Energía

Breve guía para ahorrar en la factura de la luz

El gasto eléctrico se ha disparado durante estos últimos dos años, pero ahora que llega el verano algunos gestos sencillos pueden ayudarnos a rebajar considerablemente nuestra factura.

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14
julio
2022

Si hay algo que molesta a los padres son las luces que se quedan encendidas: algunos pueden pensar que los suyos son los únicos que los persiguen por casa apagando luces y electrodomésticos, pero lo cierto es que la experiencia afecta a todas y cada una de las generaciones. Hoy, este comportamiento se comprende cada vez mejor: no solo todos pagamos, sino que lo hacemos a precios cada vez más elevados. 

La escalada de los precios en la factura eléctrica del último año ha sido notable. Ya en diciembre de 2021, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alertaba que la factura de la luz de ese mes iba a ser la «más alta de la historia». Las tarifas de cierre de ese año eran, según sus cuentas, prácticamente el doble del precio que tenía la electricidad en 2018. En 2021, el gasto medio por hogar en luz en España se iba a 949 euros anuales, un 41% más de lo que habían pagado en 2020. 

Si entonces los precios eran elevados, todavía no habían tocado techo. En este sentido, la guerra en Ucrania ha impulsado aún más los costes de la energía, haciendo que la electricidad entre en una escalada brutal que impacta con creces en la economía del hogar. Durante el primer semestre del año, el tema ha sido tópico recurrente en las noticias y también en la preocupación de la ciudadanía. Para el segundo semestre del año, se teme qué ocurrirá cuando llegue el invierno y las necesidades de energía sean mayores por culpa de las calefacciones, si bien es cierto que en verano también se necesita mucha electricidad: las altas temperaturas –y España ya acumula un par de olas de calor históricas en tan solo dos meses– obligan a emplear electrodomésticos como ventiladores o aire acondicionado para soportar los picos térmicos.

En 2021, el gasto medio de luz por hogar en España se iba a 949 euros anuales, un 41% más de lo pagado en 2020

Sea por enchufar el radiador o sea por hacerlo con el ventilador, poca duda queda de que la ciudadanía necesita consumir electricidad. La luz es un elemento básico del que no podemos prescindir. Emplear fuentes de energía renovables y en modo de autoconsumo parece a primera vista la solución soñada para dejar de depender de las compañías eléctricas y de sus precios, pero hacer el cambio no es sencillo para todos. Por ejemplo, no todo el mundo puede poner placas solares en sus casas, ya sea porque no tiene espacio o porque no puede hacer frente a esa inversión (aunque, como recuerdan habitualmente desde esa industria, la inversión se recupera con el ahorro a la larga). Por tanto, para reducir la factura de la luz no queda más remedio que optar por una cierta «picaresca» en casa, apostando por trucos para gastar menos y cambiar de hábitos para ser más eficientes en consumo energético.

Trucos para sobrevivir a la electricidad

En la forma en que nos las ingeniamos para evitar la dolorosa factura de la luz entra el sentido común y es que, para empezar, si no lo necesitas, no lo tengas encendido. Al fin y al cabo, como recuerdan desde Facua, cada vez que se dejan los aparatos en stand-by, estos «están derrochando energía». Un cálculo de la Agencia Internacional de la Energía estima que el gasto eléctrico que pueden hacer estos dispositivos puede llegar a ser entre el 5% y el 10% de lo que consume una casa. Apagar del todo la televisión desenchufándola, por ejemplo, no solo reduce el despilfarro energético y la hace más sostenible, sino que también ayuda al ahorro. 

Cambiar los dispositivos por aquellos de menor consumo hace que el hogar sea más respetuoso con el entorno, pero también más barato en términos económicos. Simplemente cambiando las bombillas por unas LED se logra reducir –al menos según Facua– entre un 80% y un 90% del consumo derivado de la iluminación. Fijarse en qué programas ofrecen los electrodomésticos y quedarse con sus versiones eco –el lavavajillas o la lavadora suelen tenerlos– ayuda a reducir la factura, ya que consumen hasta un 40% menos de recursos. 

Buscar alternativas que no requieran un consumo eléctrico a las necesidades de cada momento es otra opción para el ahorro, siendo siempre realistas con lo que ocurre y con lo que se puede hacer. Cambiar el ascensor por las escaleras para reducir la factura de la luz de la comunidad puede ser un cambio que incluso lleve a una vida más saludable, pero enfriar la casa por el viejo método de bajar las persianas puede no ser suficiente cuando se está en alerta roja. 

Por supuesto, entre los trucos para ahorrar luz no puede faltar el fijarse en qué nos ofrecen y qué nos cobran. El primero de todos los trucos que propone la OCU es, directamente, revisar de forma regular qué tarifa eléctrica se tiene, para ver qué nos facturan y qué está pidiendo la competencia por el mismo servicio. En ese proceso también es importante ver cuánto se consume y qué potencia se está pagando: tener acceso a más electricidad de la que realmente se necesita solo lleva a que la factura se dispare. La propia Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) tiene un comparador para ver qué ofrece el mercado. Mientras tanto, quizás sea recomendable bajar el interruptor, al menos siempre que sea posible.

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