Volar alto… y verde

Desde el año 2018, las empresas de más de 500 trabajadores (o aquellas que tengan de media más de 250 empleados durante dos ejercicios), con una cifra de negocio que sobrepase los 40 millones de euros anuales, cuyas partidas del activo superen los 20 millones o su matriz tenga sede en un país de la Unión Europea, deben elaborar un informe especial de sostenibilidad separado o integrado en dentro de su memoria anual. En él, deben figurar cuestiones relacionadas con la transparencia, las políticas sociales, la lucha contra la corrupción… y las decisiones en materia medioambiental. Sin embargo, es paradójico que, para elaborarlo se gasten recursos que, en muchas ocasiones, van a acabar en la basura –o en el contenedor de reciclaje, en el mejor de los casos–. Pero… ¿Se puede sembrar un informe (no metafóricamente hablando)? La respuesta es sí.

Iberia ha presentado su Informe de Sostenibilidad 2017 de forma online e interactiva  y con copias limitadas en papel… De semillas. De esta forma, no es que se trate de un soporte completamente biodegradable sino que, además, se puede plantar para que de él brote una nueva vida y no se quede en unos folios amontonados encima del escritorio.

En el último año, Iberia vendió a bordo 1.840 baby pelones para luchar contra el cáncer infantil en colaboración con Jugaterapia

En sus más de noventa páginas sostenibles, la compañía aérea hace un balance de las políticas llevadas a cabo en los últimos doce meses y los logros conseguidos hasta el momento en diversas áreas de trabajo, como el reconocimiento por parte de Flight Global como la aerolínea más puntual del mundo en 2016 y 2017, o la cuarta estrella Skytrax que reconoce el alto nivel del producto, calidad del servicio y atención al cliente de la compañía.

Más allá de esos logros, para completar el informe la aerolínea ha hecho un repaso de sus principales políticas sociales, en materias como la diversidad, la salud, el bienestar de sus trabajadores o la igualdad de género. La ayuda humanitaria a Puerto Rico tras los huracanes Irma y María, el trabajo con Unicef para la protección de los niños –para el que se han invertido más de 850.000 euros desde el año 2013– o la integración social de personas con discapacidades físicas, psíquicas y sensoriales llevadas a cabo con el grupo Envera son solo algunos de los proyectos en los que se ha basado la inversión social de los últimos meses. Entre ellos, también destaca la campaña de colaboración con Jugaterapia, la fundación que recauda fondos para investigar el cáncer infantil, en la que se vendieron 1.840 muñecos baby pelones a bordo de los aviones de Iberia.

Además de estas iniciativas con entidades sin ánimo de lucro, minimizar el impacto ambiental es otro de los objetivos perseguidos por la compañía, que ha invertido en protocolos de investigación para reducir tanto el consumo energético como las emisiones de los aviones. Así, se ha logrado evitar la emisión de más de 5.000 toneladas de CO2 mediante sistemas que permiten hacer el rodaje con un solo motor. Eso, sumado a las aproximaciones verdes para reducir el uso de combustible y a la investigación junto a AENA y a AlgaEnergy para crear un proyecto para producir biocombustible a partir de microalgas son algunas de las medidas adoptadas para dejar un rastro verde en el cielo.