Yo también quiero un trabajo digno

“No sólo es importante que las mujeres salgamos de la violencia, es imprescindible que lo hagamos en positivo, evitando la doble victimización que nos lleva a la exclusión social”, afirma tajante Ana Bella, directora de la Fundación Ana Bella.

Y para ello es necesario encontrar un trabajo digno que les permita ser también valoradas socialmente.

Con esta filosofía y mucha determinación, la Fundación Ana Bella, con el apoyo de Danone y Momentum Task Force, ha creado la Escuela Ana Bella para el Empoderamiento de la Mujer, una iniciativa que le ha valido el Premio a los Mejores Proveedores 2012 de Danone.

La Escuela es una organización cuyo principal objetivo es formar a mujeres supervivientes y las apoyarlas en su proceso de empoderamiento personal, para que se inserten laboralmente y actúen como agentes de cambio social dentro de la empresa.

En la actualidad, los canales oficiales de inserción laboral para mujeres que han sido maltratadas se basan en empleos invisibles y poco valorados socialmente como limpiadoras o camareras de piso en hoteles.

La vía más eficaz para que una mujer supere la violencia en positivo es favorecer su inserción sociolaboral en trabajos valorados socialmente.

Gracias al Programa de Embajadoras Danone, y a través de esta escuela, la Fundación Ana Bella ha sido pionera en abrir una vía de acceso para mujeres supervivientes en un mercado laboral valorado socialmente y más de 150 mujeres ya se han formado y están trabajando.

“Las mujeres que hemos superado la violencia, no somos víctimas; somos un ejemplo de perseverancia y esfuerzo, de resistencia a la frustración, de saber reinventarnos cada día para salir adelante. Para nosotras, el trabajo significa recuperar nuestra dignidad personal y esto nos convierte en trabajadoras comprometidas, con un valor positivo dentro de una empresa”, explica la directora de la Fundación.

Gana la empresa, gana la empleada

“Para nosotras, las mujeres supervivientes de violencia de género, el trabajo significa nuestra dignidad personal y para la empresa aportamos un alto nivel de compromiso que se ha traducido en el descenso del absentismo del 60% al 4%, de la rotación del 40% al 7%”, explica Ana Bella.

Que la empresa confíe en ellas hace que, a su vez, ellas confíen en su potencial y generen un efecto multiplicador capaz de superar cualquier crisis. Cuando la trabajadora ve que los clientes confían en ella, que la empresa apuesta por ella, hace que ella se valore y consiga sus metas tanto laborales como personales.

En 2012 cuatro de las Embajadoras Danone, gracias al empoderamiento de esta oportunidad laboral, se han atrevido a crear su propia empresa dentro del entorno social de crisis. Para Gloria, con 60 años, ha significado su primer contrato de trabajo.

Es sólo un ejemplo del resultado del esfuerzo y la dedicación de la Fundación Ana Bella, una organización sin ánimo de lucro formada por mujeres que “hemos superado la violencia de género en positivo” y se dedican a visibilizar y prestar a poyo integral, de forma eficaz, a este colectivo de mujeres.