Viento favorable para la energía eólica marina
España quiere convertir sus mares en el epicentro de la energía verde que Europa necesita: se espera que las costas de nuestro país contribuyan al 40% de la producción eólica marina que la Unión Europea prevé producir para 2030.
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En la búsqueda por reducir la dependencia de los combustibles fósiles –uno de los objetivos que Europa se ha impuesto ya a corto y medio plazo, intentando alcanzar esos mínimos necesarios para reducir el impacto del cambio climático– encontrar fuentes alternativas de energía se ha convertido en una cuestión crucial. Al fin y al cabo, dejar de emplear los combustibles fósiles no implica que se pueda apagar por completo la actividad y el consumo de energía: necesitamos encontrar fuentes que tengan un impacto nulo (o mínimo) en el medio ambiente.
Es ahí donde las renovables se han asentado como una pieza esencial, porque permiten generar energía de una manera limpia. Además, España proporciona condiciones altamente favorables para impulsar el desarrollo de algunas de ellas. La solar es, posiblemente, el caso más conocido, con voces que adelantan que nuestro país podría convertirse en el gran proveedor energético limpio de Europa gracias a sus horas de sol. Pero también los mares podrían tener otra de las claves para producirla con un impacto menor gracias a la energía eólica marina.
De hecho, ya se prioriza en los planes verdes de futuro, tal y como demostró recientemente el Consejo de Ministros tras aprobar su Hoja de Ruta para el desarrollo de la Eólica Marina y de las Energías del Mar en España, una propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica que se articula a través de cuatro líneas maestras para hacer de España sea un «polo de referencia europeo» en esta materia, tanto por capacidad como por la cadena de valor del sector. El objetivo es conseguir que se impulse el desarrollo de la eólica marina sostenible y que se desarrolle un «marco adecuado» para el despliegue de las renovables marinas.
España quiere alcanzar entre 1 y 3 GW de potencia eólica marina flotante para 2030, el 40% del objetivo europeo
De forma más concreta, España quiere llegar a entre 1 y 3 GW de potencia eólica marina flotante para 2030, complementando a otras energías generadas por el mar (por ejemplo, el uso de las mareas para generar electricidad). Nuestro país representaría así una parte muy importante de la producción europea extraída de los océanos: alcanzar esas cifras supondría alcanzar también el 40% de la energía eólica marina que la Unión Europea espera ver en el arranque de la próxima década.
En un informe aprobado el pasado mes de febrero por el Parlamento Europeo, se recomendaba «acelerar el despliegue de la energía eólica marina», ya que la consideraba clave para llegar a los objetivos sostenibles marcados para 2030 y 2050. Los eurodiputados señalaban también que los proyectos eólicos marinos pueden convivir con la pesca o el transporte y no amenazar la biodiversidad –esta es una cuestión que subrayan las voces críticas de estas propuestas energéticas, que temen los efectos sobre la pesca y la calidad de vida en las zonas costeras– si todo esto se tiene cuenta en la fase de diseño.
Las primeras apuestas por la eólica marina
El tiempo corre: hay que ponerse manos a la obra en este preciso instante puesto que, entre 2028 y 2029, tal y como alertó este verano la Asociación Empresarial Eólica, deberían estar operativos los primeros parques marinos. Por eso, Naturgy y Equinor ya trabajan para desarrollar una de esas infraestructuras: su proyecto Floating Offshore Wind Canarias (FOWCA), que instalará más de 200 MW de eólica marina flotante al este de Gran Canaria.
Según explican desde Naturgy, se utilizaría tecnología de plataforma flotante semisumergible, que permite que las estructuras se mantengan más alejadas de la costa. Es uno de los grandes beneficios que se vinculan a este modelo, pues así tiene un menor impacto visual y en el medio ambiente (al no estar ancladas en el fondo del mar reducen su impacto en el ecosistema marino). También resultan más ligeras, baratas y fáciles de fabricar e instalar.
La plataforma semisumergible que Naturgy y Equinor quieren establecer en Gran Canaria supondría un ahorro de CO2 equivalente a las emisiones anuales de 350.000 coches
De hecho, suponen un flujo de energía verde –en este caso, llegaría a la subestación de Barranco de Tirajana de Red Eléctrica Española, donde se comercializaría– y también la apertura de nuevas posibilidades económicas. La compañía recuerda que un estudio encargado a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria estima que el proyecto creará unos 2.500 puestos de trabajo directos e indirectos en todas sus fases, al tiempo que ayudaría a reducir las emisiones de efecto invernadero. El ahorro de CO2 equivaldría a las emisiones anuales de 350.000 coches.
Este proyecto es una de las primeras propuestas en esta transformación hacia la eólica marina en las costas españolas, aunque la industria ya tiene una amplia experiencia en este terreno: fue precisamente en nuestro país donde se fabricaron, por ejemplo, las piezas fundamentales para la puesta en marcha de uno de los parques eólicos flotantes que ya existen en Escocia.
Y si hay una localización que puede convertirse en epicentro de la energía marina esa es Canarias: además de contar ya con una trayectoria en energía eólica (Naturgy, de hecho, tiene una potencia total 75 MW en sus parques eólicos, que generan energía para mantener a 56.800 hogares), cuenta con un amplio territorio marítimo y podría reconvertir el know-how que ya existe en la comunidad autónoma para la puesta en marcha de estas infraestructuras. Por ejemplo, los astilleros locales podrían usar su experiencia y conocimientos produciendo material para plataformas petrolíferas en este nuevo terreno.
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