El futuro del trabajo

La revolución digital ha tenido un elevado impacto en muchas capas de la sociedad. Ha cambiado cómo nos relacionamos, cómo accedemos a la información o cómo tomamos decisiones de compra. También, ha modificado cómo trabajamos, una transformación en proceso y en la que los nuevos adelantos TIC podrían ser todavía más disruptores. La tecnología es el gran elemento a tener en cuenta para comprender el futuro del trabajo.

Sin embargo, el auge reciente de la inteligencia artificial (IA), acelerado con tecnologías emergentes, como ChatGPT, no parece asustar, por ahora, a los españoles, como acaba de concluir la VI Encuesta de percepción social de la innovación en España, elaborada por Cotec y Sigma Dos. El 51% de los españoles cree que la revolución tecnológica creará más empleo del que destruirá.

Es un dato curioso, porque preguntados por la amenaza para el empleo que representan los robots, los algoritmos o la IA dos tercios (63%) de la población activa opinan que la mayoría de los puestos actuales serán sustituidos por máquinas en un plazo de 15 años. No obstante, cuando se les interroga de forma directa por su propio trabajo, solo un 12% piensa que las tareas que desempeña podrán automatizarse.

Esa autoconfianza también varía según las funciones que se realizan. Quienes desempeñan empleos que implican tratar con personas (64%), que los que manejan máquinas (54%) o se dedican a procesar información (48%) son quienes menos consideran que los robots harán sus trabajos antes de 15 años.

Aunque un 63% de los españoles cree que los robots harán la mayoría de los trabajos de aquí a 15 años, solo el 12% piensa que harán el suyo

Aun así, un 70% de los españoles considera que la sociedad no se está preparando para este cambio (aunque un 61% asegura que ellos en concreto sí lo hacen). En todo caso, los responsables del estudio consideran que es preocupante que un 34% de la población activa, cerca de 7 millones de trabajadores, declare no sentirse capacitado para competir en un mercado laboral dominado por la tecnología. El nivel de estudios marca mucho esos temores: dicen no sentirse capacitados para ese futuro laboral el 61% de los que no tienen estudios, el 40% de quienes tienen estudios medios y el 22% de los que tienen estudios superiores.

También existe un cierto sesgo de género: son más las mujeres (39%) que los hombres (29%) las que sienten un cierto pesimismo entre la población activa.

Otros cambios

Por otro lado, el impacto de la tecnología no solo se limitará a quién hace qué. También cambiará el cómo. Un 56% la ve de manera esperanzadora en lo que tiempo de trabajo corresponde: creen que reducirá la jornada laboral. Esta visión es mucho más optimista que en el pasado. La separación entre quienes lo ven de esta forma y quienes consideran que no tendrá cambios significativos (el 29%) es de 27 puntos porcentuales. Hace cuatro años, esa diferencia no llegaba a los dos puntos porcentuales.

Por eso, no sorprende que un 53% considere que servirá para mejorar la conciliación y otro 53% que reducirá la brecha de género en el trabajo. Aquí también hay una diferencia de percepción entre hombres y mujeres. La confianza de las mujeres en que la brecha de género se reducirá gracias a la tecnología es del 39%.

Además, en líneas generales, la innovación se ve de manera positiva. Es lo que piensa el 76% de los españoles. En cambio, la percepción de España como un país en la media de la UE en innovación ha caído 12 puntos porcentuales en cinco años (47% en 2022).

Igualmente, en solo tres años, marcados por la pandemia, entre 2019 y 2022, ha bajado también en 10 puntos porcentuales la percepción de las grandes empresas españolas como organizaciones innovadoras (38% en 2022). Ocho de cada 10 españoles ven también insuficiente la inversión pública española en I+D+I, un dato que se mantiene estable en el tiempo, si bien se disparan los que están «muy de acuerdo» con esto.