¿Cómo entender la factura de la luz?

Entender la factura de la luz es algo muy importante siempre, aunque difícil en no pocas ocasiones. Cada pocos meses, vemos en nuestras manos numerosos recibos repletos de números, siglas y porcentajes que se interrelacionan entre ellos pero sin saber realmente qué significan. Más allá del esfuerzo que hay que realizar para entender todos esos datos, una de las peores consecuencias de esta realidad es no saber elegir qué compañía debe hacerse cargo de los suministros del hogar. Cuanta más información tengamos, más conscientes y seguras serán nuestras decisiones.

Solo el 11% de los consumidores entiende por completo la factura de la luz, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios. Es decir, poco más de una de cada diez personas sabría explicar por qué y cuánto está pagando por su consumo de electricidad. De hecho, muchas de ellas desconocen si pertenecen a la tarifa regulada o al mercado libre, algo crucial para determinar el uso más eficiente que le podremos dar.

Conocer las mejores tarifas de luz se torna imprescindible si realmente queremos apostar por nuestro bolsillo

En ocasiones, sumirnos en un océano repleto de ofertas, nombres distintos y comercializadoras ávidas de nuevos clientes no es la forma más óptima desde la que tomar una decisión. Por eso, conocer las mejores tarifas de luz se torna imprescindible si realmente queremos apostar por nuestro bolsillo, algo que también podemos aplicar a los demás servicios necesarios en un hogar.

Superar el desconocimiento de esos números y siglas que tan poca gente entiende es mucho más fácil sin encontraros un agregador honesto e independiente que nos enseñe, por ejemplo, las mejores tarifas de luz con discriminación horaria, la mejor tarifa de luz para una comunidad de propietarios o aquellas que más nos pueden interesar si nuestra tarifa de luz es a precio fijo o del mercado libre.

De todas formas, existen algunos aspectos que cualquier persona debería tener en cuenta a la hora de decantarse por una u otra opción. El principal es el llamado «término de consumo». Será importante elegir la compañía de luz que ofrezca el mejor precio del kWh para poder ahorrar, ya que cuanto mayor consumo energético, mayor será el término de consumo a pagar en la factura.

Si desde un principio nuestras elecciones están guiadas por el conocimiento, el confort entre compañía y cliente será mayor

El «término de potencia» es otro factor fundamental, ya que indica el coste fijo que se deberá abonar se realice o no consumo eléctrico. Por lo tanto, independientemente de la potencia que se requiera en un hogar, deberá elegirse la compañía que mejor precio proporcione por este término. Valorar las tarifas eléctricas que ofrece una compañía en concreto puede ser otro aspecto a tener en cuenta, ya que será más fácil que alguna de ellas se adecúe a nuestras necesidades de consumo.

La atención al cliente y el mantenimiento son dos elementos que cada vez pasan menos desapercibidos por parte de la clientela. Por eso, ubicar una compañía de luz que cuente con valoraciones positivas será un punto a favor. A todo ello se suma la posibilidad de que existan periodos de permanencia y otras condiciones dentro de un contrato. En este caso, tendremos que fijarnos bien en sí la compañía en cuestión nos permite cambiar sin penalizaciones, lo que sería otro punto a favor.

Enfrentarnos a la factura de la luz no es fácil, pero tampoco imposible. Si desde un principio nuestras elecciones están guiadas por el conocimiento y la información veraz, el confort entre compañía y cliente mientras se presta el servicio será mayor. En este sentido, tomar una buena decisión nos puede evitar bastantes quebraderos de cabeza en un futuro, además de un ahorro notable en nuestras facturas.