Derechos Humanos
Sierra Leona: acabar con el analfabetismo de posguerra
Sierra Leona, devastada por el hambre y la guerra, encuentra apoyo en la labor de formación y asistencia que cientos de ONG han emprendido.
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Lejos del ruido del primer mundo, del 1% de la población que ostenta la mitad de la riqueza mundial (según los últimos informes elaborados por Intermón Oxfam) y de la crisis económica que ha desestabilizado nuestro modelo social, se encuentra Sierra Leona, uno de los países más pobres del mundo, cuya esperanza de vida apenas supera los 41 años.
Sierra Leona fue víctima del horror en primera persona a causa de la guerra civil que durante más de 10 años (desde 1991 hasta 2002) se cobró la vida de más de 120.000 personas y obligó a más de la mitad de la población del país a desplazarse de sus hogares. En su capital, Freetown, se halla una de las comunidades más devastadas por la pobreza: es el suburbio de Goderich, en el que viven 14.000 personas, la mayoría desplazados y en condiciones muy precarias.
Son varias las organizaciones sin ánimo de lucro que han puesto en marcha proyectos con el objetivo de que los vecinos de Goderich aspiren a un futuro digno. Una de ellas es Diamond Child, nacida en España pero con alma africana. Fundada por Seydu, músico sierraleonés que vivió en nuestro país durante 30 años, pone el foco en el último escalón de la pobreza: los niños y jóvenes de la calle, sin recursos, ex combatientes y huérfanos, todos ellos afectados por la guerra y sus desastrosas consecuencias.
En la Diamond Child School of Arts and Culture se da la oportunidad a miles de ciudadanos de cambiar sus vidas. Desde programas de educación académica, educación artística (música, danza, canto) y de formación profesional (fabricación de instrumentos musicales, costura o peluquería) dedicados a los niños y jóvenes de cada comunidad, hasta actividades para promover la cultura y la salud.
En la Comunidad de Goderich, 415 alumnos están siendo educados en la escuela-taller de Diamond Child, con edades comprendidas entre los 5 y los 25 años. Para una población en la que el 90% de los habitantes es analfabeto y cuya tasa de desempleo alcanza el 70%, la escuela es la única vía posible que permite salir del agujero de la pobreza.
Diamond Child tiene la mirada puesta en el futuro y los pies en la tierra. Su próxima campaña en la zona pasa por sensibilizar a la población y formarla para que la grave tragedia del ébola no se vuelva a extender con tanta virulencia. Además, se proponen rehabilitar el centro de salud de Goderich, aledaño a la escuela, que da asistencia a toda la comunidad.
El continente africano se lame las heridas, preparado para surgir de las cenizas de la guerra y del hambre. Gracias al trabajo de organizaciones como Diamond Child hay oportunidades y esperanza para el mal llamado ‘Tercer Mundo’.
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