¿Estamos preparados para la transición energética?
Un informe del Foro Económico Mundial sitúa a Suecia, Suiza y Noruega como los países mejor preparados para la descarbonización. España ocupa el puesto número 25.
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Ante la creciente demanda de la ciudadanía, cada vez son más los países —y Gobiernos— que se unen al movimiento verde y apuestan por las energías renovables. Pero, a pesar de los esfuerzos de algunos Estados, el cambio no se está llevando a cabo lo suficientemente rápido como para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. La transición a nivel mundial hacia una energía segura, asequible y sostenible que se aleje de los combustibles fósiles altamente contaminantes parece llevar cinco años estancada: nunca ha habido en la historia tantas personas con acceso a energía y, sin embargo, cada vez es más caro encender la luz o calentar el agua. La transición energética que el planeta necesita aún no tiene un horizonte visible y, aunque los países del norte de Europa la lideren, muchos otros fallan a la hora de conseguir que sus sistemas sean sostenibles. Sin duda, la actuación del sistema energético es esencial a la hora de llevar a cabo esta transición y se basa en tres elementos fundamentales: el desarrollo económico y el crecimiento, la seguridad y el acceso a la energía y la sostenibilidad medioambiental. Para que la transición energética sea efectiva, los países han de buscar el equilibrio entre estos tres imperativos.
Suecia lidera la transición energética a nivel mundial, seguida de cerca por Suiza, Noruega, Finlandia y Dinamarca
Estas son algunas de las conclusiones del nuevo Informe del Foro Económico Mundial para la promoción de una transición energética efectiva, que analiza y compara los sectores energéticos de 115 países para ofrecer una idea global de cómo de preparados estamos para la reconversión de los modelos de generación de energía. ¿Seremos capaces de dejar atrás las energías fósiles, aprovechar las energías verdes al máximo y convertirnos en sostenibles? Suecia es el país que está más encaminado a conseguirlo, seguido de cerca por Suiza, Noruega, Finlandia y Dinamarca. Además, Austria, Reino Unido, Francia, los Países Bajos e Islandia se encuentran entre los 10 países más preparados para la transición energética. En último lugar encontramos a Haití, precedido por Sudáfrica, Zimbabue, Venezuela, Mozambique, Kirguizistán, Nigeria, Mongolia, Ucrania y Líbano.
Para llevar a cabo el análisis del proceso de transición energética a nivel global se han estudiado varios parámetros fundamentales: la seguridad del acceso a la energía, el desarrollo económico y el crecimiento, la sostenibilidad y cómo están organizándose para tener éxito en el futuro de esta transición. Además, se ha analizado el impacto de las medidas gubernamentales en los hogares, la industria y las exportaciones. Con la información recabada se crea un índice que compara los datos entre países, siempre intentando tener en cuenta las circunstancias políticas y económicas específicas y especiales de cada uno de ellos.
La clave del éxito de los países que lideran este índice radica en los avances técnicos que fomentan tanto las instituciones como el sector privado, que convergen en su compromiso con la transición energética. Además, todos estos Estados —en su mayoría nórdicos o del norte de Europa– comparten marcos regulatorios estables, entornos de negocio innovadores capaces de atraer inversiones y un compromiso político fuerte para con la transición energética. A pesar de estas similitudes, su mix energético es diverso, al igual que la estructura de sus sistemas de energía, las materias primas y los recursos naturales de los que disponen. Por su parte, los países a la cola en esta transición también comparten carencias como la falta de regulaciones efectivas a nivel energético, un sistema de infraestructuras escaso y la inestabilidad política. Tanto los conflictos geopolíticos de la zona en la que se encuentran como la elevada dependencia de combustibles fósiles a la hora de generar energía restringen las oportunidades de propiciar un escenario idóneo para que el cambio energético se pueda producir.
Los países que se enfrentan a mayores retos a la hora de emprender la transición energética son los exportadores de petróleo
El informe del Foro Económico Mundial asegura que los países que se enfrentan a mayores retos a la hora de emprender la transición energética son los exportadores de petróleo –entre los que se encuentran Nigeria, Mozambique o Venezuela–, y los que dependen sobremanera del carbón, como Sudáfrica o Mongolia. Por su parte, los mejor adaptados son, como cabría esperar, aquellos con una mayor estabilidad política y económica. Entre todos ellos, España se encuentra en el puesto 25, con una preparación para la transición energética del 56%.
El informe del Foro de Davos concluye que es necesario llevar a cabo un acercamiento común y sistemático a la producción de energía para poder solventar los problemas que traigan consigo las nuevas oportunidades de explotación relacionadas con la Cuarta Revolución Industrial: la única manera de conseguir un sistema energético mundial que sea estable, sostenible y asequible requiere un esfuerzo por parte de todos los países para trabajar en equipo y pensar en el futuro del planeta.
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