de ninguna forma ni en ningún laboratorio, y, por tanto, es muy difícil de estudiar.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME