Cambio Climático

Una transición urgente (y de todos)

Representantes de la administración pública, la banca y el sector energético unen fuerzas para transitar a un mundo sostenible que logre poner freno al cambio climático.

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01
octubre
2018

El pasado lunes 8 de octubre el cambio climático y la necesidad de tomar de inmediato las riendas hacia un desarrollo sostenible coparon las cabeceras mediáticas gracias a dos hitos insólitos hasta la fecha. Los economistas estadounidenses William Dawbney Nordhaus y Paul Michael Romer recibieron el premio Nobel de Economía por vincular, por primera vez, el desarrollo de la humanidad a elementos que van más allá del concepto de riqueza, como el cambio climático y los avances tecnológicos. Ese mismo día, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU publicó un informe en el que, además de constatar que los premios Nobel de 2018 no eran unos agoreros, mandaban un mensaje muy claro a todos los agentes de la sociedad: si no se limita el aumento de la temperatura a 1,5 grados, los efectos del calentamiento global serán «duraderos o irreversibles».

El escenario que se dibuja es evidente: la administración pública, las empresas, la banca y la sociedad civil tienen que formar alianzas para frenar el avance del cambio climático y construir modelos de negocio sostenibles que brinden a los ecosistemas la oportunidad de adaptarse al nuevo panorama.

Cristina Gallach: «El consenso es absolutamente necesario para convertir la ambición en realidad»

«Somos la última generación que puede salvar el planeta y eso es una responsabilidad enorme», ha dicho Cristina Gallach, alta comisionada para la Agenda 2030 durante el foro La transición urgente celebrado en el auditorio de Torre Ilunion. Gallach ha insistido en el momento «único, tanto de oportunidades como de necesidades» en el que nos encontramos y en la oportunidad que se abre para aprovecharlo de manera «positiva» aplicando el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 17, que hace referencia a las alianzas y a la cooperación. «El consenso es absolutamente necesario para convertir la ambición en realidad», ha declarado.

Para Jaime Silos, presidente del Foro Español de Inversión Socialmente Responsable (Spainsif), la posibilidad de cumplir los ODS marcados por la ONU depende de tres factores imprescindibles: «La administración pública, con su capacidad de elaborar leyes y de sensibilizar; las empresas, con su capacidad de innovación, su tecnología y sus servicios; y la financiación». Es aquí, donde entra en juego el sector bancario, ya que «como los estados tienen un déficit medio del 3%, se necesita financiación privada».

Pero no sirve cualquier banca. Para cumplir los ODS, es necesario que la financiación se haga a través de entidades comprometidas y dispuestas a abordar el reto desde una perspectiva sostenible. El pasado mayo, 26 bancos de 19 países se reunieron para elaborar los Principios Bancarios que promueve la ONU. «Se está creando una complicidad entre las entidades nunca vista para elaborar una metodología común», ha dicho Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA durante el foro.

Silos cree que la clave está en demostrar que invertir en los ODS y en la lucha contra el cambio climático tiene un «retorno positivo para el inversor». Algo que en el BBVA, como ha asegurado Ballabriga, ya está ocurriendo y que pudieron comprobar cuando, tras conceder el mayor bono verde hasta ahora, «el 50% de los inversores eran desconocidos para la entidad, una señal inequívoca de que la sostenibilidad atrae financiación».

Teresa Solana: «La línea del Gobierno es clara: la descarbonización»

No se puede hablar de una transición sostenible sin involucrar al sector energético. «Creemos que es fundamental dar señales a medio y largo plazo, por eso queremos que en 2030 se hayan reducido las emisiones de CO2 un 20% y en 2050 un 90%, la línea del Gobierno es clara: la descarbonización», ha dicho Teresa Solana, asesora de la dirección de la Oficina Española de Cambio Climático, durante el acto. Un camino que ya comparten empresas energéticas como Iberdrola. «Los ODS son el marco general de actuación de la compañía y nos centramos en el cambio climático porque es lo más urgente», ha declarado Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático de Iberdrola.

«El modelo energético actual basado en combustibles fósiles es el responsable del cambio climático y de la contaminación del aire», ha asegurado Sáenz de Miera, y ha añadido que si queremos abordarlo «hay que cambiar el modelo y sustituir los combustibles fósiles por energía renovable en el transporte, la edificación y la industria». Un escenario del que está convencido de su viabilidad por el progresivo abaratamiento de las energías renovables, «han bajado su coste un 80%».

Respecto a la concienciación ciudadana, todos los participantes en el foro coinciden en el camino que aún falta por recorrer. «Tenemos que dar a conocer los beneficios de consumir y de invertir en productos sostenibles», ha afirmado Solana. Para Sáenz de Miera, la solución pasa por poner precio a la contaminación: «Tiene que pagar el que contamina para crear un sistema más justo y más coherente». Un impuesto a las emisiones que, en opinión de Ballabriga, va a llegar a «sí o sí». La clave, también de manera unánime entre los ponentes, está en las alianzas. «La unión hace la fuerza, y cuantas más oportunidades perdamos, más costará solucionar el problema al que nos enfrentamos», ha concluido Sáenz de Miera.

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