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De la planta a la percha

Todo empieza en la tierra, en esa semilla de algodón que servirá para extraer las fibras que luego, tejidas, darán solidez a la camiseta o el pantalón que vestimos. Cuidar todo el proceso de fabricación de una prenda de ropa, desde el cultivo hasta el transporte o el punto de venta, puede marcar la diferencia a la hora de lograr un futuro más respetuoso con el planeta.

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Carla Lucena
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10
mayo
2022

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Carla Lucena

El diseñador francés Yves Saint Laurent defendía que «vestir es una forma de vida». Y su proclama no va especialmente desencaminada: cómo nos vestimos tiene un fuerte impacto en nuestras vidas. No nos referimos a la creatividad que trasluce el fondo de nuestro armario, sino al peaje –a priori invisible– que pagamos al comprar ciertas prendas. En general, se calcula que para fabricar una camiseta de algodón se necesitan cerca de 2.700 litros de agua.

Ante este escenario, la industria textil busca nuevos caminos y estrategias más respetuosos con el medio ambiente, como ejemplifica el programa Better Cotton Initiative (BCI), cuyo principal objetivo es expandir la producción sostenible de algodón y aumentar el nivel de vida de las comunidades algodoneras. Una de las compañías españolas que representa el principal apoyo nacional al programa es El Corte Inglés. De hecho, en la actualidad, más del 30% del algodón utilizado por la empresa procede del programa; una cifra que esperan que alcance el 50% en 2023 como resultado de la transición hacia un modelo más circular que prime la optimización de los recursos y, por tanto, la reducción del uso de materias primas.

El caso de El Corte Inglés es paradigmático, ya que su rol no se limita únicamente a la producción, sino a la distribución y venta de productos de otras marcas. Además, El Corte Inglés ofrece una amplia oferta de productos que cuentan con distintos certificados referidos a la materia prima de origen sostenible, productos que contienen material reciclado o son diseñados de forma sostenible, tal y como se recoge en su Guía de Producto Sostenible para compradores y proveedores.

Better Cotton Initiative promueve una producción más sostenible y un aumento del nivel de vida de las comunidades algodoneras

Cabe destacar también el lanzamiento por El Corte Inglés de una línea de producto diseñada en 3D, que ha supuesto un gran avance desde el punto de vista tecnológico, así como un importante impacto sostenible por el ahorro producido en materia prima y emisiones de CO₂.

«Nuestro dinero construye o destruye según dónde lo invirtamos», explicaba la escritora Marta D. Riezu en su obra La moda justa. Pero si bien la decisión final está en manos del consumidor, lo cierto es que parte de nuestros impulsos a la hora de comprar responden a un modelo de consumo poco respetuoso con el medio ambiente. Por este motivo, desde hace dos años El Corte Inglés recoge 240.000 kilos de ropa usada en sus centros para recordar que consumir no es –o no debe ser– tan solo usar y tirar.

Esta transición no siempre es sencilla: igual que un buque, las grandes compañías giran en ocasiones a un ritmo que, si bien firme, puede parecer lento a ojos de los consumidores. No obstante, los logros hablan por sí solos. Desde la firma del Pacto Mundial de Naciones Unidas por parte de la compañía en 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible vertebran todas las actuaciones de El Corte Inglés. La lucha contra el cambio climático y el cuidado de los océanos y la biodiversidad impregnan todos los procesos de producción y distribución desde el origen; es decir, teniendo en cuenta aspectos como el uso responsable de materiales y un consumo de energía 100% con garantía de origen renovable.

Sin embargo, en un futuro forjado a base de alianzas, la compañía representa una pieza del puzle. Es lo que atestigua la institución a la que pertenece, la Sustainable Apparel Coalition (SAC), una plataforma orientada a reducir el impacto medioambiental durante toda la cadena de valor y provocar un impacto positivo en la sociedad a la que se han unido ya más de 250 empresas de 35 países distintos. A través de este mosaico, los objetivos de sostenibilidad de compañías como El Corte Inglés se entrelazan con las necesidades globales para alcanzar ese futuro más justo y sostenible.

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