Derechos Humanos
Netflix se atreve con la anorexia
La plataforma ‘online’ de series y películas estrena To the bone, un filme adolescente que ha generado polémica por retratar el trastorno alimentario de una veinteañera.
Artículo
Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).
COLABORA2017
Artículo
El médico toma el antebrazo flaco y peludo de su joven paciente: «Esto no es porque no te depiles, ¿sabes? Es porque tu cuerpo genera exceso de vello para abrigarte, porque no tienes ni un gramo de grasa, ni calorías. Hace días que no comes, a mí no me engañas». Esta impactante escena pertenece a la última película de la plataforma Netflix, To the bone (Hasta los huesos, en nuestro país), que trata la historia de una veinteañera que sufre anorexia y, como tantas y tantos otros en su lugar, se niega a admitirlo. En concreto, en España, son más de 28.000, según los últimos datos de La Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB).
Aunque el filme se desarrolla en Estados Unidos, el problema es perfectamente trasladable a nuestro país, también en porcentajes: estos trastornos alimenticios se ceban especialmente con el sexo femenino, concretamente, el 92% del total.
Las cifras son más alarmantes si cabe: los trastornos de conducta alimentaria suponen, por incidencia, la tercera enfermedad crónica en la población de entre 15 y 29 años. Se calcula que el 11,5% de los jóvenes tienen un riesgo elevado de padecerla, según la ACAB. Esta enfermedad suele venir acompañada (u originada) por depresión, ansiedad o trastornos de la personalidad. Desde el seguro sanitario Adeslas advierten de que «la letalidad de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) es la más alta entre las detectadas por trastornos psiquiátricos». En nuestro país los padecen, en diferentes grados, casi el 5% de los adolescentes.
La película, precisamente por tratar un tema tan delicado (y peligroso) en una plataforma con una audiencia mundial tan masiva como Netflix, ha generado críticas dispares. En la publicación Variety consideran que «podría salvar vidas», mientras que The Guardian advierte de que «es una película cuyo tratamiento de un tema importante va de lo banal a lo estrafalario».
Tal vez el tono de película de género adolescente que adquiere el metraje (con historia de amor incluida), o recurrir a estrellas como Keanu Reeves (en el papel del médico) y Lilly Collins (su paciente) en su reparto contribuyan a esa idea de que To the bone frivoliza con un una enfermedad que debería tener un acercamiento más sobrio e, incluso, educativo. Podría trasladar a la realidad el drama ficticio que acompaña a su joven protagonista: una artista de veinte años que dibuja su propio cuerpo anoréxico y cuelga sus obras en la red. Una de sus seguidoras en Tumblr decide seguir su camino y muere. La actriz Lily Collins es, en la vida real, una estrella adolescente que ha adelgazado considerablemente para interpretar su papel con realismo, y en algunos foros insinúan que, en un caso extremo, alguna de sus millones de fans podría intentar emularla.
Esta enfermedad afecta directamente al cerebro, concretamente a la autopercepción a nivel inconsciente: quienes la sufren no se ven en el espejo como les ven los demás. Por tanto, a favor de To the bone hay que decir que, si nos abstraemos de alarmismos, prejuicios o de su factura cinematográfica, debería tenerse en cuenta su mensaje: el primer paso para tratarse la anorexia es aceptar que se padece. Algo que (y aquí llega un espoiler) su protagonista hace al final del filme.
COMENTARIOS