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¿Cuál es el estado de salud de tu cuidad?

El ‘Índice de Salud de las Ciudades’ elaborado por IdenCity y DKV permite conocer con precisión el estado de salud de las capitales de provincia españolas gracias a un estudio holístico que evalúa la salud de la población, el entorno, las condiciones socioeconómicas y laborales, la comunidad y los servicios de salud.

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Invisibles y silenciosos, los virus y bacterias parecían pertenecer –excepto cuando nos tocaba de cerca– a un segundo plano respecto al desarrollo de la gran civilización humana. Hasta que llegó el virus que ha sacudido al mundo entero. Sin embargo, aunque la covid-19 parezca un caso excepcional, no lo es. Y es que las enfermedades llevan moldeado la historia de la humanidad desde el principio de los tiempos, influyendo desde los cuidados personales hasta la conquista de América . La pandemia nos ha recordado que la complejidad de la salud pública tiene mucho que ver con el entorno: los espacios verdes, la calidad del aire, la higienización, el nivel socioeconómico o el buen o mal estado de los ecosistemas. Habiendo desplazado al humano como eje y agente único de la salud y ante los riesgos de futuras pandemias u otras consecuencias ambientales impulsadas por el cambio climático, cabe preguntarnos: ¿Están nuestros entornos cuidando de nuestra salud?

Con esta pregunta en mente e inmersos en un momento en el que la humanidad es ya una especie urbana, IdenCity, consultora especializada en índices urbanos, y DKV, compañía activista de la salud, han elaborado el Índice de Salud de las Ciudades para tomar el pulso a las 50 capitales de provincia y 2 ciudades autónomas de España. Esta herramienta permite observar el rendimiento de estos territorios frente a estándares de salud de carácter nacional e internacional, además de identificar las fortalezas y oportunidades de mejora de cada ciudad sin olvidar el análisis territorial de la pandemia por covid-19. El informe, que analiza en detalle Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza, presenta 78 indicadores que reflejan el estado de los espacios urbanos. Estos indicadores permiten una aproximación a la salud que, de acuerdo con la definición de la ONU, va más allá de la ausencia de enfermedades o dolencias y supone una situación de bienestar físico, mental y social.

Santacreu: «El objetivo de este índice es contribuir a que las ciudades españolas sean lugares más saludables»

Se trata de un documento abierto que busca llamar la atención tanto de ciudadanos como de empresas y administraciones para empezar a construir, sobre los sólidos cimientos del conocimiento científico, espacio mejores en los que vivir. En palabras de Josep Santacreu, consejero delegado de DKV, «el objetivo de este índice es contribuir a que las ciudades españolas sean lugares más saludables y poner a disposición de la sociedad esta herramienta de análisis de desempeño para la toma de decisiones». Para lograr este fin, DKV e IdenCity han llevado a cabo un exhaustivo estudio holístico que se agrupa y simplifica en cinco grandes dimensiones y doce categorías temáticas que se pueden visualizar al detalle sobre cada ciudad en Iddigo. Estas categorías son: la salud de la población, el entorno, las condiciones socioeconómicas y laborales, la comunidad y, por último, los servicios de salud.

Salud de la población

En esta sección se analizan las categorías de esperanza de vida, morbilidad y conductas saludables con indicadores como los años de vida saludable al nacer, la tasa mortalidad por enfermedades del sistema respiratorio, trastornos mentales y del comportamiento o consumo diario de fruta y verdura. En ella, se han observado datos importantes como los obtenidos en Zaragoza, que ha conseguido el máximo valor en el  indicador de años de vida saludable de su población con un resultado de 81,57 años. Además, esta dimensión señala a Badajoz, Girona, Guadalajara, Albacete y Palma como las ciudades con mejor rendimiento en la esperanza de vida.

Entorno

Esta amplia dimensión, hablando de ciudades, se centra en las categorías de medio ambiente, movilidad y vivienda. En este caso, los resultados no son especialmente alentadores, especialmente en el acceso a zonas verdes, la movilidad sostenible o la vivienda asequible, factores estrechamente ligados con la salud de la población. Aun así, existen algunos casos de éxito como Barcelona o Valencia, que presentan resultados muy destacables por su infraestructura ciclista y peatonal. Por ejemplo, Barcelona cuenta con 2,51 km ciclables por km² de suelo urbano frente a los 0,04 km de Madrid. Otras ciudades involucradas en la movilidad activa y sostenible son Vitoria-Gasteiz, Cádiz, Salamanca y Huesca. 

Condiciones socioeconómicas y laborales

En esta categoría se analizan la seguridad socioeconómica y la calidad del empleo a través de indicadores como la tasa de riesgo de pobreza, enfermedades profesionales o segregación residencial por renta en la ciudad, entre otros. Es importante mencionar que la segregación espacial es uno de los grandes retos de las ciudades españolas en el momento de abordar la relación entre salud y las condiciones socioeconómicas. Sin embargo, los resultados del estudio destacan algunos ejemplos positivos, como es el caso de Zaragoza, especialmente en seguridad socioeconómica. La acompañan otras ciudades como León, Palencia, Lleida y Melilla.

Comunidad

En este apartado entrarían las categorías de seguridad y de redes familiares y comunitarias, que han subrayado su potencial durante la pandemia. Dentro de ellas se estudian indicadores como las denuncias por violencia de género, la tasa de mortalidad por suicidios o las personas mayores que viven solas. Los resultados de esta dimensión son positivos gracias a los buenos resultados en lo que respecta a la seguridad y a las redes familiares y comunitarias que se crean entre la población

En este ámbito, Zaragoza y Madrid presentan un valor especialmente elevado en sus redes familiares y comunitarias. De hecho, cuentan respectivamente con una puntuación del 93,2% (Zaragoza) y del 92,9% (Madrid) en la categoría de comunidad respecto al 87,3% de Valencia o el 78,3% de Barcelona. Ciudades como Zamora, Cáceres, Huesca, Cuenca y Valladolid destacan por los elevados valores de seguridad en sus calles.

Servicios de salud

Esta dimensión, que recopila datos sobre actividades preventivas y promoción de la salud –además de la atención sanitaria–, muestra una excelente cobertura de atención primaria y urgencias, pero falla en aspectos como ambulancias y camas en hospitales públicos y privados. Aun con este contexto, Barcelona sobresale por una buena dotación en funcionamiento (quirófanos y plazas en hospital de día) y personal médico de atención primaria. Además, la vacunación por covid-19 avanza a muy buen ritmo en todas las ciudades estudiadas. En general, las ciudades con mejor rendimiento son Pamplona/Iruña, Pontevedra, Madrid, Barcelona y A Coruña. 

Comenzar a construir mejores ciudades

Aunque existen un claro margen de mejora en dimensiones como el alcance de los servicios de salud o la contaminación, movilidad y urbanismo, cabe espacio para el optimismo: los resultados globales de las ciudades estudiadas presentan rendimientos medio-altos –es decir, cumplen entre el 50% y el 75% de los objetivos marcados– en el estado de la salud y aspectos socioeconómicos. De hecho, las cuatro principales ciudades estudiadas (Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valencia) presentan una puntuación general superior a la media, que se sitúa en un 70%. Concretamente, Madrid cuenta con un 73,9%, Barcelona con un 71,6%, Zaragoza un 72,3% y Valencia un 72,7%. Unos datos que dibujan y dimensionan el mapa del bienestar de nuestras ciudades no solo para para coger el timón del futuro y decidir, en base al conocimiento, qué rumbo queremos que tome la salud de nuestros entornos –y, por lo tanto, de nuestras sociedades– en el nuevo mundo que se abre tras la pandemia.
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