«Es fundamental que los estudiantes vuelvan a aprender historia»

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10
mayo
2022

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Las redes sociales moldean nuestro presente, para bien o para mal. Permiten tanto la difusión de buenas causas como la propagación de noticias falsas. El historiador Jason Steinhauer (Nueva York), fundador y jefe del Instituto de Comunicación de Historia, relata en su libro ‘History, Disrupted’ cómo internet también está distorsionando nuestro conocimiento del pasado.


Comienzas tu libro hablando de la e-historia, de la historia digital. Explícanos qué es eso…

De la misma manera que tenemos libros digitales (o e-books) y comercio electrónico (o e-commerce), en mi libro argumento que tenemos algo que denomino ‘ e-history o historia digital. Incluye desde una página de Wikipedia hasta un hilo en Twitter o una publicación en Instagram sobre el pasado. Es una manera de presentar la información histórica en Internet de modo que alcance visibilidad e influencia.

Tú mantienes que Wikipedia está cambiando la manera cómo entendemos el concepto de autoridad. ¿Cómo es eso?

Durante mi investigación para este libro, hablé con estudiantes universitarios de varios niveles, incluso con algunos estudiantes de secundaria. Les preguntaba: ¿Si están buscando información de autoridad, a dónde recurren? ¿Cómo determinan qué fuentes son creíbles y cuáles no? Y una y otra vez, la respuesta era: «Bueno, voy a internet. Reviso varias fuentes. Y en base a eso decido en qué puedo creer y confiar». Nadie me dijo: «Recurrí a un libro escrito por un experto». Eso me pareció fascinante y muy revelador, y me llevó a pensar en Wikipedia y en otras plataformas de lo que se llama crowdsourcing o colaboración abierta. La idea es que personas de todas partes del mundo contribuyan con diferentes ideas, fragmentos de información y hechos hasta que eventualmente surge un tipo de verdad colaborativa. Y me parece que esto tiene implicaciones profundas para la historia y la educación. Cada vez más frecuencia, los estudiantes van a recurrir a estas iniciativas de colaboración abierta para aprender y obtener un sentido de la verdad.

«En EE.UU. el número de grados universitarios en historia ha disminuido un 33%, es la caída más significativa de cualquier materia en el país»

Si alguna de las personas jóvenes que entrevistaste para escribir tu libro te pregunta, bueno qué puedo hacer, cómo puedo mejorar las cosas. Dime 3 cosas, 3 recomendaciones que tú les darías.

Lo primero que me parece crítico para todos los consumidores de información en línea, ya sean jóvenes o mayores, es la educación o alfabetización mediática. Es decir, tener una mejor comprensión de por qué se crean los medios y lo que intentan hacer. Y en el caso de la información en Internet, hay que preguntarse: ¿Por qué estoy viendo esta información? ¿Quién la creó? ¿Tiene el propósito de desinformar o de avanzar una agenda política o comercial particular? El segundo aspecto que discuto en el libro es que me parece muy importante conseguir que los estudiantes vuelvan a tomar cursos de historia. En EE.UU. el número de grados universitarios en historia ha disminuido un 33%, es la caída más significativa de cualquier materia en el país. Y parte del problema es que vemos tanta información del pasado en Internet, que pensamos que no necesitamos tomar cursos al respecto. Pero la educación histórica también es esencial. Además, creo que necesitamos incentivos diferentes en Internet. En el libro, por ejemplo, hay un capítulo titulado El pasado viral que explica cómo la información histórica que se vuelve viral es recompensada con visibilidad, atención, influencia, dinero y fama, sin importar necesariamente si está basada en hechos. Entonces, ¿qué pasaría si pudiéramos crear una nueva versión de Internet que en lugar de incentivar la viralidad, incentivara la precisión? Eso me parece una discusión que vale la pena tener, a medida que pensamos en la evolución de la web 2.0 a la web 3.0.

La mayoría de la e-historia, de la historia digital que existe, ha sido escrita por seres humanos. Pero en un futuro cercano, este tipo de contenido seguramente será producido por máquinas, por software, por la inteligencia artificial. ¿Cómo te imaginas un futuro donde la inteligencia artificial se convierte en una fuente cada vez más frecuente de la historia?

Si consideras una plataforma como Wikipedia, esta no existe únicamente en el sitio web. La información de Wikipedia sobre la historia es diseminada en todo el mundo, entre millones y millones de personas cada día, a través de dispositivos como Alexa de Amazon, Siri de Apple y otras plataformas de inteligencia artificial. Y las conversaciones que he tenido con personas en Silicon Valley y otros lugares confirman que en un futuro cercano habrá tutores robóticos y de inteligencia artificial que apoyarán a los estudiantes en sus asignaturas. Estos robots estarán utilizando toda la historia digital que está disponible en línea, así como los bancos de datos que a lo largo de los años han sido comprados por compañías como Google, Microsoft y Amazon. No estarán utilizando publicaciones o plataformas académicas. Puedo decirlo con seguridad, porque para usar esa información hay que pagar. No es parte de los bancos de datos que estás compañías han comprado.


Este contenido fue emitido en formato audiovisual por el programa de televisión ‘Efecto Naím‘, una producción de Naím Media y NTN24. Forma parte de un acuerdo de colaboración de este programa con la revista Ethic.

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