Opinión

¿Quién replica a Trump en España?

Por el momento, las reacciones del sector público y privado en España ante las primeras medidas del recién llegado a la Casa Blanca son tibias y cautas.

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25
enero
2017

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Ante las andanadas de decretos y medidas tomadas por Donald Trump en sus primeros días de mandato (curiosamente, el único presidente de Estados Unidos, y tal vez del mundo, dispuesto a cumplir su programa electoral en tiempo récord), la respuesta de España es, por el momento, tibia. En su última declaración, el portavoz Íñigo Méndez de Vigo ha dicho que el Gobierno defenderá su postura ante la nueva política de Estados Unidos «sin estridencias», algo que contrasta con la claridad con la que se han manifestado los máximos representantes de otros países como Francia o Alemania o, directamente, el presidente del Consejo Europeo, que acaba de calificar a Trump de «amenaza exterior».

Las manifestaciones también han venido por parte del sector privado; de momento, de empresas estadounidenses como Facebook, Google o Starbucks, entre otras muchas, que además han tomado medidas para contrarrestar las políticas antiinmigración. No queda claro si es una cuestión de imagen o un claro compromiso con los foráneos, más teniendo en cuenta el carácter multirracial y plurinacional de sus plantillas, pero es indudable que son actos con relevancia y resonancia.

¿Alguien se queja en España?

En nuestro país, el sector privado permanece cauto, algunas empresas incluso contienen su euforia: no es ningún secreto que, con el impulso que pretende dar Trump a las infraestructuras, nuestras grandes constructoras, ampliamente posicionadas en Estados Unidos, esperan sacar alguna tajada de eso. El mayor bofetón, claro, se lo lleva el sector de las renovables. Al menos, ante las perspectiva de que el recién llegado a la Casa Blanca cumpla sus promesas de retirar subvenciones, explotar recursos propios de petróleo y favorecer el uso de combustibles.

La fundación de Ecología y Desarrollo, Ecodes, es de las primeras organizaciones españolas que han hecho pública su postura, sin dobleces. «Las decisiones del presidente Donald Trump son extraordinariamente preocupantes. Crean enfrentamientos con países enteros, muy claramente México, los países latinos y algunos de mayoría musulmana. También se ha enfrentado con seguidores de determinadas religiones y razas. Además, sus declaraciones previas, muchas de sus primeras decisiones y algunos de los nombramientos que han realizado auguran que puede quebrarse el compromiso de EEUU frente al cambio climático». La mayor preocupación de la organización no es baladí: que no se respete la implementación del acuerdo de París. «El hoy de nuestra sociedad exige que nos reconozcamos como habitantes de un planeta compartido, con un futuro común. Solo así lograremos tener éxito. El mundo necesita a Estados Unidos cooperando con el resto de naciones en pro de esa agenda común. Por eso nos alegramos de que estén surgiendo multitud de iniciativas opuestas a las medidas de Trump, tanto de empresas como de la comunidad científica, que ya está organizando una marcha multitudinaria contra el desmantelamiento de la investigación sobre el calentamiento global».

Después de un cuarto de siglo trabajando en la construcción de puentes entre los actores claves para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono, Ecodes teme que mucho de lo conseguido salte por los aires. Por eso plantean una serie de acciones, que empiezan por ellos mismos: «Incrementar los esfuerzos de todos los sectores sociales, económicos e institucionales para implementar el Acuerdo de París. Reforzar la cooperación y la ayuda mutua con los países que Trump humilla con sus decisiones como México, los países latinos y los países de mayoría musulmana, de manera que no se sientan también castigados por nuestra pasividad. Reforzar la cooperación y la ayuda mutua con las organizaciones sociales, las Administraciones Públicas y las empresas de Estados Unidos que están resistiendo esta ola de xenofobia y de particularismo egoísta y siguen trabajando activamente frente al cambio climático. Promover que Europa salga de su situación de parálisis y afronte un liderazgo mayor para compensar el parón del Gobierno de Estados Unidos». Desde Ecodes, entre otras medidas, van a crear un programa de intercambio de personal de organizaciones que trabajan contra el cambio climático en Estados Unidos y México, «con el fin de estrechar los lazos y generar sinergias».

También difundirán todas aquellas iniciativas que, «surgidas de Estados, empresas, sociedad civil o medios de comunicación, ayuden a parar las políticas que Trump ya está poniendo en marcha». Concluye la fundación: «Vivimos en un solo mundo, es tiempo de sentirnos ciudadanía global y no necesitamos más muros, más divisiones y más odio. Es tiempo de trabajo compartido, de construcción de puentes, de razones, de empatía con los otros, de esperanza. Hagamos ese tiempo. Hoy más que nunca». Es deseable que se sumen otras voces en España, de cualquier sector, pero voces, al fin y al cabo. Son más necesarias que nunca.

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