La farmacia: donde la innovación encuentra lo humano

Uno de los posos más destacados de la pandemia del coronavirus ha sido la puesta en valor de algunos sectores cuya relevancia llevaba demasiados años en un segundo plano. La que ha sido una de las crisis sanitarias más duras de la historia ha situado en el centro del debate público disciplinas y profesiones (y, por supuesto, profesionales) que anteriormente tendían a ocupar un papel secundario e inversamente proporcional a su importancia para el correcto funcionamiento del sistema. Este es el caso del sector farmacéutico, un eslabón de vital importancia en la cadena sanitaria, que ha necesitado de una pandemia y un hallazgo milagroso, como es el de la vacuna contra la covid-19, para ser puesto en valor por la sociedad en su conjunto.

Sin embargo, la función del campo farmacéutico va mucho más allá del trabajo de investigación o la dispensa de medicamentos, y es que la farmacia ha conseguido conjugar la innovación con la asistencia diaria y personal al ciudadano de una forma eficaz y resolutiva, revelándose así como un campo esencial a la hora de afrontar los retos del futuro a través de lo social.

Santiago: «Es estratégico impulsar la industria farmacéutica y la investigación química, biotecnológica y farmacológica»

Es precisamente el compromiso social, uno de los factores más destacados del sector, lo que ha hecho de las farmacias un gran altavoz desde el que hacer llegar a los pacientes los mensajes clave de las distintas campañas sanitarias que ponen en marcha tanto las instituciones sanitarias como los organismos colegiales. Una función que engancha directamente con el trabajo que muchos farmacéuticos desempeñan con colectivos desfavorecidos o en riesgo de exclusión y que, como no puede ser de otra manera, resulta de una gran ayuda en tiempos de novedades constantes y mensajes que corren el riesgo de ser percibidos de forma confusa. «La gran crisis ocasionada por la pandemia de la covid-19 nos sitúa a organizaciones, instituciones y colectivos en un momento único para actuar, una crisis en la que los farmacéuticos han jugado un papel fundamental, haciendo su trabajo, ya de por sí imprescindible, más visible que nunca», apunta Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos.

En este sentido, otro de los grandes éxitos de este sector y que gracias a la pandemia pudo verse en su mayor grado es el de la gran colaboración interprofesional que existe con los profesionales de la medicina, lo cual resulta en una mejor atención sanitaria, siendo los pacientes los grandes beneficiados. No acaban aquí las funcionalidades del sector: también en terreno medioambiental, un tema clave de cara al desarrollo a medio y corto plazo, tiene mucho que decir la farmacia, habiendo potenciado iniciativas para el correcto reciclaje de los medicamentos y numerosos proyectos con el objetivo de fomentar la sostenibilidad del planeta. Un hecho que coloca a la farmacia como un sector destacado a la hora de cumplir los objetivos marcados por esa hoja de ruta denominada Agenda 2030.

«Es especialmente estratégico impulsar la industria farmacéutica española, así como la investigación química, biotecnológica y farmacológica para garantizar tanto nuestra soberanía científica como nuestra seguridad humana frente a catástrofes sanitarias», reconoce por su parte Enrique Santiago, secretario de Estado de la Agenda 2030, quien destaca especialmente el valor de las farmacias rurales en la lucha contra la despoblación y el refuerzo de la llamada España vacía. «Es esencial contar con la presencia de servicios farmacéuticos en el medio rural como servicio básico para su población adicional a los servicios públicos de atención sanitaria», asevera.

Premio para las mejores iniciativas

Precisamente con la intención de reforzar esta importante labor de la farmacia y fomentar la aparición de más iniciativas, desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos han puesto en marcha los I Premios Farmacéuticos y ODS, unos galardones a través de los que premian los mejores proyectos surgidos desde el sector con la vocación de lograr cierta transformación social. Unos premios que no solo refuerzan esta línea social, sino que también cumplen la función de aportar una mayor visibilidad al trabajo de los profesionales encargados de llevarlos a cabo.

El proyecto ‘Atención farmacéutica en un barrio desfavorecido’ acompaña a pacientes con barreras para acceder al sistema de salud

Con ello, esta primera edición sirvió para reconocer el valor de proyectos como el de Atención farmacéutica en un barrio desfavorecido, que obtuvo el primer premio en la categoría Farmacéuticos y ODS. Esta iniciativa, surgida en el sevillano barrio de Los Pajaritos, se ha basado en una labor de acompañamiento a los pacientes a través de intervenciones sencillas y coordinadas con otros agentes de salud. El control de la tensión arterial, el seguimiento de la glucemia, el análisis de los tratamientos farmacológicos para detectar posibles interacciones o consultas sobre nutrición y pediatría han sido algunas de las acciones más habituales realizadas en dichas atenciones, enfocadas en un grupo poblacional que habitualmente queda fuera de este tipo de servicios.

En esta misma clasificación, el segundo premio fue a manos de Farmacéuticos 2.0 Salud en Redes, una iniciativa que trata de acercar la farmacia a los más jóvenes a través del uso de los nuevos canales de difusión. Por último, el bronce en esta sección fue para Proyecto @Vacunando, el cual sirvió para realizar una gran labor divulgativa sobre la importancia de las vacunas para la salud pública.

Sin embargo, estos tres proyectos no fueron los únicos premiados. En la categoría de Colegios Farmacéuticos y ODS, el proyecto ganador fue Mascarilla-19, una iniciativa impulsada por los Colegios de Farmacéuticos de Canarias, que trata de poner freno a la violencia de género mediante una clave: «Mascarilla-19». De esta manera, las mujeres que están sufriendo maltrato pueden acudir a la farmacia y solicitar una «Mascarilla-19». Mediante esta acción encubierta, las víctimas hacen partícipe al personal sanitario de su situación, facilitando la denuncia de una forma discreta. Una vez esto se produce, el personal farmacéutico realiza una llamada a los servicios de emergencia y activa así el protocolo correspondiente.

Asimismo, el jurado también hizo una mención especial para reconocer la labor de otros dos proyectos, uno de cada categoría: el Programa de Apoyo Farmacéutico Domiciliario en contexto de Covid-19, desarrollado por el Colegio de Farmacéuticos de Valencia; y FarMcuida, del servicio de Farmacia del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Al margen de cuáles fueron los proyectos ganadores, una de las conclusiones más positivas que se pudo extraer de estos premios fue la gran cantidad de propuestas que fueron presentadas desde numerosos puntos de la geografía española, que sitúa al sector como un actor clave a la hora de marcar el futuro del que disfrutaremos. Si algo enseña la farmacia, es que lo social es siempre el gran pilar sobre el que construir transformaciones.