Medio Ambiente

Una cumbre de transición en un planeta cada vez más debilitado

Ninguna región del mundo se escapa hoy a la catástrofe ambiental. Para paliar sus efectos, los remedios deben ser rápidos y eficaces, pero previsiblemente la COP25 no será recordada por ser la cita climática con más avances.

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04
diciembre
2019

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Y al tercer día llegaron ellos. La plataforma Juventud por el Clima desembarcó en Madrid con una rueda de prensa con representantes de los cinco continentes en el auditorio más grande del primero de los cuatro pabellones que ocupa la COP25 de Chile. Aplausos, vítores y lemas en todos los idiomas del mundo. «¡Alza la voz por el futuro, te quiero oír gritar!», habían cantado poco antes un grupo de jóvenes latinoamericanos en defensa de los indígenas. Son estos pueblos los que más sufren las consecuencias del cambio climático y una de las voces habitualmente poco escuchadas en este tipo de eventos.

El hecho de que la cumbre en vez de en Chile se haya tenido que trasladar a Madrid (por la situación política en el país andino) ha despertado las voces de estos activistas climáticos, que recuerdan que son sus recursos naturales y tierras las que se explotan «por el bien del progreso». «Quiero hacerle saber a las comunidades indígenas que nuestras voces se están alzando y que reconocemos su lucha frente a la crisis climática», explicaba desde el escenario Joel Peña, un mapuche llegado de Chile que no ha dejado pasar la oportunidad para pedir a los dirigentes de su país que «miren al pueblo a los ojos y le digan que son líderes ambientales». Poco después, el auditorio rompió en aplausos cuando se pronunció el nombre de Greta Thunberg, abanderada del movimiento por el clima, que está en Lisboa tras su viaje en catamarán desde Estados Unidos y cuya llegada provocará el mismo revuelo que el de una rock star.

La alfombra azul de las autoridades

En la COP25 nadie se quiere perder la foto. Presidentes, secretarios generales, ministros y alcaldes han ido desfilando por la alfombra azul (reservada a autoridades y representantes institucionales) reivindicando su compromiso por el clima. Incluso el primer edil de Madrid, José Luis Martínez Almeida –puesto en cuestión desde algunos sectores por sus decisiones acerca de Madrid Central–  ha participado en los encuentros. «Debemos educar a la gente para que se deje el coche en casa y dar ejemplo», dijo ayer desde una mesa de ciudades por el cambio climático en el pabellón de España.

Por la tarde fue la Reina Letizia la que pasó por el pabellón, donde participó en un panel sobre salud y cambio climático en las ciudades. Por la mañana se había presentado un demoledor informe de la OMS en el que se advertía que la contaminación provoca siete millones de muertes prematuras en el mundo, 10.000 de ellas en España. «Los fondos de los países para adaptar los sistemas sanitarios al cambio climático no se están canalizando. Parece que no es prioritario», explicaba María Neira, directora del departamento de Salud Pública y del Ambiente de la OMS.

Un informe de la OMS presentada en la COP advierte que la contaminación causa siete millones de muertes prematuras en el mundo

Además del que presentaba la OMS, estos tres primeros días se han dado a conocer casi una decena de estudios que no dejan espacio para el optimismo. «Estamos peor que cuando se firmó el Acuerdo de París, la ciencia no deja lugar a dudas. Las emisiones de CO2 tienen que reducirse hasta el cero neto a nivel global para evitar que el planeta siga calentándose», explicó el profesor Pierre Friedlingstein, profesor de la Universidad de Exeter y uno de los autores del estudio sobre el Presupuesto Global de Carbono. El pacto climático de París fijaba que el aumento de la temperatura fuera 1,5ºC como máximo. Lamentablemente, eso es ahora una quimera: la cifra parece rondar los 3ºC.

COP25

También el miércoles aseguraba Germanwatch que ya no importa la riqueza de las naciones para notar los efectos del calentamiento global: los países con mayor índice de riesgo climático en 2020 son Japón, Filipinas y Alemania. «En los últimos 20 años, los más afectados son Puerto Rico, Myanmar y Haití. Ningún continente ni región puede ignorar el daño de estas catástrofes ni el hecho de que se necesita financiación adicional para los países en vías de desarrollo», resumía David Eckstein, de Germanwatch. «Es inaceptable. Hay que ver esto como un fallo de todos los gobiernos que han estado emitiendo en exceso sin pensar en los demás. Este índice es un recordatorio de que la acción en Madrid debe ser clave para reducir rápidamente las emisiones», añadía su compañero, Renato Redentor B. Constantino –director del Instituto por el Clima y las Ciudades Sostenibles (ICSC).

La generación que no hizo nada

«Seremos recordados como la generación que no hizo nada mientras la tierra ardía. Hay que llegar a 2025 con el objetivo de carbono neutral», había sentenciado un par de días antes António Guterres, secretario general de la ONU. «Me frustra la lentitud de los cambios teniendo toda la tecnología necesaria a mano. El artículo 6 debe ser una prioridad y todos los sectores debéis centraros en la descarbonización», añadía Guterres, haciendo así referencia a uno de los puntos más polémicos de esta cumbre. A pocas horas de empezar la COP25, los principales portavoces de los organismos internacionales ya dijeron que era ingenuo pensar que se va a llegar a cumplir con este objetivo, que hace referencia al mercado de emisiones de carbono. «Para regular todo lo que hay que regular sobre el artículo 6 hace falta mucho más tiempo», manifestaba Alex Hanafi, director de Multilateral Climate Strategy y asesor principal en el programa climático global del Fondo de Defensa Ambiental (FED).

«Me frustra la lentitud de los cambios teniendo toda la tecnología necesaria a mano», lamentaba António Guterres

«Os vamos a ayudar pero, por favor, decidnos qué necesitáis. Hay que adoptar cambios sin precedentes», rogaba desde el auditorio al Presidente del Consejo de Administración del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Hoesung Lee. La ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, que le acompañaba, se mostró rotundamente franca al decir que los acuerdos alcanzados hasta ahora «no son suficientes».

La sociedad civil, las empresas y las finanzas también se han acercado a los distintos paneles celebrados en estos días. La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, y por Emma Navarro, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, se sentaron en la misma mesa durante la primera jornada para hablar de la descarbonización de la economía. Botín destacó que necesitan «hechos» por parte de los Gobiernos y recalcó la necesidad de «medir, monitorizar y poner precio al carbono». Este mismo debate ya lo había puesto sobre la mesa pocas horas antes el presidente en funciones, Pedro Sánchez, que, en su discurso inaugural, había sostenido: «Si fue Europa quien lideró la revolución industrial y el capitalismo fósil, ha de ser Europa quien lidere la descarbonización».

«Esta COP va de asegurarnos de que estamos entendiendo las cosas para abordar la siguiente cumbre desde otro punto de vista», apostillaba Yamide Dagnet, asociada sénior de International Climate Action, restando trascendencia a la COP25 en una de las mesas. ¿Su conclusión? Esta es una cumbre de transición en un momento donde la rapidez en la toma de decisiones es más importante que nunca, a la luz de los datos que ya se conocen y que avalan los científicos.

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