Agua mineral natural en España

En la última década, la preocupación por la salud y el bienestar se ha convertido en una prioridad colectiva, estrechamente ligada a la alimentación. La creciente concienciación frente a la crisis climática, el impacto de la pandemia de la COVID-19 y el acceso masivo a información han impulsado una reflexión profunda sobre lo que comemos y cómo lo hacemos. En este contexto, las redes sociales, los canales especializados y hasta algunos profesionales han promovido dietas, filosofías alimentarias y combinaciones nutricionales con promesas de bienestar. Hay corrientes para todos los gustos y seguidores de todos los credos.

Todas las aguas minerales envasadas en España representan solo el 0,3% de los recursos hídricos subterráneos del país

Pero si hablamos de alimentos auténticos, nutritivos y naturalmente seguros, pocos pueden competir con el agua mineral natural. Este recurso, que brota de acuíferos profundos protegidos, es filtrado durante años por formaciones geológicas y embotellado directamente en el manantial bajo rigurosos controles de calidad. De hecho, junto con los alimentos infantiles, son los productos más reglamentados en cuanto a seguridad y calidad alimentaria.

Tal como indica Irene Zafra, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Aguas Envasadas (ANEABE), «tienen que ser puras en origen y sanas bacteriológicamente, precisamente porque ese subsuelo las protege de cualquier riesgo de contaminación. Además, tienen que tener una composición mineral constante. Los minerales que caracterizan a esas aguas no pueden variar en el tiempo». 

El conjunto de todas las aguas minerales que se envasan en España representa solo el 0,3% de los recursos hídricos subterráneos del país. Esto pone de manifiesto, como asegura Irene, «la singularidad de estas aguas». 

El agua mineral, un agente clave frente al reto demográfico

Este producto, 100% natural, no solo es una fuente esencial de hidratación, sino también un motor silencioso de transformación socioeconómica en España. Como explica Borja Lafuente Sanz, director de Asuntos Públicos y Sostenibilidad en Danone Iberia, «la necesidad de envasar nuestro producto, por sus condiciones y sus características, al pie del manantial, hace que las fábricas de agua mineral natural tengan que estar en los lugares donde se origina». En total, existen 120 plantas repartidas por toda la geografía española, y la mitad de ellas se sitúan en municipios de menos de 5.000 –e incluso 2.000– habitantes. Danone, por ejemplo, mantiene activa la fábrica de Font Vella en el manantial de Sigüenza (Guadalajara).

Allí donde se instala una planta embotelladora, se cuadruplica el número de centros de salud

Esto inevitablemente se traduce en una revitalización del entorno rural. Allí donde se instala una planta embotelladora, se cuadruplica el número de centros de salud en comparación con zonas similares que no cuentan con esta infraestructura, y también se observa una mayor presencia de centros educativos y sucursales bancarias.

Según el Informe de contribución social y económica del sector de aguas minerales en España (2024), el sector genera unos 6.000 empleos directos y más de 25.000 puestos indirectos e inducidos, con una antigüedad media de 14 años, lo que evidencia su capacidad de generar empleo estable y duradero. Además, en la última década, el empleo femenino en el sector de bebidas ha crecido un 52,3% en los municipios rurales de menos de 5.000 habitantes donde operan plantas de envasado de agua mineral

Ante las crisis, el sector responde

El sector de las aguas minerales mantiene un firme compromiso social, especialmente en el entorno rural y ante situaciones de emergencia. Solo en 2024, colaboró con más de 170 entidades sociales y movilizó a cerca de 900 empleados, que dedicaron más de 7.600 horas a proyectos de voluntariado corporativo. Una implicación que trasciende la actividad empresarial y refuerza el vínculo del sector con las comunidades.

Desde 2016, ANEABE y Cruz Roja Española impulsan el Banco de Agua Solidario, una iniciativa que tiene el objetivo de coordinar de forma ágil el suministro de agua envasada en contextos de emergencia. Esta red de respuesta ha sido crucial ante fenómenos como la DANA, durante la cual se donaron más de un millón de litros de agua mineral a los afectados en Valencia y Málaga. En la misma línea, durante el gran apagón que puso a prueba la infraestructura nacional, volvió a ponerse en evidencia el valor esencial del agua mineral, presente como recurso prioritario en el kit de emergencia recomendado por la Unión Europea.

Lafuente: «Somos un sector que ya cumple con el total de los estándares que marca la legislación española en materia de envases reutilizables»

La sostenibilidad en el ADN del agua mineral

El 60% de las empresas del sector de aguas minerales ha incorporado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en sus planes estratégicos, con un enfoque prioritario en áreas como la energía asequible y no contaminante y la acción por el clima. Desde 2015, el sector ha reducido su consumo energético en un 16% y, a día de hoy, el 97% de la energía que utiliza procede de fuentes renovables. «El sector siempre se ha caracterizado por una gran sensibilidad con el medioambiente, precisamente por la propia naturaleza que tiene el producto. Por eso, proteger el entorno está en su ADN desde el origen», subraya Irene Zafra, secretaria general de ANEABE.

Conscientes del debate en torno al uso de plásticos, las empresas del sector han apostado también por la mejora continua en el ecodiseño de sus envases. En la actualidad, las botellas de agua mineral contienen, de media, un 32% de PET reciclado. «Somos un sector que ya cumple con el total de los estándares que marca la legislación española en materia de envases reutilizables. Con lo cual, siempre intentamos estar a la vanguardia e ir un poco más allá de lo que marca la ley», afirma Borja Lafuente, director de Asuntos Públicos y Sostenibilidad en Danone Iberia. En ese sentido, el reciente rediseño de la botella de litro y medio de Font Vella, con menos gramaje y mayor porcentaje de material reciclado, marca el inicio de una nueva etapa, donde la innovación se pone al servicio de la sostenibilidad.